*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*JUEVES
SEMANA IV DE PASCUA*
25 de abril
*SAN
MARCOS, Evangelista. (FIESTA)*
Era primo de Bernabé, acompañó al apóstol Pablo en su primer viaje y después en
Roma. Fue discípulo de Pedro e intérprete del mismo en su evangelio. Se le
atribuye la fundación de la Iglesia de Alejandría.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, que nos
habla por medio del Evangelio. Aleluya.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, que nos
habla por medio del Evangelio. Aleluya.
Himno: CON EL GOZO PASCUAL
Con el gozo pascual,
el sol de nuevo brilla
cuando ven los apóstoles
que Jesús resucita.
En la carne de Cristo
ven claras las heridas
y paladinamente
que está vivo predican.
Cristo, rey clementísimo,
nuestras almas habita
para que te celebremos
por siempre en nuestra vida.
Sé, Jesús, de las almas
la pascual alegría,
que, en gracia renacidos,
tu triunfo nos anima.
A ti, Jesús, la gloria,
que, la muerte vencida,
abres por los apóstoles
nuevas sendas de vida. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Los santos evangelistas se entregaron de lleno
a indagar la sabiduría de sus predecesores y, con sus escritos, confirmaron las
explicaciones de los profetas. Aleluya.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los santos evangelistas se
entregaron de lleno a indagar la sabiduría de sus predecesores y, con sus
escritos, confirmaron las explicaciones de los profetas. Aleluya.
Ant 2. Dios nos convocó por medio del
mensaje de la salud, para darnos la posesión de la gloria de nuestro Señor
Jesucristo. Aleluya.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Dios nos convocó por medio del
mensaje de la salud, para darnos la posesión de la gloria de nuestro Señor
Jesucristo. Aleluya.
Ant 3. Muchos alabarán su inteligencia, su
fama vivirá por generaciones. Aleluya.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Muchos alabarán su inteligencia, su
fama vivirá por generaciones. Aleluya.
LECTURA BREVE 1Co 15, 1-2a. 3-4
Hermanos: Os quiero traer a la memoria el mensaje evangélico que os prediqué;
el que abrazasteis, el mismo en que os mantenéis firmes todavía y por el que
estáis en camino de salvación. En primer lugar os comuniqué el mensaje que yo
mismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras, y
fue sepultado; resucitó al tercer día y vive, según lo anunciaron también las
Escrituras.
RESPONSORIO BREVE
V. Proclamaron las alabanzas del Señor y su poder.
Aleluya, aleluya.
R. Proclamaron las alabanzas del Señor
y su poder. Aleluya, aleluya.
V. Y las maravillas que realizó.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. Proclamaron las alabanzas del Señor
y su poder. Aleluya, aleluya.
V. El Señor pronuncia un oráculo.
Aleluya.
R. Millares pregonan la alegre
noticia. Aleluya.
PRIMERA LECTURA
De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4,
1-16
DIVERSIDAD DE DONES EN UN MISMO CUERPO
Hermanos: Yo, el prisionero por Cristo, os ruego
que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre
humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor;
esforzaos por mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Un
solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la meta de la esperanza en la
vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un
Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade
todo.
A cada uno de nosotros le ha sido concedida la gracia a la medida del don de
Cristo. Por eso dice: «Subiendo a la altura, llevó cautivos y dio dones a los
hombres.» ¿Qué quiere decir «subió» sino que antes bajó a las regiones
inferiores de la tierra? Éste que bajó es el mismo que subió por encima de
todos los cielos, para llenarlo todo.
Él mismo ha constituido a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y doctores, para el perfeccionamiento de los
fieles, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de
Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del
Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Para
que ya no seamos niños sacudidos por las olas y llevados al retortero por todo
viento de doctrina, en la trampa de los hombres, que con astucia conduce al
error; sino que, realizando la verdad en el amor, hagamos crecer todas las
cosas hacia él, que es la cabeza: Cristo, del cual todo el cuerpo, bien
ajustado y unido a través de todo el complejo de junturas que lo nutren y
actuando a la medida de cada parte, se procura su propio crecimiento para
construcción de sí mismo en el amor.
RESPONSORIO 2Pe 1, 21; Pr 2, 6
R. Nunca fue
proferida profecía alguna por voluntad humana, sino que, * llevados
del Espíritu Santo, hablaron los hombres de parte de Dios. Aleluya.
