R. Enséñame, Señor, tus preceptos.
¿Cómo un joven llevará una vida honesta?
Cumpliendo tus palabras. R.
Yo te busco de todo corazón:
no permitas que me aparte de tus mandamientos. R.
Conservo tu palabra en mi corazón,
para no pecar contra ti. R.
Tú eres bendito, Señor:
enséñame tus preceptos. R.
Yo proclamo con mis labios
todos los juicios de tu boca. R.
Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas. R.
GLORIA AL PADRE Y AL HIJO Y AL ESPIRITU SANTO