Musica Para el Alma
martes, 28 de febrero de 2023
LUCAS 11,29-32 CICLO A
*Lecturas del Miércoles de
la 1ª semana de Cuaresma*
Miércoles,
1 de marzo de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio segun san Lucas
(11,29-32)*
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará
más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los
habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta
generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la
tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que
Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán
que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y
aquí hay uno que es más que Jonás».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Esta
generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más
signo que el signo de Jonás)
*Cuando
vemos que se forman nubes oscuras en el horizonte, sabemos que se avecina una
tormenta. Jesús parece darse cuenta de que la oposición a Su enseñanza está
tomando un giro siniestro. Habla del juicio final. El Hijo del Hombre está
destinado a convertirse en un signo como Jonás, quien fue enterrado dentro de
la ballena durante tres días antes de ser regurgitado en la playa para
completar su misión. Jesús será sepultado en la tumba de la muerte. Jesús está
llamando a esta generación a arrepentirse tal como lo hizo Jonás con los
ninivitas. La conversión significa un cambio de corazón para recibir las
palabras de salvación que predica Jesús. La Reina del Sur viajó una gran
distancia para escuchar la sabiduría de Salomón, pero el pueblo de Israel
rechaza el mensaje de Jesús que está a su lado. Estas palabras nos desafían a
reflexionar sobre nuestra propia conversión continua. ¿Estamos realmente
permitiendo que las palabras de Jesús guíen nuestra vida y nuestra voluntad?
¿En qué área de mi vida todavía necesito la conversión?*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL MIERCOLES 1
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO DE CUARESMA
MIÉRCOLES
DE LA SEMANA I
Propio del Tiempo. Salterio I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros
murió, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: CUANDO VUELTO HACIA TI DE MI PECADO.
Cuando vuelto hacia ti de mi pecado
iba pensando en confesar sincero
el dolor desgarrado y verdadero
del delito de haberte abandonado;
cuando pobre volvime a ti humillado,
me ofrecí como inmundo pordiosero;
cuando, temiendo tu mirar severo,
bajé los ojos, me sentí abrazado.
Sentí mis labios por tu amor sellados
y ahogarse entre tus lágrimas divinas
la triste confesión de mis pecados.
Llenóse el alma en luces matutinas,
y, viendo ya mis males perdonados,
quise para mi frente tus espinas. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Salmo 35 - DEPRAVACIÓN DEL MALVADO Y BONDAD DE DIOS
El malvado escucha en su interior
un oráculo del pecado:
«No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia.»
Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.
Las palabras de su boca son maldad y traición,
renuncia a ser sensato y a obrar bien;
acostado medita el crimen,
se obstina en el mal camino,
no rechaza la maldad.
Señor, tu misericordia llega al cielo,
tu fidelidad hasta las nubes,
tu justicia hasta las altas cordilleras;
tus sentencias son como el océano inmenso.
Tú socorres a hombres y animales;
¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;
los humanos se acogen a la sombra de tus alas;
se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das a beber del torrente de tus delicias,
porque en ti está la fuente viva
y tu luz nos hace ver la luz.
Prolonga tu misericordia con los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche fuera la mano del malvado.
Han fracasado los malhechores;
derribados, no se pueden levantar.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Ant 2. Señor, tú eres grande, tu fuerza es
invencible.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR DEL MUNDO Y PROTECTOR DE SU PUEBLO Jdt
16, 2-3. 15-19
¡Alabad a mi Dios con tambores,
elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
ensalzad e invocad su nombre!
porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.
Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor, tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.
Que te sirva toda la creación,
porque tú lo mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste,
nada puede resistir a tu voz.
Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tu presencia se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, tú eres grande, tu fuerza es
invencible.
Ant 3. Aclamad a Dios con gritos de
júbilo.
Salmo 46 - ENTRONIZACIÓN DEL DIOS DE ISRAEL
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
El nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
El nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abraham;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y él es excelso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aclamad a Dios con gritos de
júbilo.
LECTURA BREVE Dt 7, 6. 8-9
El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la
tierra, el pueblo de su propiedad. Por el amor que os tiene y por mantener el
juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte
y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto. Así
conocerás que el Señor, tu Dios, es el Dios verdadero, el Dios fiel que
mantiene su alianza y su favor, por mil generaciones, con los que lo aman y
guardan sus preceptos.
RESPONSORIO BREVE
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.
V.
Convertíos y haced penitencia.
R. Haceos un
corazón nuevo y un espíritu nuevo.
PRIMERA LECTURA AÑO (I)
Del libro del Deuteronomio 10, 12 -- 11, 9.26-28
ELEGID AL SEÑOR COMO ÚNICO DIOS
En aquellos días, dijo
Moisés al pueblo estas palabras:
«Y ahora, Israel, ¿qué es lo
que te exige el Señor, tu Dios? Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus
caminos y lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda
el alma, que guardes los preceptos del Señor, tu Dios, y los mandatos que yo te
mando hoy, para tu bien. Cierto: del Señor, tu Dios, son los cielos, hasta el
último cielo, la tierra y cuanto hay en ella; con todo, sólo con vuestros
padres se ligó con alianza de amor, y escogió a su descendencia, a vosotros
mismos, de entre todos los pueblos, como sucede hoy.
