Lo que me dice: El Santo Evangelio: Jueves, 20 de abril de
2017
(Lucas
24,35-48). Esta pregunta trae una intención de sanación para mi,
¿Por qué surgen dudas en mi interior? Pensar que el Crucificado es el mismo que
el Resucitado. Esto me lleva a pensar que la Resurrección se da en la cruz. Eso
me deja dicho que donde se tiene que dar la Resurrección es en mi corazón, y
eso solo lo pueden sentir y ver las persona que están a mi alrededor o las
personas que hablan con migo. La Resurrección no tiene nada que ver, con mis
sentimiento, ni con mi estado de ánimo, aunque que yo diga me siento Resucitado
y diga Cristo ha Resucitado Aleluya, Aleluya. Y al poco rato sale de mí, una
enorme soberbia, arrogancia y prepotencia. Eso me deja dicho que la
Resurrección es una peregrinación del corazón, donde el Señor por el camino me
va abriendo los sentidos del entendimiento, para que comience en mí a renacer
la esperanza, donde va despertando en mí el deseo de amar. La Resurrección no
es un sentimiento, la resurrección es un moralismo, la resurrección no es un
cuento, la resurrección no es sentirme bien, sin ningún tipo de problema y sin
caspa en la cabeza. Para mí la
Resurrección es contemplar las llagas del Señor en sus manos y sus pies y
viendo su llaga y tocándola comenzar un camino de peregrinación hacia desear y
querer hacer la voluntad de DIOS.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL
SEÑOR: llegará a ser,
SANTO 》