De la carta a los Hebreos 5, 11 -- 6, 8
EXHORTACIÓN A ATENDER LAS ENSEÑANZAS DE LO QUE ES PERFECTO
Hermanos: Tenemos mucho que decir de este tema; y es difícil de explicar, porque os habéis vuelto perezosos para entender. Pues debiendo ser ya maestros con el tiempo que lleváis, tenéis de nuevo necesidad de que se os enseñen los primeros rudimentos de los oráculos divinos, y os habéis vuelto tales que necesitáis leche y no manjar sólido. Pero quien se alimenta de leche no es capaz de entender la doctrina de la santidad, porque es todavía un niño. En cambio, el alimento sólido es propio de perfectos, de aquellos que, por la costumbre, tienen sus facultades ejercitadas para discernir el bien y el mal.
Por eso, dejando a un lado lo elemental de la doctrina de Cristo, vengamos a tratar de lo que es perfecto, sin reiterar los artículos fundamentales, como son: el arrepentimiento de las obras muertas y la fe en Dios; la doctrina sobre los bautismos e imposición de las manos; la resurrección de los muertos y el juicio eterno. Y lo vamos a hacer con la gracia de Dios.
Por lo que se refiere a los que una vez han sido iluminados, que saborearon el don celestial, que se hicieron partícipes del Espíritu Santo y gustaron la dulzura de la palabra de Dios y los prodigios del mundo futuro, pero luego cayeron en la apostasía, es imposible volverlos a renovar en el arrepentimiento; crucifican de nuevo por su cuenta al Hijo de Dios y lo exponen a pública afrenta. Pues la tierra que absorbe la lluvia que una y otra vez cae sobre ella, y da frutos valiosos para quienes la cultivan, recibe las bendiciones de Dios; pero la que da espinas y abrojos es inútil y está próxima a ser maldecida, y su fin será el fuego.
RESPONSORIO Hb 5, 12. 14; 1Co 3, 2
R. Debiendo ser ya maestros con el tiempo que lleváis, os habéis vuelto tales que necesitáis leche y no manjar sólido. * El alimento sólido es propio de perfectos.
V. Os di a beber leche; no os ofrecí manjar sólido, porque aún no lo admitíais.
R. El alimento sólido es propio de perfectos.