Musica Para el Alma
jueves, 7 de noviembre de 2024
LUCAS 16,1-8 CICLO B
*Lecturas del Viernes de la 31ª semana del Tiempo
Ordinario*
Viernes, 8 de noviembre de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (16,1-8)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un
administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo
llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance
de tu gestión, porque quedas despedido." El administrador se puso a echar
sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para
cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para
que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su
casa." Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
"¿Cuánto debes a mi amo?" Éste respondió: "Cien barriles de
aceite." Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe
cincuenta." Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él
contestó: "Cien fanegas de trigo." Le dijo: "Aquí está tu
recibo, escribe ochenta." Y el amo felicitó al administrador injusto, por
la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son
más astutos con su gente que los hijos de la luz.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus
negocios que los que pertenecen a la luz»).
*Cuando utilizamos la astucia mal intencionada,
siempre lleva como amigo al maligno que busca como fingir, mentir, engañar,
para logran nuestro beneficio personal. Es muy distinto cuando usamos la astucia
para vivir como hijos de la luz. Como hijos de la luz que somos, iluminados por
la palabra de Dios, motivado por su Hijo Jesucristo, guiados por la gracia del Espíritu
Santo. Tenemos un llamado especial de vivir en el amor, la caridad y la
justicia entre las personas, especialmente con los pobres, los enfermos, los
ancianos, y todos aquellos que a través de nosotros le debe llegar la palabra
de Dios. Somos hijos de la luz significa que todos los días tenemos que rechazar
el poder de nuestro enemigo el diablo, y elegir seguir nuestra vida, bajo la
luz de nuestro hermano y amado Cristo Jesús, para sigua que siga brillando la
luz del evangelio*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL VIERNES 8
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
VIERNES SEMANA III
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Himno: CREADOR SEMPITERNO DE LAS COSAS.
Creador sempiterno de las cosas,
que gobiernas las noches y los días,
y, alternando la luz y las tinieblas,
alivias el cansancio de la vida.
Pon tus ojos, Señor, en quien vacila,
que a todos corrija tu mirada:
con ella sostendrás a quien tropieza
y harás que pague su delito en lágrimas.
Alumbra con tu luz nuestros sentidos,
desvanece el sopor de nuestras mentes,
y sé el primero a quien, agradecidas,
se eleven nuestras voces cuando suenen.
Glorificado sea el Padre eterno,
así como su Hijo Jesucristo,
y así como el Espíritu Paráclito,
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor;
ten misericordia de mí.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR
ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia de mí.
Ant 2. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico: LAMENTACIÓN DEL PUEBLO EN TIEMPO
DE HAMBRE Y DE GUERRA - Jr 14,17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
día y noche no cesan:
por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote
vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá?
¿tiene asco tu garganta de Sión?
¿Por que nos has herido sin remedio?
Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti.
No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Ant 3. El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL
TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
LECTURA BREVE 2Co 12,
9b-10
Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de
Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las
privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque
cuando soy débil, entonces soy fuerte.
RESPONSORIO BREVE
V. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
V. Indícame el camino que he de seguir.
R. Hazme escuchar tu gracia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
V. El Señor nos instruirá en sus caminos.
R. Y marcharemos por sus sendas.
PRIMERA LECTURA
Del libro
de la Sabiduría 16, 2b-13. 20-26
BENEFICIOS
QUE DIOS HACE A SU PUEBLO
Favoreciste
a tu pueblo y, para satisfacer su apetito, les proporcionaste codornices,
manjar desusado; así, mientras los egipcios, hambrientos, perdían el apetito
natural, asqueados por los bichos que les habías enviado, tus hijos, después de
pasar un poco de necesidad, se repartían un manjar desusado. Pues era justo que
a los opresores les sobreviniera una necesidad sin salida, y a aquéllos se les
mostrara sólo cómo eran torturados sus enemigos.
