*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*Virgen de Chiquinquirá*
TIEMPO
ORDINARIO
VIERNES DE LA SEMANA XIV
Del común de la Santísima Virgen María.
9 de julio
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ, patrona de Colombia. (FIESTA).
El Santuario de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá es uno de los más
importantes de Colombia, en el que a lo largo de los siglos se eleva la
alabanza del pueblo colombiano al Señor por medio de María. María está
representada en un lienzo con su Hijo en brazos, y desgranando el rosario con
su mano izquierda.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Celebremos la festividad de santa María Virgen y adoremos a su
Hijo Jesucristo, el Señor.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Celebremos la festividad de santa María Virgen y adoremos a su
Hijo Jesucristo, el Señor.
Himno: REINA Y MADRE DE COLOMBIA
Reina y Madre de Colombia,
te corona nuestro amor;
Virgen santa del Rosario,
protege al pueblo y nación.
El santuario provinciano
redunda en gracia y piedad,
es centro de romerías
centro de culto filial.
Dichos la tierra amada
que goza de tu favor;
irradia, Madre, en tus hijos
de tu imagen el fulgor.
Concurre el fiel a tu templo
para ofrecer su oblación;
por campos y valles se oyen
sus cánticos y oración.
Gloria a ti, Jesús, nacido
de la Madre virginal;
al Espíritu y al Padre
se rinda gloria inmortal. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Hoy es la solemnidad de la gloriosa Virgen María, del linaje de
Abraham, nacida de la tribu de Judá, y de la noble estirpe de David.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Hoy es la solemnidad de la gloriosa Virgen María, del linaje de
Abraham, nacida de la tribu de Judá, y de la noble estirpe de David.
Ant 2. Cantemos con todo nuestro afecto la solemnidad de la santísima
Virgen María, la excelsa Madre de Dios.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Cantemos con todo nuestro afecto la solemnidad de la santísima
Virgen María, la excelsa Madre de Dios.
Ant 3. Celebremos con todo nuestro afecto la solemnidad de la santísima
Virgen María, para que ella interceda por nosotros ante nuestro Señor
Jesucristo.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Celebremos con todo nuestro afecto la solemnidad de la santísima
Virgen María, para que ella interceda por nosotros ante nuestro Señor
Jesucristo.
LECTURA BREVE Is 61,10
Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un
traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como a una novia que se
adorna con sus joyas.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor la eligió y la predestinó.
R. El Señor la eligió y la predestinó.
V. La hizo morar en su templo santo.
R. Y la predestinó.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor la eligió y la predestinó.
V. María
conservaba todas estas cosas.
R. Meditándolas en su corazón.
PRIMERA LECTURA
De la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3, 22—4, 7
POR LA FE, SOMOS HIJOS Y HEREDEROS DE DIOS
Hermanos: La Escritura ha declarado que todos los hombres son culpables de
pecado, para que así la promesa se concediese a los creyentes, por su fe en Jesucristo.
Antes de venir la economía de la fe, estábamos encerrados bajo la custodia de
la ley, en espera de la fe que había de revelarse. De este modo la ley fue
nuestro ayo para llevarnos a Cristo, a fin de ser justificados por la fe. Pero,
una vez llegada la era de la fe, no estamos más bajo la potestad del ayo, pues
ya sois todos hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
En efecto, todos los que habéis sido bautizados en Cristo os habéis revestido
de Cristo. Ya no hay distinción entre judío y gentil, ni entre libre y esclavo,
ni entre hombre y mujer: todos sois uno en Cristo Jesús. Y si sois de Cristo
sois por lo mismo descendencia de Abraham, herederos según la promesa.
Pongo también otra comparación: El heredero, mientras es menor de edad, con ser
dueño de todo, no se distingue en nada del esclavo: está bajo tutores y
administradores hasta el tiempo prefijado por su padre. De igual modo:
Nosotros, cuando éramos menores de edad, vivíamos esclavizados por los
«elementos del mundo».
Pero, cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer,
nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que
recibiéramos el ser hijos por adopción. Y la prueba de que sois hijos es que
Dios ha enviado a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama:
«¡Padre!» Por consiguiente, ya no eres esclavo, sino hijo; y, si eres hijo,
también eres heredero por voluntad de Dios.
RESPONSORIO Cf. Ga 4, 4-5; Ef 2,4; Rm 8, 3
R. Mirad que ya se cumplió el tiempo, y ha enviado Dios a su Hijo a
la tierra, nacido de una Virgen, nacido bajo la ley, * para
rescatar a los que estaban bajo la ley.
V. Por el gran amor con que nos amó, envió a su propio Hijo, sometido
a una existencia semejante a la de la carne de pecado.
