Lo que me dice: El Santo Evangelio:
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Viernes, 24 de noviembre de 2017 (Lucas
19, 45-48). «Mi casa es casa de oración» pero vosotros la
habéis convertido en una «cueva de bandidos» *Cada día necesito reconocer mas lo que hay
dentro de mí, si, yo se que hago negocios con la casa del Señor, que es mi
cuerpo, desde mi forma de vestir, como me alimentos, como me cuido. Unos de los
negocios en lo que muchas veces quiero involucrar al Señor es: Si tú me
concedes esto que te vengo pidiendo, te prometo que daré una cantidad de dinero,
a la iglesia o a un pobre. Si me concede ese trabajo que te estoy pidiendo, el
primer sueldo es tuyo, si me ayudas a conseguir esa mujer, te prometo serle
fiel, (si me consigue esto te doy aquello) siempre exponiendo mi cuerpo a los
negocios. Y al mismo tiempo vivo intoxicando este cuerpo que el Señor me ha
prestado por un tiempo, inyectándome grandes cantidades de odio, tomándome algunos comprimidos de réncor y bebiéndome
algunas cosas raras preparadas con: envidia, orgullo, ira, algunas gotas de soberbia
y quien sabe cuánto veneno mas. Y el Señor llega a mí de repente y me tira todo
eso por el suelo, y meda un Santo regaño y me dice, que este cuerpo y esta vida
que él me ha prestado no son para eso. Que mi vida está totalmente diseñada
para vivir en, la alegría, en el amor y en la esperanza*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》