*Lecturas de Santo Tomás, apóstol*
Miércoles, 3 de julio de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (20,24-29)*
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino
Jesús.
Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no
meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo
creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos.
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a
vosotros.»
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela
en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!»
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin
haber visto.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
«Trae tu dedo, aquí tienes mis
manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino
creyente.»
*En los momentos que nos alejamos de Jesús; nos
pueden decir cosas muy buenas y que nos pueden ayudar bastante, pero dentro
tenemos, sentimientos encontrados, que nos hacen entrar en la duda. Cuando
estamos sumergidos en sentimientos muy pobres, sentimientos que muchas veces,
nos impiden levantarnos y ver las cosas de buen modo, porque muchas veces nos
resistimos a creer que el bien existe y es posible. Jesús siempre llegara a
nuestra vida en los momentos más difíciles, en los momentos que más lo
necesitamos, e introducirá dentro de nosotros su paz, y nos dará la oportunidad
de tocarle, y cuando le toquemos, podremos decir: «¡Señor
mío y Dios mío!» Y por creer Jesús, nos convertiremos en personas dichosas,
porque hemos creído sin haber visto*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
*V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna*.
*R. Amén*.