Martes, 21 de
mayo de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos 9,29-36*
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y
atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a
sus discípulos.
Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo
matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.» Pero no entendían
aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por
el camino?»
Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más
importante.
Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que
sea el último de todos y el servidor de todos.»
Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El
que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a
mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y
el servidor de todos »).
*A mí este lenguaje del Señor, me
resulta un tanto incómodo y muy molestoso, y me gustaría no entenderlo. Porque
siempre vivo en el afán por todas las cosas, sobre todo sentir que soy el más
importante, y esto ocupa gran parte de mi corazón, siempre busco los primeros
puestos, sobre salir en todo, hasta en la humildad. Muchas veces me afano por
aparentar ser humilde, y hago las cosas para ser visto, para ser tomado en
cuenta, para que piensen y digan que soy humilde, pero lo que estoy es
actuado, y uso muchas estrategias para aparentar, porque en lo más profundo de
mi ser lo que hay es un competencia y eso no me permite entrar en el descanso.
El Señor me invita a hacer el último, pero no el último por mi fuerza, como en
ocasiones me pongo de último, y estoy murmurando dentro de mí. El Señor me
invita al ser el último por amor, y que mi felicidad sea el servir a los de más*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.