Circuncidad vuestro corazón,
no endurezcáis vuestra cerviz; que el Señor, vuestro Dios, es Dios de dioses y
Señor de señores, Dios grande, fuerte y terrible, no es parcial ni acepta
soborno, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al forastero, dándole pan
y vestido. Amad, pues, al forastero, porque forasteros fuisteis también
vosotros en Egipto. Temerás al Señor, tu Dios, lo servirás, vivirás unido a él
y jurarás en su nombre. Él será tu alabanza, él será tu Dios, pues él hizo a tu
favor las terribles hazañas que tus ojos han visto. Setenta eran tus padres
cuando bajaron a Egipto, y ahora el Señor, tu Dios, te ha hecho numeroso como
las estrellas del cielo.
Amarás, pues, al Señor, tu
Dios, guardarás sus consignas, sus decretos y preceptos, mientras te dure la
vida.
Atended, pues, hoy a lo que
os digo. Me estoy dirigiendo a vosotros, no a vuestros hijos que no han
conocido ni han visto las lecciones del Señor, vuestro Dios, su grandeza y la
fuerza de su brazo extendido, los portentos y hazañas que realizó en medio de Egipto
contra el Faraón y toda su tierra; lo que hizo con el ejército egipcio, con sus
carros y caballos, que sepultó bajo las aguas del mar Rojo cuando os
perseguían, y cómo los aniquiló hasta el día de hoy; todo cuanto hizo por
vosotros en el desierto, hasta que llegasteis a este lugar; lo que hizo con
Datán y Abirón, hijos de Eliab, descendiente de Rubén, cuando la tierra abrió
sus fauces y se los tragó con sus familias, sus tiendas y todo lo que tenían.
Me estoy dirigiendo a vosotros, que habéis visto con vuestros propios ojos las
grandes hazañas que llevó a cabo el Señor.
Guardad fielmente los
preceptos que yo os prescribo hoy: así seréis fuertes, entraréis y tomaréis
posesión de la tierra que vais a pasar a ocupar; prolongaréis vuestros años
sobre la tierra que el Señor, vuestro Dios, prometió dar a vuestros padres y a
su descendencia: una tierra que mana leche y miel.
Mirad, hoy pongo ante
vosotros bendición y maldición: la bendición, si escucháis los preceptos del
Señor, vuestro Dios, que os mando hoy; la maldición, si no escucháis los
preceptos del Señor, vuestro Dios, y os desviáis del camino que hoy os marco,
yendo detrás de dioses extranjeros, que no habíais conocido.»
RESPONSORIO
1Jn 4, 19; 5, 3; 2, 5
R. Amemos a
Dios, porque él nos amó primero. En esto consiste el amor a Dios: en que
guardemos sus mandamientos; * y sus mandamientos no son pesados.
V. Quien
guarda su palabra posee el perfecto amor de Dios.
R. Y sus
mandamientos no son pesados.
PRIMERA LECTURA AÑO (II)
Del libro del Éxodo 10,
21 -- 11, 10
PLAGA DE LAS TINIEBLAS Y
ANUNCIO DE LA MUERTE DE LOS PRIMOGÉNITOS
El Señor dijo a Moisés:
«Extiende tu mano hacia el cielo, y se extenderá sobre el país de Egipto una
oscuridad palpable.»
Moisés extendió la mano hacia el cielo, y una densa oscuridad cubrió el país de
Egipto durante tres días. No se veían los egipcios unos a otros, ni se movieron
de su sitio durante tres días, mientras que todos los hijos de Israel tenían
luz en sus poblados. El Faraón llamó a Moisés y le dijo:
«Id a ofrecer culto al Señor. También los niños pueden ir con vosotros, pero
dejad las ovejas y las vacas.»
Respondió Moisés:
«Tienes que dejarnos llevar víctimas para los sacrificios que hemos de ofrecer
al Señor, nuestro Dios. También el ganado tiene que venir con nosotros, sin
quedar ni una res, pues de ello tenemos que ofrecer al Señor, nuestro Dios, y
no sabemos qué hemos de ofrecer al Señor hasta que lleguemos allá.» Pero el
Señor permitió que el Faraón se empeñara en no dejarlos marchar. El Faraón, pues,
le dijo:
«Sal de mi presencia, y cuidado con volver a presentarte. Si te vuelvo a ver,
morirás inmediatamente.»
Respondió Moisés:
«Tú lo has dicho: no volveré a ver tu rostro. Pues esto dice el Señor: "A
media noche pasaré yo a través de Egipto: morirán todos los primogénitos de
Egipto, desde el primogénito del Faraón que se sienta en el trono, hasta el
primogénito de la sierva que atiende al molino, y todos los primogénitos del
ganado. Y se oirá un gran clamor por todo Egipto como nunca lo ha habido ni lo
habrá. Mientras que a los hijos de Israel ni un perro les ladrará, ni a los
hombres ni a las bestias; para que sepáis que el Señor distingue entre Egipto e
Israel." Entonces todos estos ministros tuyos acudirán a mí y, postrados
ante mí, me pedirán: "Sal con el pueblo que te sigue." Y yo entonces
saldré.»
Y, lleno de ira, salió Moisés de la presencia del Faraón. El Señor había dicho
a Moisés:
«El Faraón no os hará caso, y así se multiplicarán mis prodigios en Egipto.»
