Sábado, 5 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (6,1-5):
1 Sucedió que cruzaba
en sábado por unos sembrados; sus discípulos arrancaban y comían espigas
desgranándolas con las manos.
2 Algunos de los fariseos dijeron: «¿Por qué
hacéis lo que no es lícito en sábado?»
3 Y Jesús les respondió: «¿Ni siquiera
habéis leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le
acompañaban,
4 cómo entró en la Casa de Dios, y tomando
los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes,
comió él y dio a los que le acompañaban?»
5 Y les dijo: «El Hijo del hombre es señor
del sábado.»
Palabra del Señor
《El Hijo del hombre es señor también del sábado》
*Hoy me han pasado unos pensamientos,
como ilógicos, y a la vez alegres, por ej. Cambiar la palabra “Liberación” por
“Sábado” La “Liberación” se hizo para mí pero no para que viva como un
libertino; así que el Hijo del Hombre es Señor, que me da la liberación. La
santificación se hizo para mí y no para hacer lo que me parece; así que el Hijo
del Hombre es Señor que me da la Santificación. La santidad se hizo para mí y
¿Por qué soy agresivo, egoísta e insolente? Así que el Hijo del Hombre el
Señor, quiere llevarme a la santidad. El amor se hizo
para mí y ¿Por qué me cuesta tanto amar a otras personas? En ocasiones me quedo
peleando sólo en mí adentro diciéndome a mí mismo: tenía que decirle esto, o
aquello o deseándoles algunas cosas no muy buenas. El Señor me revela algo muy
importante que el los ama como me ama a mí. La ley me hace aplastar al otro, y
el Señor, por su ley: me libera, me santifica y me da todo su amor. El Señor me
invita a llevar su ley y preceptos en mi corazón grabado, como un tatuaje*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.