Jueves, 31 de diciembre de 2020
Evangelio
Comienzo
del santo evangelio según san Juan (1,1-18):
1 En el principio existía la Palabra y
la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
2 Ella estaba en el principio con Dios.
3 Todo se hizo por ella y sin ella no se
hizo nada de cuanto existe.
4 En ella estaba la vida y la vida era la
luz de los hombres,
5 y la luz brilla en las tinieblas, y las
tinieblas no la vencieron.
6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se
llamaba Juan.
7 Este vino para un testimonio, para dar
testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.
8 No era él la luz, sino quien debía dar
testimonio de la luz.
9 La Palabra era la luz verdadera que
ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho
por ella, y el mundo no la conoció.
11 Vino a su casa, y los suyos no la
recibieron.
12 Pero a todos los que la recibieron les
dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre;
13 la cual no nació de sangre, ni de deseo
de hombre, sino que nació de Dios.
14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su
Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del
Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
15 Juan da testimonio de él y clama: «Este
era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí,
porque existía antes que yo.»
16 Pues de su plenitud hemos recibido todos,
y gracia por gracia.
17 Porque la Ley fue dada por medio de
Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
18 A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo
único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.
Palabra del Señor
(Vino a
su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les dio
poder de ser hijos de Dios).
*Esta
lectura para mí, tiene su centro en el amor y en la misericordia del Dios
creador, el Dios que hace, que las cosas sucedan. Juan el Bautista nunca se
cansó de gritar hasta ser decapitado: Arrepentíos y convertíos. Dios manda a su
hijo a mi vida con la firme y clara decisión de hacerme su hijo por adopción, e
hizo que la palabra se hiciera carne y pudiera habitar dentro de mi corazón. La
buena noticia para mí es que el Señor todo lo ha creado para mí, para que yo lo
cuide y lo disfrute: y a todos los que desean recibir "A su Hijo, y Su
Palabra" les da poder de ser hijo de Dios. El Señor atreves de su hijo me
hace una invitación para que me decida de una vez y para siempre entrar en la
gracia de amar su voluntad*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.