*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Pascual Bailón*
*Laudes - SAN PASCUAL BAILÓN, RELIGIOSO 2021*
San Pascual nace el año
1540 en Torrehermosa, perteneciente al reino de Aragón, donde ejerce el humilde
oficio de pastor. Ingresó en la Orden de los Frailes Menores, y sobresalió por
su devoción a la Virgen y por su amor a la eucaristía. Vivió en el convento de
Elche y Villena, y profesó en el de Orito (Monforte del Cid), en donde tuvo la
aparición de la Eucaristía. Murió en Villarreal de los Infantes (Castellón),
cerca de Valencia, el 17 de mayo de 1592. Fue canonizado por Alejandro VIII en
1690. León XIII lo nombró patrono de las Asociaciones y Congresos eucarísticos
por el breve apostólico Providentissimus, de 28 de noviembre de 1897.
SAN
PASCUAL BAILÓN, RELIGIOSO el día, lunes, 17 de mayo de 2021.
Invitatorio
V. Señor,
ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antifona: Venid,
adoremos al Señor, aclamemos al Dios admirable en sus santos.
Salmo 94
Invitación a la alabanza divina
Animaos
los unos a los otros, día tras día, mientras dure este «hoy». (Hb 3,13)
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
(Se repite la antífona)
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
(Se repite la antífona)
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
(Se repite la antífona)
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.
(Se repite la antífona)
Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso.”»
(Se repite la antífona)
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Se repite la antífona)
Laudes
Himno
El mundo brilla de alegría.
Se renueva la faz de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Esta es la hora
en que rompe el Espíritu
el techo de la tierra,
y una lengua de fuego innumerable
purifica, renueva, enciende, alegra
las entrañas del mundo.
Esta es la fuerza
que pone en pie a la Iglesia
en medio de las plazas
y levanta testigos en el pueblo,
para hablar con palabras como espadas
delante de los jueces.
Llama profunda,
que escrutas e iluminas
el corazón del hombre:
restablece la fe con tu noticia,
y el amor ponga en vela la esperanza,
hasta que el Señor vuelva.
Salmodia
Antífona
1: El Señor les concedió una gloria eterna y su nombre no será nunca
olvidado.
Salmo 62, 2-9
El alma sedienta de Dios
Madruga
por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas.
Oh Dios,
tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Antífona
2: Siervos del Señor, bendecid al Señor eternamente.
Dn 3,57-88.56
Toda la creación alabe al Señor
Alabad al
Señor, sus siervos todos. (Ap 19,5)
Criaturas
todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor;
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Antífona
3: Que los santos festejen su gloria y canten jubilosos en filas.
Salmo 149
Alegría de los santos
Los hijos
de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, se alegran por su Rey, Cristo, el Señor. (Hesiquio)
Cantad al
Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Lectura Breve
Rom 12, 1-2
Os
exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia
viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os
ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para
que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo
perfecto.
Responsorio Breve
V. Lleva
en el corazón la ley de su Dios.
R. Lleva en el corazón la ley de su Dios.
V. Y sus pasos no vacilan.
R. Lleva en el corazón la ley de su Dios.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Lleva en el corazón la ley de su Dios.
V. El
Señor condujo al justo por sendas llanas.
R. Le mostró el reino de Dios.
Lecturas
Primera Lectura
Del libro
de la Sabiduría 5, 1-15
LOS JUSTOS,
VERDADEROS HIJOS DE DIOS
El justo
estará en pie sin temor delante de los que lo afligieron y despreciaron sus trabajos.
Al verlo, se estremecerán de pavor, atónitos ante la salvación imprevista;
dirán entre sí, arrepentidos, entre sollozos de angustia:
«Éste es aquel de quien un día nos reíamos con coplas injuriosas, nosotros,
insensatos, su vida nos parecía una locura, y su muerte una deshonra. ¿Cómo
ahora lo cuentan entre los hijos de Dios y comparte la herencia con los santos?
Sí, nosotros nos salimos del camino de la verdad, no nos iluminaba la luz de la
justicia, para nosotros no salía el sol; nos enredamos en los matorrales de la
maldad y la perdición, recorrimos desiertos intransitables, sin reconocer el
camino del Señor.
¿De qué nos ha servido nuestro orgullo? ¿Qué hemos sacado presumiendo de ricos?
Todo aquello pasó como una sombra, como un correo veloz; como nave que surca las
undosas aguas, sin que quede rastro de su travesía ni estela de su quilla en
las olas; o como pájaro que vuela por el aire sin dejar vestigio de su paso;
con su aleteo azota el aire leve, lo rasga con un chillido agudo, se abre
camino agitando las alas, y luego no queda señal de su ruta; o como flecha
disparada al blanco: cicatriza al momento el aire hendido y no se sabe ya su
trayectoria.
