Lecturas de
la 34º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Lunes, 23 de noviembre de 2020
Primera lectura
Lectura del
libro del Apocalipsis (14,1-3.4b-5):
YO, Juan, miré y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el monte Sion, y
con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban grabados en la frente su
nombre y el nombre de su Padre. Oí también como una voz del cielo, como voz de
muchas aguas y como voz de un trueno poderoso; y la voz que escuché era como de
citaristas que tañían sus citaras.
Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya. Estos fueron rescatados como
primicias de los hombres para Dios y el Cordero. En su boca no se halló mentira:
son intachables.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
23,1-2.3-4ab.5-6
R/. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
V/. Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.
R/. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor
V/. ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.
R/. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor
V/. Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.
R/. Esta
es la generación que busca tu rostro, Señor
Lunes, 23 de noviembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (21,1-4):
1 Alzando la mirada,
vió a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro;
2 vio también a una viuda pobre que echaba
allí dos moneditas,
3 y dijo: «De verdad os digo que esta viuda
pobre ha echado más que todos.
4 Porque todos éstos han echado como
donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba,
todo cuanto tenía para vivir.»
Palabra del Señor
(Porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que
pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.).
*Aprender de esta viuda es un reto, tengo que descubrir donde pongo mi
seguridades. Ver a esta viuda pobre dándome ejemplos de vida, descubrir que
ella no tiene puesta su vida en el dinero como yo. Ver como ella hace filas
para desprenderse de todo cuanto tenía para vivir, a ella no le preocupaba el
mañana, ella vive en el hoy del Señor, y lo más lejos que tenía esta viuda es
que el Señor la estaba mirando, él estaba pendiente de ella. La buena noticia
para mi es la ayuda que me trae el Señor, para que no dude, que no viva para
mí, que me llene de valor y tenga la fuerza de preocuparme por los demás,
porque el Señor, también está pendiente de mí, sin importar por la situación
que esté pasando, el Señor está cerca de mí y está pendiente de mi*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.