*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*Laudes - SAN ISIDORO, OBISPO Y DOCTOR DE LA
IGLESIA 2021*
Fiesta
Isidoro de Sevilla nace
hacia el año 560. Educado por su hermano san Leandro, arzobispo hispalense, le
sucede en la sede sevillana, donde desarrolla su extraordinaria labor pastoral
y literaria. Compone libros llenos de erudición, organiza bibliotecas, preside
concilios, ordena la liturgia hispanovisigoda. Después de 40 años de
episcopado, muere el 4 de abril del 636. El año 1063 fue trasladado su cuerpo a
León, donde hoy recibe culto en la iglesia de su nombre.
*SAN ISIDORO, OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA*.
*Lunes, 26 de abril de 2021*.
Invitatorio
V. Señor,
ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antifona: Venid,
adoremos al Dios de toda sabiduría, al Señor de toda verdad. Aleluya
Salmo 94
Invitación a la alabanza divina
Animaos
los unos a los otros, día tras día, mientras dure este «hoy». (Hb 3,13)
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
(Se repite la antífona)
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
(Se repite la antífona)
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
(Se repite la antífona)
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.
(Se repite la antífona)
Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso.”»
(Se repite la antífona)
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Se repite la antífona)
Laudes
Himno
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?
A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa. Amén. Aleluya
Salmodia
Antífona 1: La plenitud de la sabiduría es temer al Señor.
Aleluya.
Salmo 62, 2-9
El alma sedienta de Dios
Madruga
por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas.
Oh Dios,
tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Antífona
2: No has pedido riquezas, ni bienes, sino sabiduría e inteligencia.
Aleluya.
Dn 3,57-88.56
Toda la creación alabe al Señor
Alabad al
Señor, sus siervos todos. (Ap 19,5)
Criaturas
todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor;
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Antífona
3: Dios concedió al hombre inteligencia para que se gloríe y no cese
su actividad. Aleluya.
Salmo 149
Alegría de los santos
Los hijos
de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, se alegran por su Rey, Cristo, el Señor.
(Hesiquio)
Cantad al
Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Lectura Breve
Si 47,
14-17
iQué
sabio eras en tu juventud, rebosando doctrina como el Nilo! Tu saber llenaba la
tierra, cubriéndola con canticos sublimes; tu fama llegaba hasta las costas,
que deseaban escucharte. De tus cantos, proverbios, enigmas y sentencias los
pueblos quedaban pasmados.
Responsorio Breve
V. Labios
sacerdotales han de guardar el saber. Aleluya, aleluya.
R. Labios sacerdotales han de guardar el saber. Aleluya,
aleluya.
V. Y en su boca se busca la doctrina.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Labios sacerdotales han de guardar el saber. Aleluya,
aleluya.
V. Oirás
de mi boca una palabra.
R. Y les advertirás de mi parte.
Lecturas
Primera Lectura
Del libro
de la Sabiduría 7, 7-16. 22-30
FELICIDAD
DE LOS JUSTOS EN DIOS
Supliqué,
y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza. No
le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco
de arena, y, junto a ella la plata vale lo que el barro. La quise más que a la
salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene
ocaso.
Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables;
de todas gocé, porque la sabiduría las trae, aunque yo no sabía que ella las
engendra a todas. Aprendí sin malicia, reparto sin envidia y no me guardo sus
riquezas; porque es un tesoro inagotable para los hombres: los que lo adquieren
atraen la amistad de Dios, porque el don de su enseñanza los recomienda.
Que me conceda Dios saber expresarme y pensar como corresponde a ese don, pues
él es el mentor de la sabiduría y quien marca el camino a los sabios.
Porque en sus manos estamos nosotros y nuestras palabras, y toda la prudencia y
el talento.
