Lecturas de la 14º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo
A
Martes, 7 de julio de 2020
Primera lectura
Lectura
de la profecía de Oseas (8,4-7.11.13):
Así dice el Señor: «Se nombraron reyes en Israel sin contar conmigo, se
nombraron príncipes sin mi aprobación. Con su plata y su oro se hicieron ídolos
para su perdición. Hiede tu novillo, Samaria, ardo de ira contra él. ¿Cuándo
lograréis la inocencia? Un escultor lo hizo, no es dios, se hace añicos el
novillo de Samaria. Siembran viento y cosechan tempestades; las mieses no echan
espiga ni dan grano, y, si lo dieran, extraños lo devorarían. Porque Efraín
multiplicó sus altares para pecar, para pecar le sirvieron sus altares. Aunque
les dé multitud de leyes, las consideran como de un extraño. Aunque inmolen
víctimas en mi honor y coman la carne, al Señor no le agradan. Tiene presente
sus culpas y castigará sus pecados: tendrán que volver a Egipto.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
113B,3-4.5-6.7ab-8.9-10
R/. Israel confía en el Señor
Nuestro Dios está en el cielo,
lo que quiere lo hace.
Sus ídolos, en cambio, son plata y oro,
hechura de manos humanas. R/.
R/. Israel confía en el Señor
Tienen boca, y no hablan;
tienen ojos, y no ven;
tienen orejas, y no oyen;
tienen nariz, y no huelen. R/.
R/. Israel confía en el Señor
Tienen manos, y no tocan;
tienen pies, y no andan.
Que sean igual los que los hacen,
cuantos confían en ellos. R/.
R/. Israel confía en el Señor
Israel confía en el Señor:
él es su auxilio y su escudo.
La casa de Aarón confía en el Señor:
él es su auxilio y su escudo. R/.
R/. Israel
confía en el Señor
Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (9,32-38):
32 Salían ellos todavía, cuando le
presentaron un mudo endemoniado.
33 Y expulsado el demonio, rompió a hablar
el mudo. Y la gente, admirada, decía: «Jamás se vio cosa igual en Israel.»
34 Pero los fariseos decían: «Por el Príncipe
de los demonios expulsa a los demonios.»
35 Jesús recorría todas las ciudades y
aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y
sanando todo enfermedad y toda dolencia.
36 Y al ver a la muchedumbre, sintió
compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen
pastor.
37 Entonces dice a sus discípulos: «La mies
es mucha y los obreros pocos.
38 Rogad, pues, al Dueño de la mies que
envíe obreros a su mies.»
Palabra del Señor
(Jesús recorría todas las ciudades
y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y
curando todas las enfermedades y todas las dolencias)
*El
Señor quiere que yo aprenda y entienda que lo que a él lo hace grande es “La
Compasión y La Misericordia” y como él tiene, una mirada de amor y de consuelo,
al necesitado, al abatido, al que se siente enfermo, al que se siente triste y
abandonado, al que no le encuentra sentido a la vida y su corazón gime en su
interior día y noche. El Señor me quiere sanar primero a mí, porque él
sabe cuánto me cuesta dedicar a la oración, él sabe cuánto me cuesta sacar
tiempo para leer su Palabra, y es ahí donde el me da, la sabiduría, me habla,
me corrige, me educa y me enseña. Pero tengo que ser realista y entender que el
Señor no me puede sanar si mí consentimiento, y el necesita saber si puede
contar conmigo, porque: “La
mies es mucha y los obreros pocos. Y hay muchas personas que se sienten, sola, abandonada, abatida,
triste, desesperada, y con muchas dificulta y el Desea saber si le puedo
entregar mi corazón para el limpiarla, sanarlo para utilizarlo para el bien de
los demás, él quiere saber si estoy dispuesto, él me invita no me obliga*.
*El que desea y quiere
amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.