Lunes 14 de marzo
Juan 8,12-20
En aquel tiempo, Jesús les habló otra vez a los fariseos diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida. Lo fariseos le dijeron:Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale. Jesús les respondió: «Aunque yo dé testimonio de mí mismo, mi testimonio vale, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie; y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado. Y en vuestra Ley está escrito que el testimonio de dos personas es válido. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo y también el que me ha enviado, el Padre, da testimonio de mí. Entonces le decían¿Dónde está tu Padre?. Respondió Jesús:No me conocéis ni a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi padre.
Palabra del Señor
«Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad». Estas palabras están todas ella llena de luz para mi, el Señor me hace una invitación para desear la luz, el quiere alumbrar toda mi vidad, para que no ande por la oscuridad, si lo reconozco a el como mi luz, estare caminando por el camino correcto, estar en la luz, es estar en la verdad, estar en la luz, es tener la vida, porque el Señor de la luz, es el camino, la verdad y la vida.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO 》