Musica Para el Alma

domingo, 1 de noviembre de 2020

LAS LECTURAS DE LA CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS


 

Lecturas de Conmemoración de los fieles difuntos

Lunes, 2 de noviembre de 2020

Primera lectura

Lectura del libro de las Lamentaciones (3,17-26):

Me han arrancado la paz, y ni me acuerdo de la dicha; me digo: «Se me acabaron las fuerzas y mi esperanza en el Señor.» Fíjate en mi aflicción y en mi amargura, en la hiel que me envenena; no hago más que pensar en ello y estoy abatido. Pero hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza: que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión: antes bien, se renuevan cada mañana: ¡qué grande es tu fidelidad! El Señor es mi lote, me digo, y espero en él. El Señor es bueno para los que en él esperan y lo buscan; es bueno esperar en silencio la salvación del Señor.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 129,1-2.3-4.5-6.7-8

R/.
 Desde lo hondo a ti grito, Señor

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.


R/. Desde lo hondo a ti grito, Señor


Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón
y así infundes respeto. R/.


R/. Desde lo hondo a ti grito, Señor


Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora. R/.


R/. Desde lo hondo a ti grito, Señor


Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa. R/.


R/. Desde lo hondo a ti grito, Señor


Y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R/.

 

R/. Desde lo hondo a ti grito, Señor

 

Lecturas del Conmemoración de los fieles difuntos

Lunes, 2 de noviembre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-6):

   1 «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.

   2 En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar.

   3 Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.

   4 Y adonde yo voy sabéis el camino.»

   5 Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»

   6 Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.


Palabra del Señor

 

(Yo soy el camino, y la verdad, y la vida).

 

*El Señor me invita a reconocerlo como el camino, para que me de cuanta hacia donde tengo que ir. En muchas ocasiones he tomado otros caminos y me ha ido muy mal. La verdad; recuerdo que en una ocasión Pilatos pregunto: ¿Qué es la verdad? La verdad es que el Señor me ama y ha dado su vida por mí siendo yo un ingrato y pecador. La vida es dejarme amar del Señor, y en la medida que yo sienta y pueda experimentar como me ama, tendré la fuerza de poder amar a los de más. Es una alegría saber y entender que Dios  a mí me amó primero y es tanto su amor que: Cuando vaya y me prepare un sitio, volveré y me llevaré con él, para que donde esté él, esté también yo. Esa es mi espereza y la razón de mi fe*.   

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.