Igual nosotros: nacimos y nos eclipsamos, no dejamos ni una señal de virtud,
nos malgastamos en nuestra maldad.»
Sí, la esperanza del impío es como tamo que arrebata el viento, como escarcha
menuda que el vendaval arrastra; se disipa como humo al viento, pasa como el
recuerdo del huésped de una noche. Los justos, en cambio, viven eternamente,
reciben de Dios su recompensa, el Altísimo cuida de ellos.
1 Jn 3, 7. 8. 10
R. Que
nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo. * Quien
comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde el principio.
V. En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del
diablo.
R. Quien comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca
desde el principio.
Segunda Lectura
Del breve
apostólico Providentissimus del papa León trece
(28 de noviembre de 1897)
LA
EUCARISTÍA, VÍNCULO DE PAZ Y DE UNIDAD
Para
animar a los católicos a profesar valientemente su fe y a practicar las
virtudes cristianas, ningún medio es más eficaz que el que consiste en
alimentar y aumentar la piedad del pueblo hacia aquella admirable prenda de
amor, vínculo de paz y de unidad, que es el sacramento de la eucaristía.
Ahora bien, entre aquellos cuya piedad para con este sublime misterio de la fe
se manifestó con más vívido fervor, Pascual Bailón ocupa el primer lugar.
Dotado por naturaleza de muy delicada afición a las cosas celestiales, después
de haber pasado santamente la juventud en la guarda de su rebaño, abrazó una
vida más severa en la Orden de Frailes Menores de la estricta observancia, y
mereció por sus meditaciones sobre el convite eucarístico adquirir la ciencia
relativa a él; hasta el punto de que aquel hombre, desprovisto de nociones y
aptitudes literarias, resultó capaz de responder a preguntas sobre las más
difíciles materias de fe, y hasta de escribir libros piadosos. Pública
yabiertamente profesó la verdad de la eucaristía entre los herejes y, por ello,
tuvo que pasar por graves pruebas. Émulo del mártir Tarsicio, fue varias veces
amenazado con la muerte.
Creemos, pues, que las asociaciones eucarísticas no pueden ser confiadas a
mejor patronazgo. Llenos de confianza, hacemos votos porque los ejemplos de
este santo den por fruto el aumento de aquellos que, en el pueblo cristiano,
dirigen cada día su celo, sus intenciones y su amor a Cristo Salvador,
principio el más alto y el más augusto de toda salvación.
Cf. Jn 6, 51-52
R. Yo
soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor. * El
que coma de este pan vivirá para siempre.
V. El santo varón Pascual, pobre y sencillo, muerto para este
mundo, vive glorioso en el cielo.
R. El que coma de este pan vivirá para siempre.
*Lecturas
de la 7ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Lunes, 17 de mayo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (16,29-33)*
En aquel tiempo, aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes
todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios».
Les contestó Jesús:
«¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en
que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy
solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis
la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al
mundo».
Palabra del Señor
Canto Evangélico
Antifona: El
que obra la verdad va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras
están hechas según Dios.
Benedictus
Lc 1, 68-79
El Mesías y
su precursor
+ Bendito
sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Adoremos,
hermanos, a Cristo, el Dios santo, y, pidiéndole que nos enseñe a servirle con santidad
y justicia en su presencia todos nuestros días, aclamémosle diciendo:
*Tú solo eres santo, Señor*.
Señor Jesús, probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado, —
compadécete de nuestras debilidades.
Señor Jesús, que a todos nos llamas a la perfección del amor,
— danos el progresar por caminos de santidad.
Señor Jesús, que nos quieres sal de la tierra y luz del mundo,
— ilumina nuestras vidas con tu propia luz.
Señor Jesús, que viniste al mundo no para que te sirvieran, sino para servir, —
haz que sepamos servir con humildad a ti y a nuestros hermanos.
Señor Jesús, reflejo de la gloria del Padre e impronta de su ser,
— haz que un día podamos contemplar la claridad de tu gloria.
Aquí se pueden añadir algunas intenciones libres.
