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domingo, 14 de septiembre de 2025

LAS LECTURAS DEL LUNES 15 DE SEPTIEMBRE 2025


 

Lecturas del Lunes de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario

15 Sep 2025

*Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores*

Primera lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9):

 

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

 

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 30,2-3a.3b-4.5-6.15-16.20

 

R/. Sálvame, Señor, por tu misericordia

 

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí. R/.

Ven aprisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R/.

Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás. R/.

Pero yo confío en ti, Señor,
te digo: «Tú eres mi Dios.»
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.

Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos. R/.

 

*Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores*

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Juan (19,25-27)*

 

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.»
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

 

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(Junto a la cruz de Jesús estaban su madre

*La Cruz es el lugar donde se encuentran dos corazones uno destrozado por el dolor y el otro atravesado por la espada de la angustia. Pero estos dos corazones están entrelazados, están rebosados, colmados del amor eterno. El odio, el resentimiento, la amargura, la rabia y la intriga están buscando de alguna manera romper la unidad de estos dos corazones, están tratando de dar el mayor dolor a esta Madre sabiendo ella que su Hijo es el inocente, y frente a esta situación no se escuchó una sola palabra de esta Madre, solo Jesús sabia el dolor de su Madre y solo la Madre entendía el sufrimiento de su Hijo. ¡Oh dulce ternura de María al pie de la Cruz, enseñamos a amar y a servir a tu Hijo Jesús*. 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.