Lecturas de
la semana 3º de Adviento - Ciclo B
Lunes, 14 de diciembre de 2020
Primera lectura
Lectura del
libro de los Números (24,2-7.15-17a):
EN aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por
tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos:
«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,
oráculo del hombre de ojos perfectos;
oráculo del que escucha palabras de Dios,
que contempla visiones del Poderoso,
que cae y se le abren los ojos:
¡Qué bellas tus tiendas, oh Jacob,
y tus moradas, Israel!
Como vegas dilatadas,
como jardines junto al río,
como áloes que plantó el Señor
o cedros junto a la corriente;
el agua fluye de sus cubos,
y con el agua se multiplica su simiente.
Su rey es más alto que Agag,
y descuella su reinado».
Y entonó sus versos:
«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,
oráculo del hombre de ojos perfectos;
oráculo del que escucha palabras de Dios
y conoce los planes del Altísimo,
que contempla visiones del Poderoso,
que cae en éxtasis, y se le abren los ojos:
Lo veo, pero no es ahora,
lo contemplo, pero no será pronto:
Avanza una estrella de Jacob,
y surge un cetro de Israel».
Palabra de Dios
Salmo
Sal
24,4-5ab.6-7bc.8-9
R/. Señor, instrúyeme en tus sendas
V/. Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
R/. Señor, instrúyeme en tus sendas
V/. Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.
R/. Señor, instrúyeme en tus sendas
V/. El Señor es bueno y es recto,
enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.
R/. Señor,
instrúyeme en tus sendas
Lunes, 14 de diciembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (21,23-27):
23 Llegado al Templo, mientras
enseñaba se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo
diciendo: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Y quién te ha dado tal autoridad?»
24 Jesús les respondió: «También yo os voy a
preguntar una cosa; si me contestáis a ella, yo os diré a mi vez con qué
autoridad hago esto.
25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era?, ¿del
cielo o de los hombres?» Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: "Del
cielo", nos dirá: "Entonces ¿por qué no le creísteis?"
26 Y si decimos: "De los hombres",
tenemos miedo a la gente, pues todos tienen a Juan por profeta.»
27 Respondieron, pues, a Jesús: «No
sabemos.» Y él les replicó asimismo: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago
esto.»
Palabra del Señor
« ¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»
*Esta lectura me da una gran esperanza, y es que el Señor no tiene que
esperar mi decisión para entrar al templo de mi alma, sino que entra y punto.
El Señor como un gesto de amor me ha regalado esta vida, y yo en mi ignorancia
no hago las cosas como deben de ser según las norma que rigen el amor del
Señor. La buena noticia es que el Señor tiene el poder de entrar en mi vida sin
pedirme permiso, para salvarme, para rescatarme, porque él sabe muy bien que si
yo sigo con el control de mi propia vida todo se puede perder, porque mis
camino no son sus camino. Es por eso que por su amor y su gran misericordia se
impone sobre mí y me hace una invitación especial a que cambie de conducta y me
convierta a él con toda el alma, con toda mi mente y con todo el corazón*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.