Oremos ahora al Padre, como nos enseñó el mismo Jesús: Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Oremos:
Tú,
Señor, que concediste a San Pascual Bailón el don de imitar con fidelidad a
Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de este
santo, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la
perfección que nos propones en la persona de tu Hijo. Él que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
*San Pascual Bailón*
Su más grande amor durante toda
la vida fue la Sagrada Eucaristía. Decía el dueño de la finca en el cual
trabajaba como pastor, que el mejor regalo que le podía ofrecer al Niño Pascual
era permitirle asistir algún día entre semana a la Santa Misa. Desde los campos
donde cuidaba las ovejas de su amo, alcanzaba a ver la torre del pueblo y de
vez en cuando se arrodillaba a adorar el Santísimo Sacramento, desde esas
lejanías. En esos tiempos se acostumbraba que al elevar la Hostia el sacerdote
en la Misa, se diera un toque de campanas. Cuando el pastorcito Pascual oía la
campana, se arrodillaba allá en su campo, mirando hacia el templo y adoraba a
Jesucristo presente en la Santa Hostia.
Un día otros pastores le oyeron
gritar: "¡Ahí viene!, ¡allí está!". Y cayó de rodillas. Después dijo
que había visto a Jesús presente en la Santa Hostia.
De niño siendo pastor, ya hacía
mortificaciones. Por ejemplo andar descalzo por caminos llenos de piedras y
espinas. Y cuando alguna de las ovejas se pasaba al potrero del vecino, le
pagaba al otro el pasto que la oveja se había comido con el escaso sueldo que
le pagaban.
A los 24 años pidió ser admitido
como hermano religioso entre los franciscanos. Al principio le negaron la
aceptación por su poca instrucción, pues apenas había aprendido a leer. Y el
único libro que leía era el devocionario, el cual llevaba siempre mientras
pastoreaba sus ovejas y allí le encantaba leer especialmente las oraciones a
Jesús Sacramentado y a la Sma. Virgen.
Como religioso franciscano sus
oficios fueron siempre los más humildes: portero, cocinero, mandadero,
barrendero. Pero su gran especialidad fue siempre un amor inmenso a Jesús en la
Santa Hostia, en la Eucaristía. Durante el día, cualquier rato que tuviera
libre lo empleaba para estarse en la capilla, de rodillas con los brazos en
cruz adorando a Jesús Sacramentado. Por las noches pasaba horas y horas ante el
Santísimo Sacramento. Cuando los demás se iban a dormir, él se quedaba rezando
ante el altar. Y por la madrugada, varias horas antes de que los demás
religiosos llegaran a la capilla a orar, ya estaba allí el hermano Pascual
adorando a Nuestro Señor.
Pascual compuso varias oraciones
muy hermosas al Santísimo Sacramento y el sabio Arzobispo San Luis de Rivera al
leerlas exclamó admirado: "Estas almas sencillas sí que se ganan los
mejores puestos en el cielo. Nuestras sabidurías humanas valen poco si se
comparan con la sabiduría divina que Dios concede a los humildes".
Sus superiores lo enviaron a
Francia a llevar un mensaje. Tenía que atravesar caminos llenos de
protestantes. Un día un hereje le preguntó: "¿Dónde está Dios?". Y él
respondió: "Dios está en el cielo", y el otro se fue. Pero enseguida
el santo fraile se puso a pensar: "¡Oh, me perdí la ocasión de haber
muerto mártir por Nuestro Señor! Si le hubiera dicho que Dios está en la Santa
Hostia en la Eucaristía me habrían matado y sería mártir. Pero no fui digno de
ese honor". Llegado a Francia, descalzo, con una túnica vieja y remendada,
lo rodeó un grupo de protestantes y lo desafiaron a que les probara que Jesús
sí está en la Eucaristía. Y Pascual que no había hecho estudios y apenas si
sabía leer y escribir, habló de tal manera bien de la presencia de Jesús en la
Eucaristía, que los demás no fueron capaces de contestarle. Lo único que
hicieron fue apedrearlo.
Hablaba poco, pero cuando se trataba
de la Sagrada Eucaristía, entonces sí se sentía inspirado por el Espíritu Santo
y hablaba muy hermosamente. Siempre estaba alegre, pero nunca se sentía tan
contento como cuando ayudaba a Misa o cuando podía estarse un rato orando ante
el Sagrario del altar.
Pascual murió en la fiesta de
Pentecostés de 1592, el 17 de mayo (la Iglesia celebra tres pascuas: Pascua de
Navidad, Pascua de Resurrección y Pascua de Pentecostés. Pascua significa: paso
de la esclavitud a la libertad). Y parece que el regalo de Pentecostés que el
Espíritu Santo le concedió fue su inmenso y constante amor por Jesús en la
Eucaristía.
Cuando estaba moribundo, en aquel
día de Pentecostés, oyó una campana y preguntó: "¿De qué se trata?".
"Es que están en la elevación en la Santa Misa". "¡Ah que
hermoso momento!", y quedó muerto plácidamente.