V. El Señor es quien da sabiduría, de
su boca proceden la prudencia y la ciencia.
R. Llevados del Espíritu Santo,
hablaron los hombres de parte de Dios. Aleluya.
SEGUNDA LECTURA
Del Tratado de san Ireneo, obispo, Contra las
herejías
(Libro 1, 10, 1-3: PG 7, 550-554)
LA PREDICACIÓN DE LA VERDAD
La Iglesia, esparcida por el orbe hasta los
confines de la tierra, ha recibido de los apóstoles y de los discípulos de los
mismos aquella fe cuyo objeto es: un solo Dios, Padre todopoderoso, que hizo el
cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él; y un solo Hijo de Dios,
Jesucristo, que por nuestra salvación se hizo hombre; y el Espíritu Santo, que,
por boca de los profetas, anunció de antemano los designios de Dios; y la
venida al mundo, la encarnación en el seno de María, la pasión y resurrección
de entre los muertos, la ascensión corporal del amado Jesucristo, Señor
nuestro, así como su futura venido desde el cielo, en la gloria del Padre, para
recapitular todas las cosas y resucitar corporalmente a todo el género humano,
para que, según ha dispuesto el Padre invisible, ante Cristo Jesús, nuestro
Señor y Dios, salvador y rey, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra,
en el abismo y toda lengua lo proclame, y él juzgue a todos con justicia.
La Iglesia, habiendo recibido, como hemos dicho, esta predicación y esta fe,
aunque esparcida por todo el mundo, la guarda con diligencia, como si todos sus
hijos habitaran en una misma casa; y toda ella cree estas mismas verdades, como
quien tiene una sola alma y un solo corazón, y, en consecuencia, las predica,
las enseña y las transmite, como quien tiene una sola boca. Porque, si bien en
el mundo hay diversidad de lenguajes, el contenido de la tradición es uno e
idéntico para todos.
Y lo mismo creen y transmiten las Iglesias fundadas en Germania, así como las
de los iberos, las de los celtas, las del Oriente, las de Egipto, las de Libia
y las que se hallan en el centro del mundo; pues, del mismo modo que el sol,
creatura de Dios, es uno e idéntico en todo el mundo, así también la
predicación de la verdad brilla en todas partes e ilumina a todos los hombres
que quieren llegar al conocimiento de la verdad.
Y ni el que posee dotes oratorias, entre los que presiden las Iglesias,
enseñará algo diverso a lo que hemos dicho (ya que nadie está por encima de su
maestro), ni el que está privado de estas dotes aminorará por ello el contenido
de la tradición. En efecto, siendo la fe única e idéntica para todos, ni la
amplía el que es capaz de hablar mucho sobre ella, ni la aminora el que no es
capaz de tanto.
RESPONSORIO 1Co 1, 17-18. 21
R. Cristo me
envió a evangelizar, y no con sabiduría de palabras, a fin de no quitar
eficacia a la cruz de Cristo. * Pues
el mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero
para los que están en vías de salvación es fuerza de Dios. Aleluya.
V. Como en la sabiduría de Dios, el
mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la
necedad de la predicación, para salvar a los creyentes.
R. Pues el mensaje de la cruz es
necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en
vías de salvación es fuerza de Dios. Aleluya.
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Marcos (16,15-20)*
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y
proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará;
el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán
estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán
serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño.
Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de
Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor
cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. La gracia de Cristo ha constituido, a unos,
evangelistas y, a otros, doctores, y los ha enviado al pueblo creyente como
ministros de la fe. Aleluya.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La gracia de Cristo ha constituido,
a unos, evangelistas y, a otros, doctores, y los ha enviado al pueblo creyente
como ministros de la fe. Aleluya.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, luz del mundo por el Evangelio, y,
poniendo en sus manos nuestras vidas, digámosle:
Guía, Señor, a tu Iglesia con la fuerza del Evangelio.
Tú que has mostrado familiarmente tu divinidad en medio de los hombres,
no dejes de resplandecer hoy en tu Iglesia con los múltiples signos de tu
gloria.
Tú que te acercas a nosotros por las palabras vivas de los evangelistas,
danos durante este día el gozo de tu presencia.
Tú que por la cruz y la resurrección has manifestado la soberanía del amor del
Padre,
acoge el trabajo y el dolor de los hombres y transfórmalos en ofrenda de
salvación.