En efecto, la sabiduría es un espíritu inteligente, santo, único, múltiple,
sutil, móvil, penetrante, inmaculado, lúcido, invulnerable, bondadoso, agudo, incoercible,
benéfico, amigo del hombre, firme, seguro, sereno, todopoderoso, todovigilante,
que penetra todos los espíritus inteligentes, puros, sutilísimos.
La sabiduría es más móvil que cualquier movimiento y, en virtud de su pureza,
lo atraviesa y lo todo; porque es efluvio del poder divino, emanación purísima
de la gloria del Omnipotente; por eso nada inmundo se le pega. Es reflejo de la
luz eterna, espejo nítido de la actividad de Dios e imagen de su bondad.
Siendo una sola, todo lo puede; sin cambiar en nada, renueva el universo, y, entrando
en las almas buenas de cada generación, va haciendo amigos de Dios y profetas;
pues Dios ama solo a quien convive con la sabiduría. Es más bella que el sol y
que todas las constelaciones; comparada a la luz del día, sale ganando, pues a
éste lo releva la noche, mientras que a la sabiduría no la puede el mal.
Sb 7, 21-22
R. Todo
lo sé, * Oculto o manifiesto. Aleluya.
V. Porque la sabiduría, artífice del cosmos, me lo enseñó.
R. Oculto o manifiesto. Aleluya.
Segunda Lectura
Del tratado
de san Isidoro, obispo, sobre los oficios eclesiásticos
(Cap. 5, 1. 2: PL 83, 785)
EL OBISPO
DEBE TENER SU PUERTA ABIERTA A TODO EL QUE LLEGUE
Es
preciso que el obispo sobresalga en el conocimiento de las sagradas Escrituras,
porque, si solamente puede presentar una vida santa, para sí exclusivamente
aprovecha; pero, si es eminente en ciencia y pedagogía, podrá enseñar a los
demás y refutar a los contestatarios, quienes, si no se les va a la mano y se
les desenmascara, fácilmente seducen a los incautos.
El lenguaje del obispo debe ser limpio, sencillo, abierto, lleno de gravedad y corrección,
dulce y suave. Su principal deber es estudiar la santa Biblia, repasar los
cánones, seguir el ejemplo de los santos, moderarse en el sueño, comer poco y
orar mucho, mantener la paz con los hermanos, a nadie tener en menos, no
condenar a ninguno si no estuviere convicto, no excomulgar sino a los
incorregibles.
Sobresalga tanto en la humildad como en la autoridad, para que, ni por apocamiento
queden por corregir los desmanes, ni por exceso de autoridad atemorice a los
súbditos. Esfuércese en abundar en la caridad, sin la cual toda virtud es nada.
Ocúpese con particular diligencia del cuidado de los pobres, alimente a los
hambrientos, vista al desnudo, acoja al peregrino, redima al cautivo, sea
amparo de viudas y huérfanos.
Debe dar tales pruebas de hospitalidad que a todo el mundo abra sus puertas con
caridad y benignidad. Si todo fiel cristiano debe procurar que Cristo le diga:
Fui forastero y me hospedasteis, cuánto más el obispo, cuya residencia es la
casa de todos. Un seglar cumple con el deber de hospitalidad abriendo su casa a
algún que otro peregrino. El obispo, si no tiene su puerta abierta a todo el
que llegue, es un hombre sin corazón.
Mt 25,35-36; 1 Tm 3, 2-3
R. Venid
vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros,
porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, * Fui
forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me
visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme. Aleluya.
V. El obispo tiene que ser irreprochable, hospitalario, hábil
para enseñar, desinteresado.
R. Fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me
vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.
Aleluya.
*Lecturas
de la 4ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Lunes, 26 de abril de 2021
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (10,1-10)*
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de
las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que
entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las
ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las
saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las
ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que
huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba.
Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que
han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los
escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y
encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para
que tengan vida y la tengan abundante».
Palabra del Señor
Canto Evangélico
Antifona: Dios
le concedió una sabiduría e inteligencia extraordinarias, y una mente abierta
como las playas junto al mar. Aleluya.