Después durante su funeral,
tenían el ataúd descubierto, y en el momento de la elevación de la Santa Hostia
en la misa, los presentes vieron con admiración que abría y cerraba por dos
veces sus ojos. Hasta su cadáver quería adorar a Cristo en la Eucaristía. Los
que lo querían ver eran tantos, que su cadáver lo tuvieron expuesto a la
veneración del público por tres días seguidos.
Fue declarado santo en 1690
*Vísperas - SAN PASCUAL BAILÓN, RELIGIOSO
2021*
San Pascual nace el año
1540 en Torrehermosa, perteneciente al reino de Aragón, donde ejerce el humilde
oficio de pastor. Ingresó en la Orden de los Frailes Menores, y sobresalió por
su devoción a la Virgen y por su amor a la eucaristía. Vivió en el convento de
Elche y Villena, y profesó en el de Orito (Monforte del Cid), en donde tuvo la
aparición de la Eucaristía. Murió en Villarreal de los Infantes (Castellón),
cerca de Valencia, el 17 de mayo de 1592. Fue canonizado por Alejandro VIII en 1690.
León XIII lo nombró patrono de las Asociaciones y Congresos eucarísticos por el
breve apostólico Providentissimus, de 28 de noviembre de 1897.
SAN
PASCUAL BAILÓN, RELIGIOSO el día, lunes, 17 de mayo de 2021.
Invitatorio
Vísperas
Invocación
V. Dios
mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Salmodia
Antífona
1: Fue hallado intachable y perfecto; su gloria será eterna.
Salmo 14
¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Señor,
¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y práctica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Antífona
2: El Señor protege a sus santos y les muestra su amor y su
misericordia.
Salmo 111
FELICIDAD DEL JUSTO
Dichoso
quien teme al Señory ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderoso en la
tierra,la descendencia del justo será bendita.En su casa habrá riquezas y
abundancia,su caridad es constante, sin falta.En las tinieblas brilla como una
luzel que es justo, clemente y compasivo.Dichoso el que se apiada y presta,y
administra rectamente sus asuntos.El justo jamás vacilará,su recuerdo será
perpetuo.No temerá las malas noticias,su corazón está firme en el Señor.Su
corazón está seguro, sin temor,hasta que vea derrotados a sus enemigos.Reparte
limosna a los pobres;su caridad es constante, sin falta,y alzará la frente con
dignidad.El malvado, al verlo, se irritará,rechinará los dientes hasta
consumirse.La ambición del malvado fracasará.
Antífona
3: Los santos cantaban un cántico nuevo ante el trono de Dios y del
Cordero, y sus voces llenaban toda la tierra.
Cántico Ap 15, 3-4
CANTO DE LOS VENCEDORES
Grandes y
maravillosas son tus obras,Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus
caminos,¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu
nombre? Porque tú solo eres santo, porque vendrán todas las naciones y se
postrarán en tu acatamiento, porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Lectura Breve
Rm 8, 28-30
Sabemos
que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado
conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser
imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los
que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó,
los glorificó.
Responsorio Breve
V. El
Señor es justo y ama la justicia.
R. El
Señor es justo y ama la justicia.
V. Los
buenos verán su rostro.
R. El
Señor es justo y ama la justicia.
V. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El
Señor es justo y ama la justicia.
Canto Evangélico
Antifona: Empleado
fiel y cumplidor, pasa al banquete de tu Señor.
MagnificatLc
1, 46-55
Alegría del
alma en el Señor
Proclama
mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Pidamos a
Dios Padre, fuente de toda santidad, que con la intercesión y el ejemplo de los
santos nos ayude, y digamos:
Haz que seamos santos, porque tú, Señor, eres santo.
Padre santo, que has querido que nos llamemos y seamos hijos tuyos,
— haz que la Iglesia santa, extendida por los confines de la tierra, cante tus
grandezas.
Padre santo, que deseas que vivamos de una manera digna, buscando siempre tu
beneplácito,
— ayúdanos a dar fruto de buenas obras.
Padre santo, que nos reconciliaste contigo por medio de Cristo,
— guárdanos en tu nombre para que todos seamos uno.
Padre santo, que nos convocas al banquete de tu reino,
— haz que comiendo el pan que ha bajado del cielo alcancemos la perfección del
amor.
Aquí se pueden añadir algunas intenciones libres.
Padre santo, perdona a los pecadores sus delitos,
— y admite a los difuntos en tu reino para que puedan contemplar tu rostro.
Porque nos llamamos y somos hijos de Dios, nos atrevemos a decir: Padre
nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Tú,
Señor, que concediste a San Pascual Bailón el don de imitar con fidelidad a
Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de este
santo, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la
perfección que nos propones en la persona de tu Hijo. Él que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.