Moisés y Aarón habían hecho toda clase de prodigios en presencia del Faraón,
pero el Señor permitió que el Faraón se empeñara en no dejar salir a los
israelitas de su tierra. El Señor había dicho a Moisés:
«Todavía tengo que enviar una plaga al Faraón y a su país. Después os dejará marchar
de aquí, es decir, él mismo os apremiará a salir. Habla a todo el pueblo:
"Que cada hombre pida a su vecino y cada mujer a su vecina utensilios de
oro y plata."»
El Señor hizo que el pueblo se ganase el favor de los egipcios; y también
Moisés era muy estimado en Egipto por los ministros del Faraón y por el pueblo.
RESPONSORIO Sb 18, 4; 17,
20; 18, 1
R. Bien merecían verse privados de luz
los que tuvieron encerrados en prisión a tus hijos, * los cuales habían de dar
al mundo la luz imperecedera de la ley.
V. Sobre los egipcios se extendía una
espesa noche, mientras tus santos disfrutaban de espléndida luz.
R. Los cuales habían de dar al mundo
la luz imperecedera de la ley.
SEGUNDA LECTURA
De las Demostraciones
de Afraates, obispo
(Demostración 11, Sobre la circuncisión, 11-12: PS 1, 498-503
LA CIRCUNCISIÓN DEL
CORAZÓN
La ley y la alianza antiguas fueron totalmente cambiadas. Primeramente, el
pacto con Adán fue sustituido por el de Noé; más tarde, el concertado con
Abraham fue reformado por el de Moisés. Mas como la alianza mosaica no fue
observada, al llegar la plenitud de los tiempos vino la nueva alianza, ésta ya
definitiva. En efecto, el pacto con Adán se basaba en el mandato de no comer
del árbol de la vida; el de Noé en el arco iris; el de Abraham, elegido por su
fe, en la circuncisión, como sello característico de su descendencia; el de
Moisés en el cordero pascual, propiciación para el pueblo.
Todas estas alianzas eran diversas entre sí. Ahora bien, la circuncisión grata
a los ojos de aquel de quien procedían todas estas alianzas es la que dice
Jeremías: Circuncidad el prepucio de vuestros corazones. Pues si el pacto
concertado por Dios con Abraham fue firme, también éste es firme e inmutable, y
ninguna ley se le puede añadir, ya venga de los que están fuera de la ley, ya
de los que están sometidos a la ley.
Dios, en efecto, dio a Moisés la ley con todas sus observancias y preceptos,
mas, como ellos no la observaron, anuló la ley y sus preceptos; prometió que
había de establecer una nueva alianza, la cual afirmó que sería distinta de la
primera, por más que él mismo sea el autor de ambas. Y ésta es la alianza que
prometió darnos: Todos me conocerán, desde el pequeño al grande. Y en esta
alianza ya no existe la circuncisión carnal como signo de pertenencia a su
pueblo.
Sabemos con certeza, queridos hermanos, que Dios impuso, en las diversas
generaciones, unas leyes, que estuvieron en vigor hasta que él quiso y que más
tarde quedaron anuladas, tal como dice el Apóstol, a saber, que el reino de
Dios subsistió antiguamente en multitud de semejanzas, según las diversas
épocas.
Ahora bien, nuestro Dios es veraz y sus preceptos son fidelísimos; por esto
cada una de las alianzas fue en su tiempo firme y verdadera, y los circuncisos
de corazón viven y son de nuevo circuncidados en el verdadero Jordán, que es el
bautismo para el perdón de los pecados. Jesús, hijo de Nun, o sea Josué,
circuncidó al pueblo por segunda vez con un cuchillo de piedra, cuando él y su
pueblo atravesaron el Jordán; Jesús, nuestro salvador, circuncida por segunda
vez, con la circuncisión del corazón, a todos los que creen en él y reciben el
baño bautismal, los cuales son circuncidados con la espada, que es la palabra
de Dios, más tajante que espada de dos filos.
Jesús, hijo de Nun, introdujo al pueblo en la tierra prometida; Jesús, nuestro
salvador, ha prometido la tierra de la vida a todos los que atraviesen el
verdadero Jordán, crean y sean circuncidados en su corazón.
Dichosos, pues, los que han sido circuncidados en el corazón y han renacido de
las aguas de la segunda circuncisión; éstos recibirán la herencia junto con
Abraham, guía fidedigno y padre de todos, ya que su fe le fue reputada como
justicia.
RESPONSORIO Hb 8, 8. 10;
cf. 2Co 3, 3
R. Yo concertaré una nueva alianza con
la casa de Israel, imprimiendo mi ley en sus mentes. * La escribiré en sus
corazones, no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo.
V. Les daré mi ley, no en tablas de
piedra, sino en tablas que son sus corazones de carne.
R. La escribiré en sus corazones, no
con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo.
*Lecturas del Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma*
Miércoles,
1 de marzo de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio segun san Lucas
(11,29-32)*
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará
más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los
habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta
generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la
tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que
Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán
que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y
aquí hay uno que es más que Jonás».
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Esta raza es una raza perversa: pide una señal, pero no se le dará
otra señal que la de Jonás.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Esta raza es una raza perversa:
pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás.
PRECES
Bendigamos al Autor de nuestra salvación, que ha querido renovar
en sí mismo todas las cosas, y digámosle:
Renuévanos, Señor, por tu Espíritu Santo.
