Miércoles, 4 de julio de 2018
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Lo
que me dice: El Evangelio de: (Mateo
8,28-34). (Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran
tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino.) *Puedo ver una enseñanza. Entrando un poco en
el interior de mi vida, tengo que reconocer que hay lugares dentro de mí que
las persona no se pueden acercar, algunos de esos lugares son mis interés. Me
considero ser una persona, muy buena, muy servicial, muy humanitaria (HASTA)
que no se meten con migo, (HASTA) que no tocan mis intereses. Inmediatamente
algo toco aquellos lugares que considero que son mío, (como mi dinero, por eso
nunca mi mujer se ha dado cuenta de cuánto gano en total en mi trabajo, ni sabe la clave de mi whatsApp
y ni de mi facebook ….wfff… me pongo furioso si encuentro a
alguien rebuscando dentro de mi lugares ocultos y secretos, de una
vez sale de mí, el hombre viejo, la furia, la ira, los gritos, los
insulto (los demonios). ¿Y porque me sucede esto? Porque hay lugares y
territorio dentro de mí, donde todavía no ha desembarcado el Señor. ¿Dónde está
para mí la buena noticia de esta palabra? Que el Señor tiene todo el
poder, toda autoridad sobre mí, porque soy parte de su pertenecía personal y él
tiene la misión de llegar a mi vida con la autoridad de sacar y expulsar, las
tinieblas, las oscuridades, que me atormenta y me tratan de robar la paz*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》