Pues cuando les sobrevino la terrible furia de las fieras y perecían mordidos
por serpientes tortuosas, tu ira no duró hasta el final; para que
escarmentaran, se les asustó un poco, pero tenían un emblema de salud como
recordatorio del mandato de tu ley; en efecto, el que se volvía hacia él sanaba
no en virtud de lo que veía, sino gracias a ti, Salvador de todos. Así
convenciste a nuestros enemigos de que eres tú quien libra de todo mal; a ellos
los mataron a picaduras alacranes y moscas, sin que hubiera remedio para sus
vidas, porque tenían merecido este castigo; a tus hijos, en cambio, ni los
dientes de culebras venenosas les pudieron, pues acudió a curarlos tu
misericordia.
Los aguijonazos les recordaban tus oráculos -y en seguida sanaban-, para que no
cayeran en profundo olvido y se quedaran sin experimentar tu acción benéfica.
Porque no los curó hierba ni emplasto, sino tu palabra, Señor, que lo sana
todo. Porque tú tienes poder sobre la vida y la muerte, llevas a las puertas
del infierno y haces regresar.
Alimentaste a tu pueblo con manjar de ángeles, les enviaste desde el cielo un
pan ya preparado, que podía brindar todas las delicias y satisfacer todos los
gustos; este sustento tuyo demostraba a tus hijos tu dulzura, pues servía al
deseo de quien lo tomaba y se convertía en lo que uno quería. Nieve y hielo
aguantaban el fuego sin derretirse, para que se supiera que el fuego -ardiendo
en medio de la granizada y centelleando entre los chubascos- aniquilaba los
frutos de los enemigos; pero el mismo, en otra ocasión, se olvidó de su propia
virtud, para que los justos se alimentaran.
Porque la creación, sirviéndote a ti, su hacedor, se tensa para castigar a los
malvados y se distiende para beneficiar a los que confían en ti. Por eso,
también entonces, tomando todas las formas, estaba al servicio de tu
generosidad, que da alimento a todos, a voluntad de los necesitados, para que
aprendieran tus hijos queridos, Señor, que no alimenta al hombre la variedad de
frutos, sino que es tu palabra quien mantiene a los que creen en ti.
RESPONSORIO
Sb 16, 20; Jn 6, 59
R. Alimentaste a tu pueblo con manjar de ángeles, les enviaste desde el
cielo un pan ya preparado, * pan que podía brindar todas las delicias y
satisfacer todos los gustos.
V. Este es el pan que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá
para siempre.
R. Pan que podía brindar todas las delicias y satisfacer todos los gustos.
SEGUNDA
LECTURA
De las
Disertaciones de san Gregorio de Nacianzo, obispo
(Disertación 7, en honor de su hermano Cesáreo, 23-24: PG 35, 786-787)
SANTA Y PIADOSA
ES LA IDEA DE ORAR EN FAVOR DE LOS DIFUNTOS
¿Qué es
el hombre, para que te acuerdes de él? Un gran misterio me envuelve y me
penetra. Pequeño soy y, al mismo tiempo, grande, exiguo y sublime, mortal e
inmortal, terreno y celeste. Con Cristo soy sepultado y con Cristo debo
resucitar; estoy llamado a ser coheredero de Cristo e hijo de Dios; llegaré
incluso a ser Dios mismo.
Esto es lo que significa nuestro gran misterio; esto lo que Dios nos ha
concedido, y para que nosotros lo alcancemos quiso hacerse hombre; quiso ser
pobre, para levantar así la carne postrada y dar la incolumidad al hombre que
él mismo había creado a su imagen; así todos nosotros lleguamos a ser uno en
Cristo, pues él ha querido que todos nosotros lleguemos a ser aquello mismo que
él es con toda perfección; así entre nosotros ya no hay judío ni gentil, no hay
esclavo ni libre, no hay varón ni mujer, es decir, no queda ya ningún residuo
ni discriminación de la carne, sino que brilla sólo en nosotros la imagen de
Dios, por quien y para quien hemos sido creados y a cuya semejanza estamos
plasmados y hechos, para que nos reconozcamos siempre como hechura suya.
