Musica Para el Alma

domingo, 29 de noviembre de 2020

LECTURAS DEL LUNES 30 DE NOVIEMBRE 2020


 

Lecturas de la semana 1º de Adviento - Ciclo B

Lecturas Fiesta de San Andrés apóstol

Lunes, 30 de noviembre de 2020

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (10,9-18):

Si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.» Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo, si no creen en él?; ¿cómo van a creer, si no oyen hablar de él?; y ¿cómo van a oír sin alguien que proclame?; y ¿cómo van a proclamar si no los envían? Lo dice la Escritura: « ¡Qué hermosos los pies de los que anuncian el Evangelio!» Pero no todos han prestado oído al Evangelio; como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?» Así pues, la fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo. Pero yo pregunto: « ¿Es que no lo han oído?» Todo lo contrario: «A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje.»

Palabra de Dios

 

Sábado, 30 de noviembre de 2019

Salmo

Sal 18,2-3.4-5

R/. A toda la tierra alcanza su pregón


El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.


R/. A toda la tierra alcanza su pregón


Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.

 

R/. A toda la tierra alcanza su pregón

 

Lecturas Fiesta de San Andrés apóstol

Lunes, 30 de noviembre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,18-22):

   18 Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores,

   19 y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.»

   20 Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron.

   21 Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó.

   22 Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.


Palabra del Señor

 

(Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron).

 

*Puedo ver que el Señor hace dos llamado, en forma distinta, a unos comenzando a iniciar el trabajo y a los otros al final  terminando de su trabajo. Esto me invita a mí a reconocer que al comenzar el día, mi corazón lo primero que tiene que hacer es desear que el Señor me llame, luego que el Señor me hable, y que mis oídos estén limpio para escuchar y yo pueda seguir esta voz tan dulce, que tiene el poder de seducirme al punto  que sería capaz de dejarlo todo, con tal de que él sea lo primero, al comenzar el día. Y el segundo llamado para mi es que esté pendiente porque el Señor al final del día, también me llama a escuchar su voz  para estar con él. Me gusto la forma de Zebedeo que, no se interpone en los planes de Dios, ni es un obstáculo para sus hijos, cuando son llamado*.

   

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.