Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (9,1-8):
1 Subiendo a la barca, pasó a la otra
orilla y vino a su ciudad.
2 En esto le trajeron un paralítico postrado
en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡Animo!,
hijo, tus pecados te son perdonados.»
3 Pero he aquí que algunos escribas dijeron
para sí: «Este está blasfemando.»
4 Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo:
«¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus
pecados te son perdonados", o decir:
5 "Levántate y anda"?
6 Pues para que sepáis que el Hijo del
hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice entonces al
paralítico -: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".»
7 El se levantó y se fue a su casa.
8 Y al ver esto, la gente temió y glorificó
a Dios, que había dado tal poder a los hombres.
Palabra del Señor
«¡Animo!,
hijo, tus pecados te son perdonados.».
*Que
gran enseñanza para mi saber que el orden del Señor es mucho mejor que el mío. Para
mí, es más importante lo que se ve por fuera, porque me gusta la apariencia. El
Señor me hace ver que mi verdadera parálisis está dentro de mí. El orden del
Señor es: Primero levantar mi esperanza, levantar mi estado de ánimo, levantar
mi deseo de vivir, lavar y purificar mi alma, producir en mí una experiencia
totalmente distinta. El quiere entrar en lo más profundo de mi alma y cundo
llega ese lugar tan distante dentro de mí, ahí desea depositar en mí, su
perdón, su gracia, su amor, su paz y su misericordia. Y cuando todos estos
regalos y dones comienzan a germinar dentro de mí. Luego que dentro de mis las
cosas están bien, entonces comenzar a reparar mi vida por fuera las que las
personas pueden ver, y ahí terminada su gran obra maestra pronuncia sobre mi
esta palabra: "Levántate Juan Ramon, toma tu camilla y vete a tu
casa"*.
*El que desea y quiere
amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.