¡Ojalá alcancemos un día aquello que esperamos de la gran munificencia y
benignidad de nuestro Dios! Él pide cosas insignificantes y promete en cambio
grandes dones, tanto en este mundo como en el futuro, a quienes lo aman
sinceramente. Sufrámoslo, pues, todo por él y aguantémoslo todo esperando en
él; démosle gracias por todo (él sabe ciertamente que con frecuencia nuestros
sufrimientos son un instrumento de salvación); encomendémosle nuestras vidas y
las de aquellos que, habiendo vivido en otro tiempo con nosotros, nos han
precedido ya en la morada eterna.
¡Señor y hacedor de todo y especialmente del ser humano! ¡Dios, Padre y guía de
los hombres que creaste! ¡Árbitro de la vida y de la muerte! ¡Guardián y
bienhechor de nuestras almas! ¡Tú que lo realizas todo en su momento oportuno
y, por tu Verbo, vas llevando a su fin todas las cosas según la sublimidad de
aquella sabiduría tuya que todo lo sabe y todo lo penetra! Te pedimos que
recibas ahora en tu reino a Cesáreo, que como primicia de nuestra comunidad ha
ido ya hacia ti.
Dígnate también, Señor, velar por nuestra vida, mientras moramos en este mundo,
y, cuando nos llegue el momento de dejarlo, haz que lleguemos a ti preparados
por el temor que tuvimos de ofenderte, aunque no ciertamente poseídos de
terror. No permitas, Señor, que en la hora de nuestra muerte, desesperados y
sin acordarnos de ti, nos sintamos como arrancados y expulsados de este mundo,
como suele acontecer con los hombres que viven entregados a los placeres de
esta vida, sino que, por el contrario, alegres y bien dispuestos, lleguemos a
la vida eterna y feliz, en Cristo Jesús Señor nuestro, a quien sea la gloria por
los siglos de los siglos. Amén.
RESPONSORIO
R. Te
rogamos, Señor Dios nuestro, que acojas benignamente a nuestros hermanos
difuntos, por quienes derramaste tu sangre; * recuerda que somos polvo, y que el
hombre es como el heno y como la flor del campo.
V. ¡Señor misericordioso, clemente y benigno!
R. Recuerda que somos polvo, y que el hombre es como el heno y como la flor
del campo.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san
Lucas (16,1-8):
1 Decía también a sus discípulos: «Era un hombre rico que
tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda;
2 le llamó y le
dijo: "¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya
no podrás seguir administrando."
3 Se dijo a sí mismo
el administrador: "¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración?
Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
4 Ya sé lo que voy a
hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus
casas."
5 «Y convocando uno
por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi
señor?"
6 Respondió:
"Cien medidas de aceite." El le dijo: "Toma tu recibo, siéntate
en seguida y escribe cincuenta."
7 Después dijo a
otro: "Tú, ¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de
trigo." Dícele: "Toma tu recibo y escribe ochenta."
8 «El señor alabó al
administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este
mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor ha visitado y redimido a su
pueblo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.
PRECES
Invoquemos a Cristo, que nació, murió y
resucitó por su pueblo, diciendo:
Salva, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.
Te bendecimos, Señor, a ti que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz:
mira con bondad a tu familia santa, redimida con tu sangre.
Tú que prometiste a los que en ti creyeran que manarían de su interior
torrentes de agua viva,
derrama tu Espíritu sobre todos los hombres.
Tú que enviaste a los discípulos a predicar el Evangelio,
haz que los cristianos anuncien tu palabra con fidelidad.
A los enfermos y a todos los que has asociado a los sufrimientos de tu pasión,
concédeles fortaleza y paciencia.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Llenos del Espíritu de Jesucristo, acudamos a nuestro Padre común, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Ilumina, Señor, nuestros corazones y
fortalece nuestras voluntades, para que sigamos siempre el camino de tus
mandatos, reconociéndote como nuestro guía y maestro. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: YO HE SENTIDO, SEÑOR, TU VOZ AMANTE
Yo he sentido, Señor, tu voz amante,
en el misterio de las noches bellas,
y en el suave temblor de las estrellas
la armonía gocé de tu semblante.
