Lecturas de
la 31º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Miércoles, 4 de noviembre de 2020
Primera lectura
Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,12-18):
Ya que siempre habéis obedecido, no sólo cuando yo estaba presente, sino mucho
más ahora en mi ausencia, seguid actuando vuestra salvación con temor y
temblor, porque es Dios quien activa en vosotros el querer y la actividad para
realizar su designio de amor. Cualquier cosa que hagáis, sea sin protestas ni
discusiones, así seréis irreprochables y límpidos, hijos de Dios sin tacha, en
medio de una gente torcida y depravada, entre la cual brilláis como lumbreras
del mundo, mostrando una razón para vivir. El día de Cristo, eso será una honra
para mí, que no he corrido ni me he fatigado en vano. Y, aun en el caso de que
mi sangre haya de derramarse, rociando el sacrificio litúrgico que es vuestra
fe, yo estoy alegre y me asocio a vuestra alegría; por vuestra parte, estad
alegres y asociaos a la mía.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
26,1.4.13-14
R/. El Señor es mi luz y mi salvación
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación
Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.
R/. El
Señor es mi luz y mi salvación
Miércoles, 4 de noviembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (14,25-33):
25 Caminaba con él mucha gente, y
volviéndose les dijo:
26 «Si alguno viene donde mí y no odia a su
padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y
hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío.
27 El que no lleve su cruz y venga en pos de
mí, no puede ser discípulo mío.
28 «Porque ¿quién de vosotros, que quiere
edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene
para acabarla?
29 No sea que, habiendo puesto los cimientos
y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él,
diciendo:
30 "Este comenzó a edificar y no pudo
terminar."
31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra
otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del
que viene contra él con 20.000?
32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía
una embajada para pedir condiciones de paz.
33 Pues, de igual manera, cualquiera de
vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.
Palabra del Señor
(Pues, de igual manera, cualquiera de
vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío).
*El Señor me habla muy claro y me hace ver que con
tantas cosas no puedo seguirle. Siento que el Señor me esta reclama su puesto,
el me conoce y sabe que fácilmente tengo a alguien en su puesto, puede ser que
sean mis padre, o mis hijos, o mi trabajo. El Señor me invita a reflexionar
seria mente ¿Qué es lo más importante para mí en esta vida? ¿Qué está ocupando
dentro de mi corazón, el puesto del Señor? Y esta palabra me pone a pensar y
siento tristeza en mi corazón, porque pensaba que no era apegado a nada en esta
tierra, y me encuentro con la gran sorpresa que soy muy afectivo, y esta
palabra como una espada atraviesa mi corazón y me causa una herida, cuando me
dice: (El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo
mío). Tengo una esperanza y es que como el Señor es paciente y
misericordioso, y me regala un poco de tiempo para pedir
condiciones de paz*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.