Señor, tú que nos has prometido un cielo nuevo y una tierra nueva, renuévanos
sin cesar por tu Espíritu Santo,
para que lleguemos a gozar eternamente de ti en la nueva Jerusalén.
Que trabajemos, Señor, para que el mundo se impregne de tu Espíritu
y se logre así más eficazmente la justicia, el amor y la paz universal.
Enséñanos, Señor, a corregir nuestra pereza y nuestra desidia
y a poner nuestro corazón en los bienes eternos.
Líbranos del mal
y presérvanos de la fascinación de la vanidad que oscurece la mente y oculta el
bien.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Digamos al Padre, unidos a Jesús, la oración que él nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, mira complacido a tu pueblo, que con fervor desea
entregarse a una vida santa, y, ya que con sus privaciones se esfuerza por
dominar el cuerpo, que la práctica de las buenas obras transforme su alma. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: HEME, SEÑOR, A TUS DIVINAS PLANTAS
Heme, Señor, a tus divinas plantas,
baja la frente y de rubor cubierta,
porque mis culpas son tales y tantas,
que tengo miedo a tus miradas santas
y el pecho mío a respirar no acierta.
Mas ¡ay!, que renunciar la lumbre hermosa
de esos divinos regalados ojos
es condenarme a noche tenebrosa;
y esa noche es horrible, es espantosa
para el que gime ante tus pies de hinojos.
Dame licencia ya, Padre adorado,
para mirarte y moderar mi miedo;
mas no te muestres de esplendor cercado;
muéstrate, Padre mío, en cruz clavado,
porque sólo en la cruz mirarte puedo. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Salmo 26 I - CONFIANZA ANTE EL PELIGRO
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor
contemplando su templo.
Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca;
y así levantaré la cabeza
sobre el enemigo que me cerca;
en su tienda sacrificaré
sacrificios de aclamación:
cantaré y tocaré para el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
Ant 2. Tu rostro buscaré Señor, no me
escondas tu rostro.
Salmo 26 II
Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.»
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.
Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.
Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.
No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu rostro buscaré Señor, no me
escondas tu rostro.
Ant 3. Él es el primogénito de toda
creatura, es el primero en todo.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER
RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Él es el primogénito de toda
creatura, es el primero en todo.
LECTURA BREVE Flp 2, 12b-15a
Trabajad por vuestra salvación con respeto y seriedad. Porque es Dios el que
obra en vosotros haciendo que queráis y obréis movidos por lo que a él le
agrada. Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha.
RESPONSORIO BREVE
V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Como estuvo Jonás en el vientre del cetáceo tres días y tres
noches, así estará el Hijo del hombre tres días y tres noches en el seno de la
tierra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Como estuvo Jonás en el vientre del
cetáceo tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre tres días y tres
noches en el seno de la tierra.
PRECES
Alabemos a Dios todopoderoso y providente, que conoce todas
nuestras necesidades pero quiere ante todo que busquemos su reino;
supliquémosle, pues, diciendo:
Venga, Señor, tu reino y su justicia.
Padre santo, que nos diste a Cristo como pastor de nuestras vidas, ayuda a los
pastores y a los pueblos a ellos confiados, para que no falte nunca al rebaño
la solicitud de sus pastores
ni falte a los pastores la obediencia de su rebaño.
Mueve a los cristianos para que con amor fraternal se interesen por los
enfermos
y que en ellos socorran a tu Hijo.
Haz que entren a formar parte de tu Iglesia los que aún no creen en el
Evangelio,
y que, con sus buenas obras, la hagan crecer en el amor.
A nosotros, pecadores, concédenos tu perdón
y la reconciliación con tu Iglesia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
A los que murieron concédeles resucitar a la vida eterna
y morar eternamente contigo.
Invoquemos a Dios Padre con la oración que nos enseñó Jesús:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, mira complacido a tu pueblo, que con fervor desea
entregarse a una vida santa, y, ya que con sus privaciones se esfuerza por
dominar el cuerpo, que la práctica de las buenas obras transforme su alma. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MIERCOLES 1 DE MARZO 2023
*Lecturas del Miércoles de
la 1ª semana de Cuaresma*
Miércoles, 1 de marzo de 2023
Primera lectura
Lectura de la profecía de Jonás (3,1-10):
El Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el
mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era
una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a
recorrer la ciudad el primer día, proclamando:
«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo
sayal, desde el más importante al menor.
La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se
despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo.
Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus
ministros:
«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni
beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios
con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia.
¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta
ira y no nos destruirá!».
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se
arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la
ejecutó.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 50,3-4.12-13.18-19
R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias
V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
V/. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.
V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.