No me llegó tu acento amenazante
entre el fragor de trueno y de centellas;
al ánima llamaron tus querellas
como el tenue vagido de un infante.
¿Por qué no obedecí cuando te oía?
¿Quién me hizo abandonar tu franca vía
y hundirme en las tinieblas del vacío?
Haz, mi dulce Señor, que en la serena
noche vuelva a escuchar tu cantilena;
¡ya no seré cobarde, Padre mío! Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es grande, nuestro dueño más
que todos los dioses.
Salmo 134 I - HIMNO A DIOS POR SUS
MARAVILLAS
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
-en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Ant 2. Casa de Israel, bendice al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
Salmo 134 II.
Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se compadece de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.
Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Casa de Israel, bendice al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
Ant 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15,
3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
LECTURA BREVE St 1, 2-4
Hermanos míos, si estáis sometidos a tentaciones diversas, consideradlo como
una alegría, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce constancia. Pero
haced que la constancia dé un resultado perfecto, para que seáis perfectos e
íntegros, sin defectos en nada.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la
virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
V. Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su sangre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus
siervos, acordándose de su misericordia.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL
SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su
misericordia.
PRECES
Invoquemos al Hijo de Dios, a quien el
Padre entregó por nuestras faltas y lo resucitó para nuestra justificación,
diciendo:
Señor, ten piedad.
Escucha, Señor, nuestras súplicas, perdona los pecados de los que se confiesen
culpables
y en tu bondad otórganos el perdón y la paz.
Tú que, por medio del Apóstol nos has enseñado que donde se multiplicó el
pecado sobreabundó mucho más la gracia,
perdona con largueza nuestros muchos pecados.
Hemos pecado mucho, Señor, pero confiamos en tu misericordia infinita;
vuélvete a nosotros para que podamos convertirnos a ti.
Salva a tu pueblo de sus pecados, Señor,
y sé benévolo con nosotros.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Tú que abriste las puertas del paraíso al buen ladrón,
ábrelas también para nuestros hermanos difuntos.
Reconociendo que nuestra fuerza para no caer en la tentación se halla en Dios,
digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Padre santo, que quisiste que tu
Hijo fuese el precio de nuestro rescate, haz que vivamos de tal manera que,
tomando parte en los padecimientos de Cristo, nos gocemos también en la
revelación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL VIERNES 8 DE NOVIEMBRE 2024
*Lecturas del Viernes de la 31ª semana del Tiempo
Ordinario*
Viernes, 8 de noviembre de 2024
Primera
lectura
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,17–4,1):
Seguid mí ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que
tenéis en nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con
lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo:
su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas.
Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del
cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará
nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía
que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados,
mi alegría y mí corona, manteneos así, en el Señor, queridos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
121,1-2.4-5
R/. Vamos
alegres a la casa del Señor
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
*Lecturas del Viernes de la 31ª semana del Tiempo
Ordinario*
Viernes, 8 de noviembre de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (16,1-8)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un
administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo
llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance
de tu gestión, porque quedas despedido." El administrador se puso a echar
sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para
cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para
que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su
casa." Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
"¿Cuánto debes a mi amo?" Éste respondió: "Cien barriles de
aceite." Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe
cincuenta." Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" Él
contestó: "Cien fanegas de trigo." Le dijo: "Aquí está tu
recibo, escribe ochenta." Y el amo felicitó al administrador injusto, por
la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son
más astutos con su gente que los hijos de la luz.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus
negocios que los que pertenecen a la luz»).