Tú que en la naciente Iglesia escogiste a Marcos como evangelizador y
evangelista,
haz que nosotros seamos hoy con nuestras palabras y ejemplos testigos del
Evangelio.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Digamos llenos de confianza la oración que Jesús enseñó a los apóstoles.
Padre nuestro...
ORACION
Señor, tú que diste a san Marcos el carisma de anunciar el
Evangelio, haz que sepamos aprovecharnos de sus escritos y por ellos aprendamos
a seguir fielmente a Jesucristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y
nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: TRISTES ESTABAN LOS APÓSTOLES
Tristes estaban los apóstoles
tras sepultar a Cristo
que, a muerte despiadada,
lo sentenciaron los impíos.
Con dulces palabras, un ángel
a las mujeres dijo
que en Galilea el Señor
habría muy pronto de ser visto.
Mientras corrían presurosas
a hablar a los discípulos,
lo ven, besan sus pies,
pues se les aparece vivo.
Cuando lo saben los apóstoles
acuden velocísimos
a ver en Galilea
el rostro adorable de Cristo.
Sé, Jesús, de las almas júbilo
y pascual regocijo,
a tus triunfos asócianos,
que en la gracia hemos renacido.
Tribútese, oh Jesús, la gloria
a ti, que, ya vencido
el reino de la muerte,
nos abre lúcido el camino. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Soy ministro del Evangelio en virtud de la gracia que Dios
me ha dado. Aleluya.
Salmo 115 - ACCIÓN DE GRACIAS EN EL TEMPLO.
Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!»
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos.»
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Vale mucho a los ojos del Señor
la vida de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Soy ministro del Evangelio
en virtud de la gracia que Dios me ha dado. Aleluya.
Ant 2. Todo lo hago por el Evangelio, para
ser partícipe del mismo. Aleluya.
Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Todo lo hago por el
Evangelio, para ser partícipe del mismo. Aleluya.
Ant 3. Dios me ha concedido la gracia de
evangelizar a los gentiles las insondables riquezas de Cristo. Aleluya.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios me ha concedido la
gracia de evangelizar a los gentiles las insondables riquezas de Cristo.
Aleluya.
LECTURA BREVE Col 1, 3b-6a
Damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor
Jesucristo, en todo momento, rezando por vosotros, al oír hablar de vuestra fe
en Jesucristo y del amor que tenéis a todos los santos, por la esperanza que os
está reservada en los cielos, sobre la cual oísteis hablar por la palabra
verdadera de la Buena Noticia, que se os hizo presente, y está dando fruto y
prosperando en todo el mundo igual que entre vosotros.
RESPONSORIO BREVE
V. Contad a los pueblos la gloria del Señor. Aleluya, aleluya.
R. Contad a los pueblos la gloria del
Señor. Aleluya, aleluya.
V. Sus maravillas a todas las
naciones.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
R. Contad a los pueblos la gloria del
Señor. Aleluya, aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. La palabra del Señor permanece eternamente; y ésta es la
palabra: la Buena Noticia anunciada a vosotros. Aleluya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La palabra del Señor permanece
eternamente; y ésta es la palabra: la Buena Noticia anunciada a vosotros.
Aleluya.
PRECES
Invoquemos a Dios, fuente de toda luz, que por medio del Evangelio
de su Hijo nos ha llamado a la fe verdadera, y oremos por su pueblo santo,
diciendo:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia.
Padre santo, que sacaste de entre los muertos a Jesús, gran pastor de las
ovejas,
haz que nosotros seamos testigos de Cristo hasta los confines del mundo.
Padre santo, tú que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los
pobres,
haz que el Evangelio sea proclamado a toda la creación.
Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de la palabra,
haz que, sembrando también tu palabra con nuestro esfuerzo, recojamos sus
frutos con alegría.
Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo,
haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación de los hombres.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que quisiste que tu Hijo resucitara el primero de entre los muertos,
concede a todos los que son de Cristo resucitar con él, el día de su venida.
Oremos ahora al Padre, como Jesús enseñó a los apóstoles:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, tú que diste a san Marcos el carisma de anunciar el
Evangelio, haz que sepamos aprovecharnos de sus escritos y por ellos aprendamos
a seguir fielmente a Jesucristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y
nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.