Musica Para el Alma

sábado, 30 de marzo de 2024

JUAN 20,1-9 CICLO B


 

*Lecturas del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor*

Domingo, 31 de marzo de 2024

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9)*

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

*(Vio y creyó)*

*Estas dos palabras tienen el poder de encaminar nuestra vida por el mejor de los caminos de la fe que termina en la vida eterna. “Ver” es convertirnos en testigos auténticos, sin miedo y con la capacidad de asegurar con nuestra propia vida, que existe una persona que tiene todo el poder de golpear, destruir y exterminar a la muerte. “Creyó” es una palabra que produce sanción, descanso, y nos da una confianza plena para poner en práctica lo que hemos creído, y que hemos creído, que un hombre llamado Jesús, que paso por esta tierra haciendo el bien, termino siendo el hombre más sufrido, y con su sufrimiento que termino en una cruz sin apariencia, fue tan golpeado que no parecía humano y con su muerte destruyo aquello que nos daba miedo la muerte y con su muerte instauro la Resurrección, el nuevo reinado de los Bienaventurados hijos de Dios. Ahora podamos vivir, en la seguridad de que la muerte y el sufrimiento no tienen la última palabra en nuestra vida* 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.