*Cuando utilizamos la astucia mal intencionada,
siempre lleva como amigo al maligno que busca como fingir, mentir, engañar,
para logran nuestro beneficio personal. Es muy distinto cuando usamos la astucia
para vivir como hijos de la luz. Como hijos de la luz que somos, iluminados por
la palabra de Dios, motivado por su Hijo Jesucristo, guiados por la gracia del Espíritu
Santo. Tenemos un llamado especial de vivir en el amor, la caridad y la
justicia entre las personas, especialmente con los pobres, los enfermos, los
ancianos, y todos aquellos que a través de nosotros le debe llegar la palabra
de Dios. Somos hijos de la luz significa que todos los días tenemos que rechazar
el poder de nuestro enemigo el diablo, y elegir seguir nuestra vida, bajo la
luz de nuestro hermano y amado Cristo Jesús, para sigua que siga brillando la
luz del evangelio*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
miércoles, 6 de noviembre de 2024
LUCAS 15,1-10 CICLO B
*Lecturas del Jueves de la 31ª semana del Tiempo
Ordinario*
Jueves, 7 de noviembre de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (15,1-10)*
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores
a escucharle.
Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los
pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le
pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada,
hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros,
muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para
decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había
perdido." Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un
solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan
convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende
una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y,
cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles:
"¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido." Os digo
que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se
convierta.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Habrá más
alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta»).
*Esta lectura me viene a regalar
una alegría especia. El Señor, me hace una invitación a la sinceridad y ser
sincero es reconocer que hago cosas que no agradan al Señor, y les hacen daño a
otras personas. La buena noticia para mi es que el Señor me regala la luz que
me hace falta para descubrir eso, para que pueda entrar en esa alegría que
hasta los ángeles la pueden disfrutar. Siento algo así como una gran esperanza
de que un día mi corazón, se dejará conducir, se dejara guiar, por el amor de
Dios, ese día podre sentir la misma alegría que sienten los ángeles en el cielo
por un pecador que se convierta*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL JUEVES 7
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO ORDINARIO*
JUEVES
DE LA SEMANA III
De la Feria. Salterio III
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, porque él
es nuestro Dios.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, porque él
es nuestro Dios.
Himno: SEÑOR, CUANDO FLORECE UN NUEVO DÍA.
Señor, cuando florece un nuevo día
en el jardín del tiempo,
no dejes que la espina del pecado
vierta en él su veneno.
El trabajo del hombre rompe el surco
en el campo moreno;
en frutos de bondad y de justicia
convierte sus deseos.
Alivia sus dolores con la hartura
de tu propio alimento;
y que vuelvan al fuego de tu casa
cansados y contentos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Salmo 86 - HIMNO A JERUSALÉN, MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS.
Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí.»
Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado.»
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
Ant 2. El Señor llega con poder, y su
recompensa lo precede.
Cántico: EL BUEN PASTOR ES EL DIOS ALTISIMO Y SAPIENTÍSIMO - Is 40,
10-17
Mirad, el Señor Dios llega con poder,
y su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario
y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño,
su brazo lo reúne,
toma en brazos los corderos
y hace recostar a las madres.
¿Quién ha medido a puñados el mar
o mensurado a palmos el cielo,
o a cuartillos el polvo de la tierra?
¿Quién ha pesado en la balanza los montes
y en la báscula las colinas?
¿Quién ha medido el aliento del Señor?
¿Quién le ha sugerido su proyecto?
¿Con quién se aconsejó para entenderlo,
para que le enseñara el camino exacto,
para que le enseñara el saber
y le sugiriese el método inteligente?
Mirad, las naciones son gotas de un cubo
y valen lo que el polvillo de balanza.
Mirad, las islas pesan lo que un grano,
el Líbano no basta para leña,
sus fieras no bastan para el holocausto.
En su presencia, las naciones todas,
como si no existieran,
son ante él como nada y vacío.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor llega con poder, y su
recompensa lo precede.
Ant 3. Ensalzad al Señor, Dios nuestro,
postraos ante el estrado de sus pies.
Salmo 98 - SANTO ES EL SEÑOR, NUESTRO DIOS.
El Señor reina, tiemblen las naciones;
sentado sobre querubines, vacile la tierra.
El Señor es grande en Sión,
encumbrado sobre todos los pueblos.
Reconozcan tu nombre, grande y terrible:
Él es santo.
Reinas con poder y amas la justicia,
tú has establecido la rectitud;
tú administras la justicia y el derecho,
tú actúas en Jacob.