*Lecturas del Miércoles de
la 1ª semana de Cuaresma*
Miércoles,
1 de marzo de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio segun san Lucas
(11,29-32)*
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará
más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los
habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta
generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la
tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que
Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán
que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y
aquí hay uno que es más que Jonás».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Esta
generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más
signo que el signo de Jonás)
*Cuando
vemos que se forman nubes oscuras en el horizonte, sabemos que se avecina una
tormenta. Jesús parece darse cuenta de que la oposición a Su enseñanza está
tomando un giro siniestro. Habla del juicio final. El Hijo del Hombre está
destinado a convertirse en un signo como Jonás, quien fue enterrado dentro de
la ballena durante tres días antes de ser regurgitado en la playa para
completar su misión. Jesús será sepultado en la tumba de la muerte. Jesús está
llamando a esta generación a arrepentirse tal como lo hizo Jonás con los
ninivitas. La conversión significa un cambio de corazón para recibir las
palabras de salvación que predica Jesús. La Reina del Sur viajó una gran
distancia para escuchar la sabiduría de Salomón, pero el pueblo de Israel
rechaza el mensaje de Jesús que está a su lado. Estas palabras nos desafían a
reflexionar sobre nuestra propia conversión continua. ¿Estamos realmente
permitiendo que las palabras de Jesús guíen nuestra vida y nuestra voluntad?
¿En qué área de mi vida todavía necesito la conversión?*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
lunes, 27 de febrero de 2023
MATEO 6,7-15 CICLO A
*Lecturas del Martes de la 1ª semana de Cuaresma*
Martes, 28 de febrero de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,7-15)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan
que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre
sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal”.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro
Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre
perdonará vuestras ofensas».
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Porque
si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre
celestial)
*La
oración puede tomar muchas formas. Pero en su corazón en una conversación, un
mutuo escuchar, una relación confortable. No se trata de parafrasear; es un
encuentro amoroso, como cuando dos buenos amigos se encuentran y comparten
noticias que les interesan a ambos. En esta
lectura, hay un fuerte énfasis en el perdón; aparece seis veces en unas pocas
líneas. En oración me encuentro con Dios, quien me perdona sin importarle
cuanto he fallado; por mi parte, debo irradiar perdón para aquellos que me
molestan o me hacen el mal. Al hacer esto, ayudo a transformar el mundo que me
rodea, desde un lugar áspero a un lugar seguro. Señor, ayúdame para poder ser
una persona que perdona*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL MARTES 28
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO DE CUARESMA
MARTES
DE LA SEMANA I
Propio del Tiempo. Salterio I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Ojalá escuchéis hoy la voz del
Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.»
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ojalá escuchéis hoy la voz del
Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.»
Himno: EDIFICASTE UNA TORRE
Edificaste una torre
para tu huerta florida;
un lagar para tu vino
y, para el vino, una viña.
Y la viña no dio uvas,
ni el lagar buena bebida:
sólo racimos amargos
y zumos de amarga tinta.
Edificaste una torre,
Señor, para tu guarida;
un huerto de dulces frutos,
una noria de aguas limpias,
un blanco silencio de horas
y un verde beso de brisas.
Y esta casa que es tu torre,
este mi cuerpo de arcilla,
esta sangre que es tu sangre
y esta herida que es tu herida
te dieron frutos amargos,
amargas uvas y espinas.
¡Rompe, Señor, tu silencio,
rompe tu silencio y grita!
Que mi lagar enrojezca
cuando tu planta lo pise,
y que tu mesa se endulce
con el vino de tu viña. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del
Señor.
Salmo 23 - ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
El la fundó sobre los mares,
El la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El hombre de manos inocentes y puro
corazón subirá al monte del Señor.
Ant 2. Ensalzad con vuestras obras al rey
de los siglos.
Cántico: ESPERANZA DE ISRAEL EN BABILONIA Tb 13, 1-10
Bendito sea Dios, que vive eternamente,
y cuyo reino dura por los siglos:
él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano.
Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamad allí su grandeza,
ensalzadlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor,
nuestro Padre por todos los siglos.
Él nos azota por nuestros delitos,
pero se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre todas las naciones
por donde estáis dispersados.
Si volvéis a él de todo corazón
y con toda el alma,
siendo sinceros con él,
él volverá a vosotros
y no os ocultará su rostro.
Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena,
bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador.
Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizá os mostrará benevolencia
y tendrá compasión.
Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,
y me alegraré de su grandeza.
Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ensalzad con vuestras obras al rey
de los siglos.
Ant 3. El Señor merece la alabanza de los
buenos.
Salmo 32 - HIMNO AL PODER Y A LA PROVIDENCIA DE DIOS
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando vuestra música con aclamaciones:
que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales,
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió;
él lo mandó, y surgió.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres;
desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.
No vence el rey por su gran ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
Nosotros esperamos en el Señor:
él es nuestro auxilio y escudo,
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor merece la alabanza de los
buenos.
LECTURA BREVE Jl 2, 12-13
Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad
vuestros corazones y no vuestras vestiduras, y convertíos al Señor, vuestro
Dios, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad;
y se arrepiente de las amenazas.
RESPONSORIO BREVE
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Ahora
es el tiempo propicio.
R. Ahora es el día de salvación.
PRIMERA LECTURA
Del libro del Deuteronomio 9, 7-21. 25-29
PECADOS DEL PUEBLO E INTERCESIÓN DE MOISÉS
En aquellos días, dijo Moisés al pueblo estas palabras:
«Recuerda y no olvides que provocaste al Señor, tu Dios, en el desierto; desde
el día que salisteis de Egipto hasta que llegasteis a este lugar, habéis sido
rebeldes al Señor: en el Horeb provocasteis al Señor, y el Señor se irritó con
vosotros y os quiso destruir.