R. Para rescatar a los que estaban bajo la ley.
SEGUNDA LECTURA
De las Disertaciones de san Sofronio, obispo
(Disertación 2, Sobre la anunciación de la Santísima Virgen, 21-22. 26: PG 87,
3, 3242. 3250)
POR MARÍA, LA BENDICIÓN DEL PADRE HA BRILLADO SOBRE LOS HOMBRES
Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo. ¿Y qué puede haber más sublime
que esta alegría, oh Virgen Madre? ¿O qué puede haber más excelente que esta
gracia, que tú sola has alcanzado de Dios? ¿ O qué puede imaginarse más amable
o espléndido que esta gracia? Nada puede equipararse a las maravillas que en ti
vemos realizadas, nada hay que iguale la gracia que tú posees; todo lo demás,
por excelente que sea, ocupa un lugar secundario y goza de una excelencia
claramente inferior.
El Señor es contigo; ¿quién, pues, se atreverá a competir contigo? De ti nacerá
Dios; ¿quién, por tanto, no se reconocerá al momento inferior a ti y no
admitirá de buen grado tu primacía y superioridad? Es por esto que, al
contemplar tus eminentes prerrogativas, que superan las de cualquier otra
creatura, te aclamo lleno de entusiasmo: Alégrate, llena de gracia, el Señor es
contigo. Por ti ha venido la alegría, no sólo a los hombres, sino también a los
mismos coros celestiales.
Verdaderamente, bendita tú eres entre todas las mujeres, ya que has cambiado en
bendición la maldición de Eva y has hecho que Adán, que yacía postrado bajo el
peso de la maldición, alcanzara, por ti, la bendición.
Verdaderamente, bendita tú eres entre todas las mujeres, ya que, por ti, la
bendición del Padre ha brillado sobre los hombres, librándolos de la antigua
maldición.
Verdaderamente, bendita tú eres entre todas las mujeres, ya que, por ti,
alcanzan la salvación tus progenitores; pues has de dar a luz a aquel que les
obtendrá la salvación divina.
Verdaderamente, bendita tú eres entre todas las mujeres, ya que, sin concurso
de semilla, has producido aquel fruto que esparce la bendición sobre el orbe de
la tierra, redimiéndola de la maldición que le hacía producir espinas y
abrojos.
Verdaderamente, bendita tú eres entre todas las mujeres, ya que, siendo por
condición natural una mujer como las demás, llegarás a ser en verdad Madre de
Dios. Efectivamente, si el que ha de nacer de ti es, con toda verdad, el Dios
hecho hombre, con toda razón eres llamada Madre de Dios, ya que realmente das a
luz a Dios.
Llevas en la intimidad de tu seno al mismo Dios, el cual mora en ti según la
carne, y sale de ti como un esposo, trayendo a todos la alegría y comunicando a
todos la luz divina.
Pues en ti, oh Virgen, como en un cielo nítido y purísimo, ha puesto Dios su
tienda; y saldrá de ti como el esposo de su alcoba; y, cual gigante que
emprende su carrera, recorrerá el camino de su vida, provechosa en todo para
todos, alcanzando con su giro del término del cielo hasta el opuesto confín,
llenándolo todo de su calor divino y de su resplandor vivificante.
RESPONSORIO S. Sofronio, Disertación 2
R. Verdaderamente, bendita tú eres entre todas las mujeres, ya que
has cambiado en bendición la maldición de Eva. * Por
ti la bendición del Padre ha brillado sobre los hombres.
V. Por ti alcanzan la salvación tus progenitores.
R. Por ti la bendición del Padre ha brillado sobre los hombres.
*Lecturas del Viernes de la 14ª semana del Tiempo Ordinario*
Viernes, 9 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (10,16-23)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Mirad que os mando como ovejas
entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.
Pero no os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os
azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por
mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os
arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su
momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que
habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos
entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se
rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi
nombre; el que persevere hasta el final se salvará. Cuando os persigan en una
ciudad, huid a otra. Porque os aseguro que no terminaréis con las ciudades de
Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Celebremos la solemnidad de la siempre Virgen María, Madre de
Dios, porque reina en su celeste trono. Aleluya.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Celebremos la solemnidad de la siempre Virgen María, Madre de
Dios, porque reina en su celeste trono. Aleluya.
PRECES
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María
Virgen, y digámosle:
Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros.
Sol de justicia, a quien María Virgen precedía cual aurora luciente,
haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia.
Palabra eterna del Padre, tú que elegiste a María como arca de tu morada,
líbranos de toda ocación de pecado.
Salvador del mundo, que quisiste que tu Madre estuviera junto a tu cruz,
por su intercesión concédenos compartir con alegría tus padecimientos.