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo.
Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor, y él respondía.
Dios les hablaba desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos y la ley que les dio.
Señor, Dios nuestro, tú les respondías,
tú eras para ellos un Dios de perdón
y un Dios vengador de sus maldades.
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ensalzad al Señor, Dios nuestro,
postraos ante el estrado de sus pies.
LECTURA BREVE 1Pe 4, 10-11
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás,
como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que toma la
palabra que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio que lo haga en
virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por
medio de Jesucristo, Señor nuestro, cuya es la gloria y el imperio por los
siglos de los siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
V. Guardaré tus leyes.
R. Respóndeme, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
V. En ti, Señor, está la
fuente viva.
R. Y tu luz nos hace ver la
luz.
PRIMERA LECTURA
Del libro de la Sabiduría 13, 1-10; 14, 15-21; 15, 1-6
EL HOMBRE SABIO RECHAZA A LOS ÍDOLOS
Eran naturalmente vanos
todos los hombres que ignoraban a Dios, y fueron incapaces de conocer al que es
partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al
artífice fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al
viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las
lumbreras celestes, regidoras del mundo. Si, fascinados por su hermosura, los
creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de
la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso
es quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las creaturas, se
descubre por analogía al que les dio el ser.
Con todo, a éstos poco se
les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados buscando a Dios y
queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su
apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son
perdonables, porque si lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el
principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño? Son unos
desgraciados, ponen su esperanza en seres inertes, los que llamaron dioses a
las obras de sus manos humanas, al oro y la plata labrados con arte y a figuras
de animales, o a una piedra inservible, obra de mano antigua.
Un padre, desconsolado por
un luto prematuro, hace una imagen del hijo malogrado, y, al que antes era un
hombre muerto, ahora lo venera como un dios e instituye misterios e
iniciaciones para sus subordinados; luego arraiga con el tiempo esta impía
costumbre y se observa como ley. También por decreto de los soberanos se daba
culto a las estatuas; como los hombres, viviendo lejos, no podían venerarlos en
persona, representaron a la persona remota haciendo una imagen visible del rey
venerado, para así, mediante esta diligencia, adular presente al ausente.
La ambición del artista,
atrayendo aun a los que no lo conocían, promovió este culto; en efecto,
queriendo tal vez halagar al potentado, lo favorecía, forzando hábilmente el
parecido, y la gente, atraída por el encanto de la obra, juzga ahora digno de
adoración al que poco antes veneraba como hombre. Este hecho resultó una trampa
para el mundo: que los hombres, bajo el yugo de la desgracia y del poder,
impusieran el nombre incomunicable a la piedra y al leño.
Pero tú, Dios nuestro, eres
bueno, leal y paciente, y con misericordia gobiernas todas las cosas. Aunque
pequemos, somos tuyos, acatamos tu poder; pero no pecaremos, sabiendo que te
pertenecemos. La perfecta justicia consiste en conocerte a ti, y reconocer tu
poder es la raíz de la inmortalidad. No nos extraviaron las malas artes
inventadas por los hombres, ni el trabajo estéril de los pintores -figuras
realizadas con manchas polícromas-; su contemplación apasiona a los necios, que
se entusiasman con la imagen sin aliento de un ídolo muerto. Están enamorados
del mal y son dignos de tales esperanzas tanto los autores como los entusiastas
y los adoradores.
RESPONSORIO Rm 1, 20; Sb 13, 5. 1
R. Después de la creación
del mundo, conocemos los atributos invisibles de Dios, aprehendidos mediante
las creaturas. * Pues, por la magnitud y belleza de las creaturas, se descubre
por analogía al que les dio el ser.
V. Eran naturalmente vanos
todos los hombres que ignoraban a Dios.
R. Pues, por la magnitud y
belleza de las creaturas, se descubre por analogía al que les dio el ser.
