Lecturas
del Día VI dentro de la Octava de la Natividad del Señor
30 Dic 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,36-40)*
En aquel tiempo, había una profetisa, Ana,
hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita
había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se
apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones.
Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos
los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y cuando cumplieron todo lo que
prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El
niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de
Dios lo acompañaba.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Ana
permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo,
sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones)
*La escuela y la universidad nos preparan para ser buenos
empleado. Pero ¿Como nos preparamos para hacer lo que agrada a Dios? En esta
lectura de hoy el Señor, a través de una viuda llamada Ana, nos enseña la
manera de agradar a Dios, durante nuestra vida en esta tierra; y al mismo
tiempo nos da la clave de como servir al Señor, día y noche. La mejor forma de
servir adecuadamente al Señor, es utilizando las herramientas más importantes
que son: El "Ayuno y La Oración". El Ayuno y la Oración, no nos
debilitan, al contrario, nos fortalecen. Estas dos herramientas nos dan la
oportunidad y la gracia de ser mejores personas cada día y nos ayuda hacer con
amor, no con miedo, lo que agrada al Señor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