Benedictus
Lc 1, 68-79
El Mesías y
su precursor
+ Bendito
sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Aclamemos
a Cristo, Palabra de Dios y Verdad eterna, que reveló a Isidoro los arcanos del
saber, y supliquémosle, diciendo:
*Luz de luz, ilumínanos*.
Señor Jesucristo, que a través de san Isidoro único pastor de tu pueblo, — no
dejes de guiarnos siempre por medio de su doctrina.
Señor Jesucristo, que por medio de los santos pastores sigues iluminando a tu
pueblo con tu sabiduría divina, — no permitas que falten nunca pastores que nos
enseñen el conocimiento de la verdad.
Señor Jesucristo, que por medio de san Isidoro hiciste crecer a tu Iglesia en
la ciencia de los santos, — haz que avancemos siempre por las sendas de la
santidad.
Señor Jesús, reflejo de la gloria del Padre e impronta de su ser,
— haz que un día contemplemos la claridad de tu gloria.
Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Oremos:
Señor,
Dios todopoderoso, tú elegiste a san Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia,
para que fuese testimonio y fuente del humano saber; concédenos, por su
intercesión, una búsqueda atenta y una aceptación generosa de tu eterna verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
*SAN ISIDORO, OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA*.
Su hermano mayor, San Leandro, que era obispo de Sevilla, se
encargó de su educación obteniendo que Isidoro adquiriera el hábito o costumbre
de dedicar mucho tiempo a estudiar y leer, lo cual le fue de gran provecho para
toda la vida.
Al morir Leandro, lo reemplazó Isidoro como obispo de Sevilla, y
duró 38 años ejerciendo aquel cargo, con gran brillo y notables éxitos.
Isidoro fue el obispo más sabio de su tiempo en España. Poseía la
mejor biblioteca de la nación. Escribió varios libros que se hicieron famosos y
fueron muy leídos por varios siglos como por ej. Las Etimologías, que se pueden
llamar el Primer Diccionario que se hizo en Europa. También escribió La
Historia de los Visigodos y biografías de hombres ilustres.
San Isidoro es como un puente entre la Edad Antigua que se acababa
y la Edad Media que empezaba. Su influencia fue muy grande en toda Europa y
especialísimamente en España, y su ejemplo llevó a muchos a dedicar sus tiempos
libres al estudio y a las buenas lecturas.
Fue la figura principal en el Concilio de Toledo (año 633) del
cual salieron leyes importantísimas para toda la Iglesia de España y que
contribuyeron muy fuertemente a mantener firme la religiosidad en el país.
Se preocupaba mucho porque el clero fuera muy bien instruido y
para eso se esforzó porque en cada diócesis hubiera un colegio para preparar a
los futuros sacerdotes, lo cual fue como una preparación a los seminarios que
siglos más tarde se iban a fundar en todas partes.
Dice San Ildefonso que "la facilidad de palabra era tan
admirable en San Isidoro, que las multitudes acudían de todas partes a
escucharle y todos quedaban maravillados de su sabiduría y del gran bien que se
obtenía al oír sus enseñanzas".
Su amor a los pobres era inmenso, y como sus limosnas eran tan
generosas, su palacio se veía continuamente visitado por gentes necesitadas que
llegaban a pedir y recibir ayudas. De todas las ciencias la que más le agradaba
y más recomendaba era el estudio de la Sagrada Biblia, y escribió unos
comentarios acerca de cada uno de los libros de la S. Biblia. Cuando sintió que
iba a morir, pidió perdón públicamente por todas las faltas de su vida pasada y
suplicó al pueblo que rogara por él a Dios. A los 80 años de edad murió, el 4
de abril del año 636.
La Santa Sede de Roma lo declaró "Doctor de la Iglesia".
