Nuestra Señora, la
Virgen del Rosario
Miércoles, 7 de octubre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (11,1-4):
1 Y sucedió que,
estando él orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus
discípulos: «Señor, ensénanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.»
2 El les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre,
santificado sea tu Nombre, venga tu Reino,
3 danos cada día nuestro pan cotidiano,
4 y perdónanos nuestros pecados porque
también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en
tentación.»
Palabra del Señor
(«Señor,
enséñanos a orar»).
*Señor me enseñe a orar, la primera palabra que sale
de la boca de Jesús es, que aprenda a decir Padre, y es para que pueda aprender, que Dios es cercano, y si
reconozco a Dios como Padre tengo que saber que él tiene más hijo que son mis
hermanos, y reconocer que el nombre de Dios es Sagrado. Si lo acepto como Padre
es importante el respeto que el merece. Siento como una sensación de que esta
oración tiene una parte que es dulce y otra como agria; dulce porque quiero que
me perdone todo, pero es agria porque me cuesta mucho perdonar al que me algo. Caigo
en la tentación del odio. El Señor con esta oración me quiere quitar el sabor
amargo y agrio del odio y los malos deseos, que muchas veces me invaden, porque
todavía no entiendo y me cuesta esto de amar al enemigo, aquel que me ha hecho
daño. El Señor me está mostrando y me está enseñando enséñame a reconocer que soy pecador que también a otro le hago daño*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.