*Lecturas del Martes de la 2ª semana de Pascua*
Martes, 29 de abril de 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan
(3,5a.7b-15)*
En aquel tiempo,
dijo Jesús a Nicodemo:
«Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero
no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del
Espíritu».
Nicodemo le preguntó:
«¿Cómo puede suceder eso?».
Le contestó Jesús:
«¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad, en verdad te digo:
hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no
recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis,
¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales? Nadie ha subido al cielo
sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser
elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Dijo Jesús a Nicodemo: Tenéis que nacer de
nuevo)
*A pesar de que
Nicodemo es un Fariseo, un líder judío, él va de noche al encuentro de Jesús,
él reconoce que dentro de su vida hay muchas oscuridades. El conoce la ley y
también sabe que la ley no le llena el vacío que lleva dentro. Algo importante
en Nicodemo es que su mismo conocimiento y confianza, le llevan a los caminos
de Dios y llega a un punto de sentirse indefenso frente a la sabiduría que sale
de Jesús. Él de una manera que no podemos entender está pidiendo ayuda, está
buscando un cambio para su bien, aunque lo hace de manera escondida, él quiere
dejar atrás su la doble vida, Jesús con un simple ejemplo le hace ver lo
importante de dejarse guiar por el: Espíritu Santo. También nosotros estamos
invitado a nacer a una nueva forma de ser y a un nuevo modo de vivir y que
podamos movernos de una manera más sensible cada día, guiado por el suave viento
de su Espíritu*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.