Lo
que me dice: El Santo Evangelio:
Viernes, 16 de febrero de 2018 (Mateo 9,
14-15). « ¿Por qué
nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no
ayunan?». Son
muchas las ocasiones en que yo asumo esa postura, Señor ¿por qué a él SI y a mí
NO? Si yo estoy haciendo lo correcto, me
porto bien, cumplo con todas las normas. Yo sé que mi problema está en que yo hago
las cosas para que me vean, y me justifico, porque considero que yo soy bueno y
cumplo con lo que a mí me toca y el otro no. Entonces comienzo a murmurar y
hacer juicio. Y esto me pasa por tonto que soy. Si creo saber quién es el Señor, porque estoy
en otro bando, en otro equipo, sentado en el banco de los burlones. El Señor me
dice que no ayune por cualquier tontería o por cualquier cosa, que si estoy con
él, mi ayuno solo debe de ser, cuando sienta que una situación me esté
arrebatando, éste amor lleno de esperanza y misericordia. Siento una gran
alegría y una enorme esperanza, porque el Señor, en ningún momento me rechaza,
en mi está, el querer, el desear, sentarme a la mesa con él, a disfrutar de su
gracia, de su amor y su misericordia.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》