Señor Jesús, que colgado en la cruz entregaste María a Juan como madre,
haz que nosotros vivamos también como hijos suyos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Según el mandato del Señor, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Padre nuestro, en tu amorosa solicitud has querido favorecer a
nuestra Patria dándonos en Chiquinquirá un signo de tu presencia; por la
intercesión poderosa de la Virgen María, cuyo patrocinio hoy celebramos,
concédenos crecer en la fe y lograr la prosperidad por caminos de paz y de
justicia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*Virgen de Chiquinquirá*
El encargo era pintar la Virgen
del Rosario, pero como sobraba tela a los lados, pintaron al lado derecho de la
Virgen a San Antonio (Patrono de Dn Antonio de Santana) y al lado izquierdo a
San Andrés (Apóstol del Hmno. Andrés) este santo tiene a su lado la cruz en que
lo crucificaron (en forma de X) y San Antonio lleva sobre un libro al Niño
Jesús (porque se dice que se le aparecía el Divino Niño). El cuadro es colocado
en la Capilla de Sutamarchán pero como el techo es de paja, poco a poco
empiezan a caer goteras, y unos años después la pintura está casi totalmente
borrada.
En 1578 el cuadro está tan
borroso y deteriorado que el Párroco, P. Leguizamón, lo hace quitar del altar y
lo envía a una finca que el Sr. Santana tiene en Chiquinquirá, finca llamada
"Aposentos" palabra que significa "casa grande para dar alojamiento
a indios y campesinos). En 1585 llega de España una sencilla mujer, llamada
María Ramos, familiar de la esposa de Don Antonio de Santana y se va a trabajar
como doméstica a la casa de ellos en Chiquinquirá.
Allí en el ranchejo que hace de
Capilla encuentra María Ramos el cuadro que en 1578 había sido quitado de la
Capilla de Sutamarchán por estar demasiado viejo y borrado, pero ahora sí que
es cierto que está deteriorado. Todo es agujero y mugre.
La piadosa mujer lo observa y al
ser informada de que en un tiempo fue una imagen de la Sma. Virgen, pero que
por estar ya tan en mal estado se ha empleado para poner semillas a secar al
sol, se dedica a quitarle el polvo y la mugre y lo cuelga en una especie de
marco. María Ramos pasa largos ratos de rodillas allí ante el borroso cuadro
pidiendo a la Virgen que la consuele porque extraña su casa y su patria, y
rogándole que por favor se digne hacerse un poco más visible porque allí en
aquella tela casi no se notaba nada.
Pasan los meses, y María Ramos
suplicaba: "Rosa del cielo ¿cuándo te pondremos contemplar bien?".
La Renovación: Dice la crónica de
aquel tiempo: así las cosas el día 26 de diciembre de 1586, a eso de las 9 de
la mañana pasaba una india cristiana llamada Isabel que llevaba en la mano a su
hijo de 4 años llamado Miguel y al pasar por frente a la Capilla le dijo:
"Madre mía, mire a la Madre de Dios que está en el suelo" volvió la
india hacia el altar y vio como la imagen de la Madre de Dios estaba en el suelo
despidiendo de si un resplandor celestial que inundaba toda la Capilla. Quedó
asombrada la india y muy despavorida le dijo en altas voces a María Ramos:
"mire señora que la Madre de Dios se ha bajado del sitio donde estaba y
parece que se está quemando".
Volvió María Ramos el rostro y
vió que la imagen de la Sma. Virgen estaba de la manera que decía la india y
admirada de ver tan estupendo portento, llena de asombro y pasmo, dando goces y
derramando lágrimas fué corriendo hasta el sitio donde estaba la imagen y
arrodillándose se quedó mirándola y rezándole con gran fe y devoción.
A los clamores de María Ramos y
de la india, acudió Juana de Santana, y juntas, las tres piadosas mujeres,
postradas de rodillas estuvieron largo rato contemplando gozosas aquellos resplandores
de Gloria que llenaban de luz la Capilla y de alegría los corazones.
Y sigue diciendo la crónica de
aquel tiempo: "Estaba la milagrosa imagen en el suelo recostada e
inclinada hacia el altar en el mismo sitio en el que acostumbraba hacer oración
María Ramos. La pintura se había vuelto tan renovada y de celestiales colores y
que era una gloria el verla. Cesaron los resplandores que despedía la milagrosa
imagen de la madre de Dios y después de un rato, con respeto y devoción
levantaron de aquel sitio el milagroso cuadro y lo colocaron en el puesto que
había ocupado antes, sobre el altar.
