*Lecturas de Los Santos Inocentes*
Jueves, 28 de diciembre de 2023
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (2,13-18)*
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José
y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí
hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se
quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el
profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por
los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años
para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había
averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por
sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
«El ángel del Señor se apareció en
sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto;
quédate allí hasta que yo te avise»
*José
era un hombre tan justo, que los ángeles de Dios, eran sus amigos. Los ángeles
se hicieron tan amigo de José, que ellos les comunicaban todo lo que él tenía
que hacer, para cuidar al niño y a su madre. Siento, santa envidia por José el
hombre justo, que cuida de los necesitados y de los indefensos, es un protector
de personas en pueblos desconocidos. José era un hombre justo y obediente, que
escucha la voz de Dios, a través de los ángeles, cuando les dicen:
«Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que
yo te avise» José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, y se fue a
Egipto. Cuantos países y pueblos, están faltos de hombres como José, justos y
obedientes que se dedican a cuidar a los niños y a sus madres. Cuantos hogares
necesitan hombres que puedan representar a José, con capacidad de cuidar a los
niños y a sus madres. Con tristeza en un hogar cuando hombres y mujeres dejan
de orar. Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que
llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.