Lecturas
de Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia
15 Oct 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (11,42-46)*
En aquel tiempo, dijo el Señor: «¡Ay de
vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de
toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios!
Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos,
que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la
calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin
saberlo!»
Un maestro de la Ley intervino y le dijo: «Maestro, diciendo eso nos ofendes
también a nosotros.»
Jesús replicó: «¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la
gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un
dedo!»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(«¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley,
que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las
tocáis ni con un dedo!»)
*Estas palabras de Jesús, no son para herir a
estas personas, son palabras para amonestarlo, para que puedan despertar del
sueño, porque están soñando que ellos son buenas personas y los demás tienen
que esforzarse más que ellos. También esta lectura es para despertarme a mí,
que estoy muy cómodo exigiéndoles a los de más, como tienen que ser, como tienen
que comportarse y como tienen que hacer las cosas; ellos son los que están mal
no yo. Jesús mi maestro, también me habla con claridad y no con medias tintas. Toda
esta lección es para que pueda aprender y entender que lo que quiero que me
hagan los demás, también ellos esperan de mi eso mismo. El Señor me invita a no
exigir, sino que mi corazón también esté dispuesto, no solo a lo más fácil, también
a lo difícil, no solo a lo sabroso, también a lo desabrido, no solo a lo que me
gusta, también a lo que no me gusta, no solo al descanso, también al trabajo. No estoy llamado a ser juez, yo tengo una misión que es a
hacer la voluntad del Padre: amar y servir*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.