"Apenas estuvo colocado el
cuadro en su sitio, llegaron otro tanto de mujeres del servicio y viendo la
bendita imagen en aquella hermosura nunca vista y con el rostro tan encendido,
renovada de colores toda la imagen, se quedaron asombradas y postrándose de
rodillas todos los presentes hicieron adoración y todo aquel día estuvo llena
de gente la humilde Capilla, pues muchos venían a dar gracias a Dios y a contemplar
la maravillosa imagen y la celestial hermosura que se ve al presente.
La fama de tan impresionante
suceso corrió rápidamente por todo el vecindario. Indios y españoles comenzaron
a acudir de todos los alrededores, y en un par de meses todo el territorio del
virreinato Nueva Granada, estaba informado el acontecimos, y los milagros
empezaron a duplicarse.
A los 15 días llegó el párroco de
Sutmarchán a comprobar el hecho. Se quedó admirado de la renovación milagrosa.
Habiendo reverenciado a la Virgen con mucha devoción, llamó a los testigos que
habían presenciado la Renovación y ante un escribano les hizo hacer
declaraciones juramentadas de lo que habían visto, con todos sus detalles.
Todos declararon bajo la gravedad del juramento lo que acabamos de narrar, y el
10 de enero de 1587 en sobre cerrado y sellado fueron enviadas estas
declaraciones al Arzobispo de Santa Fe de Bogotá.
El Sr. Arzobispo ante la noticia
de que de todas partes se dirigen peregrinos a rezar ante el famoso cuadro,
envía a unos investigadores especiales a indagar todos los detalles y después
de mil averiguaciones, los especialistas concluyen que lo acontecido es algo
excepcional, algo divino. Entonces el Sr. Arzobispo en persona se va a visitar
el cuadro y no le queda más que repetir las palabras que dijo Jacob en la
Biblia: "Verdaderamente Dios está en este sitio, y yo no lo sabía"
(Gn. 28, 16).
Las gentes acudían de todas la
regiones y la Madre bendita comenzó a obrar curaciones y conversiones en favor
de devotos. Pero el milagro más grande y más frecuente que la Virgen de
Chiquinquirá hace a sus devotos es la de la Conversión, que dejen su vida de
pecado y empiecen una vida como Dios la desea.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: SALVE, DEL MAR ESTRELLA
Salve, del mar Estrella,
salve, Madre sagrada
de Dios y siempre virgen,
puerta del cielo santa.
Tomando de Gabriel
el «Ave», Virgen alma,
mudando el nombre de Eva,
paces divinas trata.
La vista restituye,
las cadenas desata,
todos los males quita,
todos los bienes causa.
Muéstrate madre, y llegue
por ti nuestra esperanza
a quien, por darnos vida,
nació de tus entrañas.
Entre todas piadosa,
Virgen, en nuestras almas,
libres de culpa, infunde
virtud humilde y casta.
Vida nos presta pura,
camino firme allana,
que quien a Jesús llega
eterno gozo alcanza.
Al Padre, al Hijo, al Santo
Espíritu alabanzas;
una a los tres le demos,
y siempre eternas gracias. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia
en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir:. «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
Ant 2. Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra.
Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra.
Ant 3. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido
bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos
el ser hijos por adopción.
RESPONSORIO BREVE
V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
V. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
R. El Señor está contigo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Madre dichosa, Virgen intacta, Reina gloriosa del mundo,
experimenten tu ayuda cuantos celebran tu solemne festividad.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Madre dichosa, Virgen intacta, Reina gloriosa del mundo,
experimenten tu ayuda cuantos celebran tu solemne festividad.
PRECES
Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso
que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y
supliquémosle diciendo:
Que la llena de gracia interceda por nosotros.
Señor, Dios nuestro, admirable siempre en tus obras, que has querido que la
inmaculada Virgen María participara en cuerpo y alma de la gloria de
Jesucristo,
haz que todos tus hijos deseen y caminen hacia esta misma gloria.
Tú que nos diste a María por madre, concede por su mediación salud a los
enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores
y a todos abundancia de salud y de paz.
Tú que hiciste de María la llena de gracia,
concede la abundancia de tu gracia a todos los hombres.
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,
y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre de
Jesús.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que coronaste a María como reina del cielo,
haz que los difuntos puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu
reino.
Confiando en el Señor, que hizo obras grandes en María, pidamos al Padre que
colme también de bienes al mundo hambriento:
Padre nuestro...
ORACION
Padre nuestro, en tu amorosa solicitud has querido favorecer a
nuestra Patria dándonos en Chiquinquirá un signo de tu presencia; por la
intercesión poderosa de la Virgen María, cuyo patrocinio hoy celebramos,
concédenos crecer en la fe y lograr la prosperidad por caminos de paz y de
justicia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.