Viernes, 5 de octubre de 2018
Lo
que me dice: El Evangelio de: (Mateo
7,7-11). (Pedid y se os
dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe,
quien busca encuentra y al que llama se le abre.) *Puedo sentir una gran insistencia de parte
del Señor, siento que me está reclamando “Obediencia”. El ve como en tantas
ocasiones cuando acudo a él, pidiendo, buscando y llamándolo, siento que lo que
pido no lo recibo, lo que busco con tanta insistencia no aparece y lo llamo y
lo llamo y como que no soy escuchado, se me acaban las fuerza y me rindo y digo
ya no pido más, no buscare más, me siento cansado, abatido, atribulado y llamo
al Señor y el a mí como que no me escucha. El Señor que conoce muy bien esos
momentos, me invita a la insistencia y me reclama obediencia. No me queda la
menor duda de que el Señor es el gran maestro, él sabe muy bien que cuando pido,
cuando busco y cuando llamo me falta lo más importante. Es como una familia que
todos los años se reúnen para tener un delicioso almuerzo y se sientan todo a
la mesa, pero la comida no tiene sal, nadie come todos están desorientado,
algunos se ponen triste. Pero aparece uno y pide la sal, otro sale a buscarla y
la encuentra pero está en un lugar cerrado y comienza a llamar y le abren, toma
la sal y la lleva al almuerzo, todos se alegran y comienzan la fiesta. Lo que
le falta a mi petición, a mi buscar y a mi llamar es la palabra “Esperanza”.
Pedir con la “Esperanza” de voy a recibir, buscar con la “Esperanza” de que lo
voy a encontrar y llamar con la “Esperanza” de que el Señor siempre me
escucha*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》