Lo que me dice: El Santo Evangelio: Viernes, 9 de junio de
2017
(Marcos
12,35-37). En ocasiones me he
podido encontrar que la palabra del Señor se convierte en un motivo de
polémica, y cuando una persona se sabe tres sitas bíblica, entiende que es un
sabio en la palabra, y cuando uno se queda escuchando me puedo dar cuenta, que
detrás se esconde una incapacidad enorme de entender la palabra de DIOS y sobre
todo para entender el anuncio de la buena noticia. En mi caso fueron muchos los
años en que la palabra siempre la enfocaba para el otro, como era catequista,
me quedaba claro que yo estaba en la luz y que el otro era que necesitaba de la
palabra no yo, y nunca trataba de aplicarme la palabra a mí. Nunca podía
entender al apóstol Santiago en su carta en el capítulo 4 en una parte que
dice: (No habléis mal unos de otros hermanos. El que habla mal de un hermano o
juzga a un hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley. Y si juzga a la ley no
eres cumplidor de la ley sino un juez. Pero tú, ¿Quién eres para juzgar al
prójimo?) Es incomodo aplicarme esta palabra a mí mismo, porque como me creo
bueno. Ahora puedo entender a estas personas que fueron corregidos por el
Señor. Es muy impresionante en la forma que el Señor me quiere ayudar ¿y a mí que me toca hacer? aplicarme los
testo bíblico que me gustan y también aplicarme aquellos que no me gustan y me
producen incomodada porque remueven la basura que llevo dentro.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser,
SANTO 》