Miércoles, 3 de octubre de 2018
Lo
que me dice: El Evangelio de: (Lucas
9,57-62). («El que echa
mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.») *Parece un lenguaje muy duro de parte de
Jesús y es todo lo contrario. Si mi vida por causa de la naturaleza o por razones
que yo no entiendo, me están llevando por situaciones un poco incomoda y
dolorosas, porque no estaban en mis planes. Y al final no entiendo como esto
llegara a producir un bien en mi vida. El Señor usa caminos que yo no conozco
para llevarme a él. En una ocasión de mi vida yo estaba trabajando y la
compañía tomo la decisión de sacarme, esto me causo un malestar muy grande, y
mi esposa en ese tiempo está embarazada, la situación para mi estaba muy
difícil y pelee con Dios le pedí hasta la muerte. En medio de, mi pelea, mi
rabia y mi inconformidad, con el Señor, porque yo siempre estaba pensando en lo
que tuve y ya no lo tengo. Nunca me imaginé que Dios me estaba preparando para
algo mucho mejor. Pero el Señor primero necesitaba sanear mi corazón, para
luego poder entregarme lo que tiene gran valor “Su Palabra” él sabe muy bien
que mi corazón está lleno de mucha afectividad del pasado, que constantemente
me están invitando a pecar, cuando siento la precariedad que me golpea y como
algunas cosas que pasaron hace ya más de vente años cuando las recuerdo como me
vuelve la rabia, me vuelve el rencor, el odio. El Señor que me conoce y está
pendiente de mí, el me necesita libre, por eso me invita a romper con esas
cadenas, con esas ataduras que constantemente me están invitando a mirar atrás*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》