Miércoles, 27 de mayo de 2020
Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Juan (17,11b-19):
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.»
Palabra del Señor
(«Que sean
uno, como nosotros »).
*El Señor me invita a reconocer que: No soy del
mundo, que estoy en el mundo y que me envía al mundo. No soy del mundo, por lo
cual no puedo esperar recompensa, si yo no trabajo en una empresa, que da
bonificación a su empleado, a mí no me darán bonificación, porque es solo para
los que pertenecen a esa empresa. Estoy en el mundo, pero no es para que
yo haga un mundo paralelo al del Señor, sino para que me porte como extranjero,
si estoy de visita, en la casa de un gran amigo, uso todos los servicios de la
casa, pero no es mi casa. Soy enviado al mundo, pero no como jefe, ni dueño,
debo tener muy claro, a que me envió el Señor al mundo, me envía, como oveja
entre los lobos (y que hace una oveja entre los lobos, se deja comer, le sirve
de alimento, para que ellos no mueran). Es por eso que pido al Señor que
siempre me muestre cuál es la misión, a la que él, me has enviado a este mundo*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.