*Lecturas
de la 8ª Semana del Tiempo Ordinario Ciclo B*
Viernes, 28 de mayo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (11,11-26)*
Al día siguiente, cuando salió de Betania, sintió hambre. Vio de lejos una
higuera con hojas y se acercó para ver si encontraba algo; al llegar no
encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.
Entonces le dijo: «Nunca jamás coma nadie de ti.» Los discípulos lo oyeron.
Llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a echar a los que traficaban
allí, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían
palomas. Y no consentía a nadie transportar objetos por el templo.
Y los instruía, diciendo: «¿No está escrito: "Mi casa se llamará casa de
oración para todos los pueblos" Vosotros, en cambio, la habéis convertido
en cueva de bandidos.»
Se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas y, como le tenían miedo,
porque todo el mundo estaba asombrado de su doctrina, buscaban una manera de
acabar con él. Cuando atardeció, salieron de la ciudad. A la mañana siguiente,
al pasar, vieron la higuera seca de raíz.
Pedro cayó en la cuenta y dijo a Jesús: «Maestro, mira, la higuera que
maldijiste se ha secado.»
Jesús contestó: «Tened fe en Dios. Os aseguro que si uno dice a este monte:
"Quítate de ahí y tírate al mar", no con dudas, sino con fe en que
sucederá lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: Cualquier cosa que pidáis
en la oración, creed que os la han concedido, y la obtendréis. Y cuando os
pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro
Padre del cielo os perdone vuestras culpas.»
Palabra del Señor
(Y cuando
os pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también
vuestro Padre del cielo os perdone vuestras culpas).
*El
Señor me invita a la oración, porque es en la oración donde más fácil le puedo
reconocer. Orar no es una invitación; es un mandato para mi propio bien, que al
mismo tiempome produce liberación interior. Cuando estoy en la oración es
importante hacer memoria, de cómo me estoy portando con los demás. El Señor desea
que mis oraciones sean más verdadera, más puras y más sincera; es por eso que
me quiere enseñar a orar pidiendo perdón, por mis faltas y al mismo tiempo perdonando
a los que han cometido, algunas faltas contra mí. El Señor quiere lo mejor para
mi, y me dice: que el Padre del cielo tiene sus ojos puesto sobre mí, y perdona
mis falta, las que cometo sin enterarme, y las que cometo por ignorancia, y las que cometo dándome cuenta*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.