SEGUNDA LECTURA
De las Catequesis de san Cirilo de Jerusalén, obispo
(Catequesis 5, Sobre la fe y el símbolo, 12-13: PG 33, 519-523)
SOBRE EL SÍMBOLO DE LA FE
Al aprender y profesar la
fe, adhiérete y conserva solamente la que ahora te entrega la Iglesia, la única
que las santas Escrituras acreditan y defienden. Como sea que no todos pueden
conocer las santas Escrituras, unos porque no saben leer, otros porque sus
ocupaciones se lo impiden, para que ningún alma perezca por ignorancia, hemos
resumido, en los pocos versículos del símbolo, el conjunto de los dogmas de la
fe.
Procura, pues, que esta fe
sea para ti como un viático que te sirva toda la vida y, de ahora en adelante,
no admitas ninguna otra, aunque fuera yo mismo quien, cambiando de opinión, te
dijera lo contrario, o aunque un ángel caído se presentara ante ti disfrazado
de ángel de luz y te enseñara otras cosas para inducirte al error. Pues aunque
nosotros mismos o un ángel del cielo os predicáramos un evangelio distinto del
que habéis recibido, tened por anatema al que tal cosa hiciere.
Esta fe que estáis oyendo
con palabras sencillas retenedla ahora en la memoria y, en el momento oportuno,
comprenderéis, por medio de las santas Escrituras, lo que significa exactamente
cada una de sus afirmaciones. Porque tenéis que saber que el símbolo de la fe
no lo han compuesto los hombres según su capricho, sino que las afirmaciones
que en él se contienen han sido entresacadas del conjunto de las santas
Escrituras y resumen toda la doctrina de la fe. Y a la manera de la semilla de
mostaza, que, a pesar de ser un grano tan pequeño, contiene ya en sí la
magnitud de sus diversas ramas, así también las pocas palabras del símbolo de
la fe resumen y contienen, como en una síntesis, todo lo que nos da a conocer
el antiguo y el nuevo Testamento.
Velad, pues, hermanos, y
conservad cuidadosamente la tradición que ahora recibís y grabadla en el
interior de vuestro corazón.
Poned todo cuidado, no sea
que el enemigo, encontrando a alguno de vosotros desprevenido y remiso, le robe
este tesoro, o bien se presente algún hereje que, con sus errores, contamine la
verdad que os hemos entregado. Recibir la fe es como poner en el banco el
dinero que os hemos entregado; Dios os pedirá cuenta de este depósito. Os
recomiendo -como dice el Apóstol-, en la presencia de Dios, que da vida a todas
las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan solemne
testimonio, que guardéis sin mancha la fe que habéis recibido, hasta el día de
la manifestación de Cristo Jesús.
Ahora se te hace entrega del
tesoro de la vida, pero el Señor, el día de su manifestación, te pedirá cuenta
de él cuando aparezca como el bienaventurado y único monarca, Rey de reyes y
Señor de los señores, el único inmortal, el que habita en la luz inaccesible, a
quien ningún hombre vio ni puede ver. A él la gloria, el honor y el imperio por
los siglos de los siglos. Amén.
RESPONSORIO Hb 10, 38-39; Ha 2, 4
R. Mi justo vivirá por la
fe, pero si vuelve atrás no pondré más en él mi complacencia. * Nosotros no
somos de los que se vuelven atrás para su perdición, sino hombres de fe que
vamos hacia la salvación de nuestras almas.
V. El que es incrédulo no
tiene en sí un alma recta.
R. Nosotros no somos de los
que se vuelven atrás para su perdición, sino hombres de fe que vamos hacia la
salvación de nuestras almas.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas
(15,1-10):
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores
a escucharle.
Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los
pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le
pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada,
hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros,
muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para
decirles: "¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había
perdido." Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un
solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan
convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende
una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y,
cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles:
"¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido." Os
digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador
que se convierta.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Sirvamos al Señor con santidad y nos librará de la mano de
nuestros enemigos.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sirvamos al Señor con santidad y
nos librará de la mano de nuestros enemigos.
PRECES
Demos gracias al Señor, que guía y alimenta con amor a su pueblo,
y digámosle:
Te glorificamos por siempre, Señor.
