Jueves, 23 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Juan (15,1-8):
1 «Yo soy la vid
verdadera, y mi Padre es el viñador.
2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo
corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto.
3 Vosotros estáis ya limpios gracias a la
Palabra que os he anunciado.
4 Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo
mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la
vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El
que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no
podéis hacer nada.
6 Si alguno no permanece en mí, es arrojado
fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y
arden.
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis.
8 La gloria de mi Padre está en que deis
mucho fruto, y seáis mis discípulos.
Palabra del Señor
*(Permaneced
en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí
mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí)*
*Hay cosas que el Señor tiene que arrancar de mí,
porque no me permiten producir ningún fruto. El Señor me hace una
invitación a permanecer cerca de él, pero tengo que saber que hay algunas cosas
que él, tiene que arrancarme, porque son cosas que no me permiten dar fruto.
Entre las cosas que tiene que arrancarme está el miedo al futuro, miedo a la
incertidumbre de que me pueda pasar a mi o a mis seres queridos, y ese miedo me
lleva a la tristeza a la angustia, porque pienso que todo lo que me puede
llegar es malo. Esta palabra me llena de Esperanza porque se repite mucha la
palabra permanecer. Una gran cantidad de sal se utiliza para evitar que la
carne no se pudra. Si le entrego seriamente mi alma al Señor él me quitara el miedo
al futuro y me enseñara a vivir en el hoy*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.