Cuando yo subí al monte a recibir las losas de piedra, las tablas de la alianza
que concertó el Señor con vosotros, me quedé en el monte cuarenta días y
cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Luego, el Señor me entregó las
dos losas de piedra, escritas de la mano de Dios: en ellas estaban todas las
palabras que os dijo el Señor en la montaña, desde el fuego, el día de la
asamblea. Pasados los cuarenta días y cuarenta noches, me entregó el Señor las
dos losas de piedra, las tablas de la alianza, y me dijo:
"Levántate, baja de aquí en seguida, que se ha pervertido tu pueblo, el
que tú sacaste de Egipto. Pronto se han apartado del camino que les marcaste:
se han fundido un ídolo."
El Señor me añadió:
"He visto que este pueblo es un pueblo terco. Déjame destruirlos y borrar
su nombre bajo el cielo; de ti haré un pueblo más fuerte y numeroso que
él."
Yo me puse a bajar de la montaña, mientras la montaña ardía; llevaba en las manos
las dos tablas de la alianza. Miré, y era verdad: Habíais pecado contra el
Señor, vuestro Dios, os habíais hecho un becerro de fundición. Pronto os
apartasteis del camino que el Señor os había marcado. Entonces cogí las tablas,
las arrojé con las dos manos y las estrellé ante vuestros ojos. Luego me postré
ante el Señor cuarenta noches, como la vez anterior, sin comer pan ni beber
agua, pidiendo perdón por el pecado que habíais cometido al hacer lo que parece
mal al Señor hasta el punto de irritarlo; porque tenía miedo que la ira y la
cólera del Señor contra vosotros os destruyese. También aquella vez me escuchó
el Señor.
Con Aarón se irritó tanto el Señor, que quería destruirlo, y entonces tuve que
interceder también por Aarón. Después tomé el objeto de pecado que os habíais
fabricado, el becerro, y lo quemé; lo machaqué, lo trituré hasta pulverizarlo
como ceniza y arrojé la ceniza en el torrente que baja de la montaña.
Me postré ante el Señor, estuve postrado cuarenta días y cuarenta noches,
porque el Señor pensaba destruiros; oré al Señor diciendo:
"Señor mío, no destruyas a tu pueblo, la heredad que redimiste con tu
grandeza, que sacaste de Egipto con mano fuerte. Acuérdate de tus siervos
Abraham, Isaac y Jacob, no te fijes en la terquedad de este pueblo, en su
crimen y su pecado, no sea que digan en la tierra de donde nos sacaste: 'No
pudo el Señor introducirlos en la tierra que les había prometido', o: 'Los sacó
por odio, para matarlos en el desierto'. Son tu pueblo, la heredad que sacaste
con tu mano poderosa y con tu brazo extendido."»
RESPONSORIO Cf. Ex 32, 11. 12. 13. 14; 33, 17
R. Moisés suplicó al Señor, su Dios, diciendo:
«¿Por qué, Señor, se ha de encender tu ira contra tu pueblo? Abandona el ardor
de tu cólera; acuérdate de Abraham, Isaac y Jacob, a quienes juraste dar una
tierra que mana leche y miel.» * Y el
Señor renunció a la amenaza que había lanzado contra su pueblo.
V. Dijo el Señor a Moisés: «Has hallado gracia
ante mis ojos, pues te he conocido más que a todos.»
R. y el Señor renunció a la amenaza que había
lanzado contra su pueblo.
PRIMERA LECTURA AÑO (II)
Del libro del Éxodo 6,
29-7, 25
PRIMERA PLAGA DE EGIPTO
El Señor dijo a Moisés:
«Yo soy el Señor. Repite al Faraón de Egipto todo lo que te digo.»
Y Moisés respondió al Señor:
«Soy torpe de palabra, ¿cómo me va a hacer caso el Faraón?»
Respondió el Señor:
«Mira, te hago ser como un dios para el Faraón, y Aarón, tu hermano, será tu
profeta. Tú dirás todo lo que yo te mande, y Aarón se lo dirá al Faraón, para
que deje salir a los hijos de Israel. Yo endureceré el corazón del Faraón y
haré muchos signos y prodigios contra Egipto. El Faraón no os escuchará, pero
yo extenderé mi mano contra Egipto y sacaré de Egipto a mis legiones, a mi
pueblo, los hijos de Israel, haciendo solemne justicia, para que los egipcios
sepan que yo soy el Señor, cuando extienda mi mano contra Egipto y saque a los
israelitas de en medio de ellos.»
Moisés y Aarón hicieron puntualmente lo que el Señor les mandaba. Moisés tenía
ochenta años y Aarón ochenta y tres cuando hablaron al Faraón. El Señor dijo a
Moisés y a Aarón:
«Cuando os diga el Faraón: "Haced algún prodigio", dile a Aarón:
"Coge tu cayado y tíralo delante del Faraón", y el cayado se
convertirá en una serpiente.»