Señor, rey del universo, te alabamos por el amor que nos tienes,
porque de manera admirable nos creaste y más admirablemente aún nos redimiste.
Al comenzar este nuevo día, pon en nuestros corazones el anhelo de servirte,
para que te glorifiquemos en todos nuestros pensamientos y acciones.
Purifica nuestros corazones de todo mal deseo,
y haz que estemos siempre atentos a tu voluntad.
Danos un corazón abierto a las necesidades de nuestros hermanos,
para que a nadie falte la ayuda de nuestro amor.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acudamos ahora a nuestro Padre celestial, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno: a los pueblos que viven en tiniebla y
en sombra de muerte, ilumínalos con tu luz, ya que con ella nos ha visitado el
sol que nace de lo alto, Jesucristo, nuestro Señor. Él, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ENFRÍA, SEÑOR, MI BOCA
Enfría, Señor, mi boca;
Señor, reduce mi brasa;
dame, como te lo pido,
concordia de cuerpo y alma.
Frente al perverso oleaje,
ponme costado de gracia;
dame, como te demando,
concordia de cuerpo y alma.
Señor, mitiga mi angustia;
remite, Señor, mi ansia;
dame, como te la clamo,
concordia de cuerpo y alma.
No dejes que los sentidos
me rindan en la batalla;
Señor, Señor, no me niegues
concordia de cuerpo y alma. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.
Salmo 131 I - PROMESAS A LA CASA DE DAVID.
Señor, tenle en cuenta a David
todos sus afanes:
cómo juró al Señor
e hizo voto al Fuerte de Jacob:
«No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos,
ni reposo a mis párpados,
hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el Fuerte de Jacob.»
Oímos que estaba en Efrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies.
Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles te aclamen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Que tus fieles, Señor, te aclamen
al entrar en tu morada.
Ant 2. El Señor ha elegido a Sión, ha
deseado vivir en ella.
Salmo 131 II.
El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.
Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandatos que les enseño,
también sus hijos, por siempre,
se sentarán sobre tu trono.»
Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.
Bendeciré sus provisiones,
a sus pobres los saciaré de pan;
vestiré a sus sacerdotes de gala,
y sus fieles aclamarán con vítores.
Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha elegido a Sión, ha
deseado vivir en ella.
Ant 3. El Señor le dio el poder, el honor
y el reino, y todos los pueblos le servirán.
Cántico: EL JUICIO DE DIOS Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las naciones,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos,
y los que moráis en sus tiendas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor le dio el poder, el honor
y el reino, y todos los pueblos le servirán.
LECTURA BREVE 1Pe 3, 8-9
Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal,
con ternura, con humildad. No devolváis mal por mal o insulto por insulto; al
contrario, responded con una bendición, porque vuestra vocación mira a esto: a
heredar una bendición.
RESPONSORIO BREVE
V. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
R. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
V. Nos sació con miel silvestre.
R. Con flor de harina.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los
humildes.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor derriba del trono a los
poderosos y enaltece a los humildes.
PRECES
Invoquemos a Cristo, pastor, protector y ayuda de su pueblo,
diciendo:
Señor, refugio nuestro, escúchanos.
Bendito seas, Señor, que nos has llamado a tu santa Iglesia;
haz que seamos fieles a esta dignación de tu amor.
Tú que has encomendado al Papa Francisco la preocupación por todas las
Iglesias,
concédele una fe inquebrantable, una esperanza viva y una caridad solícita.
Da a los pecadores la conversión, a los que caen, fortaleza,
y concede a todos la penitencia y la salvación.
Tú que quisiste habitar en un país extranjero,
acuérdate de los que viven lejos de su familia y de su patria.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
A todos los difuntos que esperaron en ti,
concédeles el descanso eterno.
Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos con plena confianza a Dios
nuestro Padre:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso, te damos gracias por el día que termina e
imploramos tu clemencia para que nos perdones benignamente todas las faltas
que, por la fragilidad de la condición humana, en él hayamos cometido. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.