*Lecturas
del Jueves después de Ceniza*
Jueves, 18 de febrero de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro del Deuteronomio (30,15-20):
Moisés habló al pueblo, diciendo:
«Mira: hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. Pues yo
te mando hoy amar al Señor, tu Dios, seguir sus caminos, observar sus
preceptos, mandatos y decretos, y así vivirás y crecerás y el Señor, tu Dios,
te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para poseerla.
Pero, si tu corazón se aparta y no escuchas, si te dejas arrastrar y te postras
ante otros dioses y les sirves, yo os declaro hoy que moriréis sin remedio; no
duraréis mucho en la tierra adonde tú vas a entrar para tomarla en posesión una
vez pasado el Jordán.
Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra. Pongo delante de
ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que
viváis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz,
adhiriéndote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que juró
dar a tus padres, Abrahán, Isaac y Jacob».
Palabra de Dios
Salmo
Sal 1
R/. Dichoso el hombre
que ha puesto su confianza en el Señor
V/. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.
V/. Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
V/. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
*Lecturas
del Jueves después de Ceniza*
Jueves, 18 de febrero de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (9,22-25)*
22 Dijo: «El Hijo del hombre debe
sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los
escribas, ser matado y resucitar al tercer día.»
23 Decía a todos: «Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
24 Porque quien quiera salvar su vida, la
perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará.
25 Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber
ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?
Palabra del Señor
(¿De qué me sirve ganar el mundo
entero si pierdo o arruino mi propia vida?)
*El Señor me invita a perder para
poder ganar. Lo primero es negarme a mí mismo, considera todo lo que tengo como
basura, y tomar mi cruz (Mi Cruz es aquello que está dentro de mí y que me hace
sufrir, porque es superior a mis fuerzas). El Señor me hace una invitación
especialmente a renunciar a todo aquello que limita mi relación con el Señor,
que solo procura mí mal como: mi ira, mi soberbia. De que me sirve el rencor si
no me permite pedir perdón de corazón, de que me la soberbia si me aparta del
Señor. "Cuántas bendiciones pierdo". El Señor quiere que en mi nazca
el deseo de amar y hacer su voluntad*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.