Vísperas - SAN ISIDORO, OBISPO Y DOCTOR DE
LA IGLESIA 2021
Fiesta
Isidoro de Sevilla nace
hacia el año 560. Educado por su hermano san Leandro, arzobispo hispalense, le
sucede en la sede sevillana, donde desarrolla su extraordinaria labor pastoral
y literaria. Compone libros llenos de erudición, organiza bibliotecas, preside
concilios, ordena la liturgia hispanovisigoda. Después de 40 años de
episcopado, muere el 4 de abril del 636. El año 1063 fue trasladado su cuerpo a
León, donde hoy recibe culto en la iglesia de su nombre.
SAN
ISIDORO, OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA el día
Lunes, 26
de abril de 2021.
Vísperas
Invocación
V. Dios
mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno
Nuestra Pascua inmolada, aleluya,
es Cristo el Señor, aleluya, aleluya.
Pascua sagrada, ¡oh fiesta universal!,
el mundo renovado
canta un himno a su Señor.
Pascua sagrada, ¡victoria de la cruz!
La muerte, derrotada,
ha perdido su aguijón.
Pascua sagrada,
¡oh noche bautismal!
Del seno de las aguas
renacemos al Señor.
Pascua sagrada, ¡eterna novedad!
Dejad al hombre viejo,
revestíos del Señor.
Pascua sagrada. La sala del festín
se llena de invitados
que celebran al Señor.
Pascua sagrada, ¡Cantemos al Señor!
Vivamos la alegría
dada a luz en el dolor.
Salmodia
Antífona
1: En caso de que alguno de vosotros se vea falto de sabiduría, que
se la pida a Dios, que da generosamente. Aleluya.
Salmo 14
¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Señor,
¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
Antífona
2: Mi señor es prudente como el ángel de Dios, sabe todo cuanto
sucede en la tierra. Aleluya.
Salmo 111
FELICIDAD DEL JUSTO
Dichoso
quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
Antífona
3: Los pueblos proclaman su sabiduría, y la asamblea pregona su
alabanza. Aleluya.
Cántico Ap 15, 3-4
CANTO DE LOS VENCEDORES
Grandes y
maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Lectura Breve
St 3, 17-18
La sabiduría
que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz,
comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera.
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.
Responsorio Breve
V. En
la asamblea le da la palabra. Aleluya, aleluya.
R. En la asamblea le da la palabra. Aleluya, aleluya.
V. Lo llena de espíritu, sabiduría e inteligencia.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la asamblea le da la palabra. Aleluya, aleluya.
Canto Evangélico
Antifona: El
Señor dio a Isidoro sabiduría y ciencia y el poder de discernir, y le reveló
honduras y secretos. Aleluya.
MagnificatLc
1, 46-55
Alegría del
alma en el Señor
Proclama
mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Glorifiquemos
a Cristo, enviado a los hombres como luz del mundo, y supliquémosle, diciendo:
Ilumina a tu pueblo, Señor.
Tú que por medio de san Isidoro iluminaste a la Iglesia de España,
— haz que los cristianos de nuestra patria resplandezcan por su virtud.
Tú que por medio de san Isidoro nos has llamado a vivir de una manera digna, buscando
siempre tu beneplácito, — ayúdanos a dar fruto de buenas obras.
Tú que llenaste de espíritu de sabiduría e inteligencia a san Isidoro,
— haz que los hombres de ciencia, exploradores del universo y de la historia, caminen
hacia la verdad, hasta llegar a ti.
Tú que fuiste el lote y la heredad de san Isidoro, — No permitas que ninguno de
los que fueron adquiridos por tu sangre esté alejado de ti.
Tú que hiciste de san Isidoro ministro de reconciliación, — perdona a los
pecadores sus delitos y admite a los difuntos en tu reino, para que puedan
contemplar tu rostro.
Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Señor,
Dios todopoderoso, tú elegiste a san Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia,
para que fuese testimonio y fuente del humano saber; concédenos, por su
intercesión, una búsqueda atenta y una aceptación generosa de tu eterna verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.