Moisés y Aarón se presentaron al Faraón e hicieron lo que el Señor les había
mandado. Aarón tiró su cayado delante del Faraón, y el cayado se convirtió en
una serpiente. El Faraón llamó a sus sabios y a sus hechiceros, y los magos de
Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos: cada uno tiró su bastón, y los
bastones se convirtieron en serpientes, pero el bastón de Aarón devoró a los
otros bastones. Mas el corazón del Faraón se endureció y, como había anunciado
el Señor, no les hizo caso. El Señor dijo a Moisés:
«El Faraón se ha obstinado y se niega a dejar marchar al pueblo. Acude mañana
al Faraón, cuando salga al río, y espérale a la orilla del Nilo, llevando
contigo el bastón que se convirtió en serpiente. Y dile: "El Señor Dios de
los hebreos me ha enviado a ti con este mensaje: 'Deja salir a mi pueblo para
que me rinda culto en el desierto.' Hasta ahora no me has hecho caso.
Así dice el Señor: 'Con el bastón que llevo en la mano golpearé el agua del
Nilo y se convertirá en sangre; los peces del Nilo morirán y el río apestará y
los egipcios no podrán beber agua del Nilo."'»
El Señor dijo a Moisés:
«Dile a Aarón: "Coge tu bastón, extiende la mano sobre las aguas de
Egipto, ríos, canales, estanques y aljibes", y el agua se convertirá en
sangre. Y habrá sangre por todo Egipto, en las vasijas de madera y en las de
piedra.»
Moisés y Aarón hicieron lo que el Señor les mandaba. Levantó el bastón y golpeó
el agua del Nilo a la vista del Faraón y de su corte. Toda el agua del Nilo se
convirtió en sangre. Los peces del Nilo murieron, el Nilo se pudría y los
egipcios no podían beber el agua del Nilo; y hubo sangre por todo el país de
Egipto. Los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos, de modo
que el Faraón se empeñó en no hacerles caso -como lo había anunciado el Señor-.
El Faraón se volvió a palacio, pero no aprendió la lección. Los egipcios
cavaban a los lados del Nilo buscando agua de beber, pues no podían beber el
agua del Nilo. Y pasaron siete días después que el Señor hirió el Nilo.
RESPONSORIO Ap 16, 4-5.
6. 7
R. El ángel derramó su copa sobre los
ríos y se convirtieron en sangre, y oí al ángel, que decía: «Justo eres tú,
Señor, el que es y el que era, el santo, por haber hecho así justicia: * pues
han derramado la sangre de santos y profetas.»
V. Y oí la voz de otro ángel, que
decía desde el altar: «Así es, Señor, Dios todopoderoso, verdaderos y justos
son tus juicios.»
R. Pues han derramado la sangre de
santos y profetas.
SEGUNDA LECTURA
Del Tratado de san
Cipriano, obispo y mártir, Sobre la oración del Señor
(Cap. 1-3: CSEL 3, 267-268)
QUIEN NOS DIO LA VIDA NOS
ENSEÑÓ TAMBIÉN A ORAR
Los preceptos evangélicos, hermanos muy amados, no son sino enseñanzas divinas,
fundamentos para edificar la esperanza, medios para consolidar la fe, alimento
para inflamar el corazón, guía para indicar el camino, amparo para obtener la
salvación; ellos, instruyendo las mentes dóciles de los creyentes en la tierra,
los conducen a la vida eterna.
Ya por los profetas, sus siervos, Dios quiso hablar y hacerse oír de muchas
maneras; pero mucho más es lo que nos dice el Hijo, lo que la Palabra de Dios,
que estuvo en los profetas, atestigua ahora con su propia voz, pues ya no manda
preparar el camino para el que ha de venir, sino que viene él mismo, nos abre y
muestra el camino, a fin de que, los que antes errábamos ciegos y a tientas en
las tinieblas de la muerte, iluminados ahora por la luz de la gracia, sigamos
la senda de la vida, bajo la tutela y dirección de Dios.
A más de otras enseñanzas y preceptos divinos, con los cuales encaminó a su
pueblo a la salvación, Cristo nos enseñó también la forma de orar, él mismo nos
inculcó y enseñó las cosas que hemos de pedir. Quien nos dio la vida nos enseñó
también a orar, con aquella misma benignidad con que se dignó dar y conferir
los demás dones, para que, al hablar ante el Padre con la misma oración que el
Hijo enseñó, más fácilmente seamos escuchados.
El Señor había ya predicho que se acercaba la hora en que los verdaderos
adoradores adorarían al Padre en espíritu y en verdad; y cumplió lo que antes
había prometido, de manera que nosotros, que por su santificación hemos
recibido el espíritu y la verdad, también por su enseñanza podamos adorar en
verdad y en espíritu.
¿Pues qué otra oración en espíritu puede haber fuera de la que nos fue dada por
Cristo, el mismo que nos envió el Espíritu Santo? ¿Qué otra plegaria puede
haber que sea en verdad ante el Padre, sino la pronunciada por boca del Hijo,
que es la misma verdad? Hasta tal punto, que orar de manera distinta de la que
él nos enseñó no sólo es ignorancia, sino también culpa, ya que él mismo dijo:
Anuláis el mandamiento de Dios por seguir vuestras tradiciones.
Oremos, pues, hermanos muy amados, tal como Dios, nuestro maestro, nos enseñó.
A Dios le resulta familiar y aceptable la oración, cuando oramos con la que es
suya, cuando llega a sus oídos la oración del mismo Cristo.
Reconozca el Padre las palabras del Hijo, cuando hacemos oración; el mismo que
habita en nuestro interior esté también en nuestra voz y, puesto que es abogado
de nuestros pecados ante el Padre, pronunciemos las palabras de este abogado
nuestro cuando nosotros, pecadores, pidamos por nuestros delitos.
