Musica Para el Alma

lunes, 16 de noviembre de 2020

EVANGELIO DE LUCAS 19,1-10 CICLO A

Martes, 17 de noviembre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,1-10):

   1 Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad.

   2 Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico.

   3 Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura.

   4 Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí.

   5 Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.»

   6 Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.

   7 Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.»

   8 Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.»

   9 Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham,

   10 pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»


Palabra del Señor

 

« Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí».  

 

*Subirme a un sicómoro, es signo de entrar en la realidad de reconocer mis errores, defecto y saber que necesito que el Señor me encuentre, pero tengo que ponerme donde él me pueda ver. Para cuando el Señor cruce y levante sus ojos, lleno de amor, cargado de misericordia, me hable y me diga; que baje pronto (Que desea ir a mi casa), que me dé prisa en bajar, que hoy él quiere entrar en mi corazón. El Señor quiere sanarme y sanar mi corazón, para que yo pueda dar respuesta a esta palabra. El Señor me invita al desprendimiento, a entrar en la pobreza y la indigencia de mi alma. Para tenerlo a él como el centro de mi vida. El Señor viene en ayuda de mi pobre corazón, lastimado muchas veces por el odio, por la ambición, por la terquedad, y sobre todo mi falta de sinceridad en todo. El Señor me invita a desear a tener un auténtico deseo de que él entre en mi vida*.  

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.