Lecturas de la 16º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Martes, 21 de julio de 2020
Primera lectura
Lectura de
la profecía de Miqueas (7,14-15.18-20):
Señor, pastorea a tu pueblo con el cayado, a las ovejas de tu heredad, a las
que habitan apartadas en la maleza, en medio del Carmelo. Pastarán en Basán y
Galaad, como en tiempos antiguos; como cuando saliste de Egipto y te mostraba
mis prodigios. ¿Qué Dios como tú, que perdonas el pecado y absuelves la culpa
al resto de tu heredad? No mantendrá por siempre la ira, pues se complace en la
misericordia. Volverá a compadecerse y extinguirá nuestras culpas, arrojará a
lo hondo del mar todos nuestros delitos. Serás fiel a Jacob, piadoso con
Abrahán, como juraste a nuestros padres en tiempos remotos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
84,2-4.5-6.7-8
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia
Señor, has sido bueno con tu tierra,
has restaurado la suerte de Jacob,
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has sepultado todos sus pecados,
has reprimido tu cólera,
has frenado el incendio de tu ira. R/.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia
Restáuranos, Dios salvador nuestro;
cesa en tu rencor contra nosotros.
¿Vas a estar siempre enojado,
o a prolongar tu ira de edad en edad? R/.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia
¿No vas a devolvernos la vida,
para que tu pueblo se alegre contigo?
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación. R/.
R/. Muéstranos,
Señor, tu misericordia
Martes, 21 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (12,46-50):
46 Todavía estaba
hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera
y trataban de hablar con él.
47 Alguien le dijo: «¡Oye! ahí fuera están
tu madre y tus hermanos que desean hablarte.»
48 Pero él respondió al que se lo decía:
«¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»
49 Y, extendiendo su mano hacia sus
discípulos, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos.
50 Pues todo el que cumpla la voluntad de mi
Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.»
Palabra del Señor
(Pues
todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi
hermana y mi madre)
*Esta
palabra es fundamentalmente una buena noticia. El Señor me va explicando con
hechos muy concreto de que si existe una manera muy sencilla, muy fácil y muy
práctica para ser parte de su familia. Esa forma sencilla y práctica es el
mismo Señor quien me la revela de una manera tan pedagógica y tan sutil, que no
hay manera de poner en duda la intención del amor que salen de sus palabras. El
Señor está ansioso de que tome la decisión de cumplir la voluntad de su Padre.
Puedo sentir dentro de mí que existe libertad en la familia del Señor,
porque el a mí no me obliga para que sea parte de su familia. El me deja una
puerta abierta y también me deja la oportunidad de yo poder decidir si quiero
pertenecer a su familia. Pero me deja ver muy claro todos los beneficios que
hay para mí con tan solo “Cumplir la voluntad de su Padre del Cielo”*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.