24 de septiembre
NUESTRA SEÑORA DE
LA MERCED
PRIMERA LECTURA
Lectura del profeta Jeremías 30,8-11a
Aquel día —oráculo del Señor de los Ejércitos—
romperé el yugo de tu cuello, pueblo mío, y haré saltar tus correas; ya no
servirán a extranjeros, sino que servirán al Señor su Dios, y a David su rey,
que le suscitaré. Y tú no temas, siervo mío Jacob, —oráculo del Señor— no te
asustes, Israel; porque yo mismo té salvaré del país lejano, a tu descendencia
del país del destierro. Descansará Jacob, sin turbación, reposará, sin alarmas.
Porque yo estoy contigo —oráculo del Señor— para salvarte.
¡Palabra de Dios!.