Pues, si dice que cuanto pidamos al Padre en su nombre nos lo concederá, ¿con
cuánta mayor eficacia no obtendremos lo que pedimos en el nombre de Cristo, si
lo pedimos con su propia oración?
RESPONSORIO Jn 16, 24;
14, 13
R. Hasta ahora nada habéis pedido en
mi nombre. * Pedid y recibiréis, y vuestra alegría será completa.
V. Cuanto pidáis en mi nombre yo lo
concederé, para que el Padre sea glorificado en él Hijo.
R. Pedid y recibiréis, y vuestra
alegría será completa.
*Lecturas del Martes de la 1ª semana de Cuaresma*
Martes, 28 de febrero de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(6,7-15)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan
que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre
sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal”.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro
Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre
perdonará vuestras ofensas».
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, enséñanos a orar, como
enseñó Juan a sus discípulos.
PRECES
Bendigamos a Cristo, pan vivo bajado del cielo, y digámosle:
Cristo, pan de las almas y salvación de los hombres, fortalece nuestra
debilidad.
Señor, sacia nuestra hambre en el banquete de tu eucaristía
y danos participar plenamente de los bienes de tu sacrificio pascual.
Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu palabra con corazón noble
y haz que perseveremos hasta dar fruto.
Que con nuestro trabajo, Señor, cooperemos contigo para mejorar el mundo,
para que así, por la acción de tu Iglesia, reine en él la paz.
Reconocemos, Señor, que hemos pecado;
perdona nuestras faltas por tu gran misericordia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Unidos fraternalmente, acudamos ahora al Padre de todos:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, mira con amor a tu pueblo, que trata de purificar su
espíritu en estos días cuaresmales con la moderación en el uso de las cosas
terrenas, y haz que esta sobriedad alimente en él el deseo de poseerte. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: NO ME PESA, SEÑOR, HABER FALTADO.
No me pesa, Señor, haber faltado
por el eterno mal que he merecido,
ni me pesa tampoco haber perdido
el cielo como pena a mi pecado.
Pésame haber tus voces despreciado
y tus justos mandatos infringido,
porque con mis errores he ofendido
tu corazón, Señor, por mí llagado.
Llorar quiero mis culpas humillado,
y buscar a mis males dulce olvido
en la herida de amor de tu costado.
Quiero tu amor pagar, agradecido,
amándote cual siempre me has amado
y viviendo contigo arrepentido. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19 - ORACIÓN POR LA VICTORIA DEL REY.
Que te escuche el Señor el día del peligro,
que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;
que te envíe auxilio desde el santuario,
que te apoye desde el monte Sión;
que se acuerde de todas tus ofrendas,
que le agraden tus sacrificios;
que cumpla el deseo de tu corazón,
que dé éxito a todos tus planes.
Que podamos celebrar tu victoria
y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes;
que el Señor te conceda todo lo que pides.
Ahora reconozco que el Señor
da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.
Unos confían en sus carros,
otros en su caballería;
nosotros invocamos el nombre
del Señor, Dios nuestro.
Ellos cayeron derribados,
nosotros nos mantenemos en pie.
Señor, da la victoria al rey
y escúchanos cuando te invocamos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor da la victoria a su
Ungido.
Ant 2. Al son de instrumentos cantaremos
tu poder.
Salmo 20, 2-8. 14 - ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA DEL REY.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no fracasará.
Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al son de instrumentos cantaremos
tu poder.
Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un
reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un
reino de sacerdotes para nuestro Dios.
LECTURA BREVE St 2, 14. 17. 18b
Hermanos, ¿qué provecho saca uno con decir: «Yo tengo fe», si no tiene obras?
¿Podrá acaso salvarlo la fe? La fe, si no va acompañada de las obras, está
muerta en su soledad. Pruébame tu fe sin obras que yo por mis obras te probaré
mi fe.
RESPONSORIO BREVE
V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y
ora a tu Padre.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú, cuando vayas a rezar, entra en
tu aposento, cierra la puerta y ora a tu Padre.
PRECES
A Cristo, el Señor, que nos mandó velar y orar a fin de no
sucumbir en la tentación, digámosle confiadamente:
Señor, escucha y ten piedad.
Señor, tú que prometiste estar presente cuando tus discípulos se reúnen en tu
nombre para orar,
haz que oremos siempre unidos a ti en el Espíritu Santo, a fin de que tu reino
llegue a todos los hombres.
Purifica de todo pecado a la Iglesia penitente
y haz que viva siempre en la esperanza y el gozo del Espíritu Santo.
Amigo del hombre, haz que estemos siempre atentos, como tú nos mandaste, al
bien del prójimo,
para que la luz de tu amor brille a través de nosotros ante todos los hombres.
Rey pacífico, haz que tu paz reine en el mundo
y que nosotros trabajemos sin cesar para conseguirla.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que has muerto para que nosotros tengamos vida,
da la vida eterna a los que han muerto.
Terminemos nuestra oración diciendo juntos las palabras del Señor y pidiendo al
Padre que nos libre de todo mal:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, mira con amor a tu pueblo, que trata de purificar su
espíritu en estos días cuaresmales con la moderación en el uso de las cosas
terrenas, y haz que esta sobriedad alimente en él el deseo de poseerte. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.