Lecturas
del Domingo 26º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Domingo, 27 de septiembre de 2020
Primera lectura
Lectura de
la profecía de Ezequiel (18,25-28):
Así dice el Señor: «Comentáis: "No es justo el proceder del Señor".
Escuchad, casa de Israel: ¿es injusto mi proceder?, ¿o no es vuestro proceder
el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y
muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la
maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si
recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no
morirá.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
24,4bc-5.6-7.8-9
R/. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando. R/.
R/. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna
Recuerda, Señor,
que tu ternura y tu misericordia son eternas;
no te acuerdes de los pecados
ni de las maldades de mi juventud;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.
R/. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna
El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.
R/. Recuerda,
Señor, que tu misericordia es eterna
Segunda lectura
Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,1-11):
Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une
el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría:
manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obréis
por rivalidad ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad
siempre superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses, sino
buscad todos el interés de los demás. Tened entre vosotros los sentimientos
propios de Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de
su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición
de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre
cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de
cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el
Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es
Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios
Domingo, 27 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (21,28-32):
28 «Pero ¿qué os parece? Un hombre
tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: "Hijo, vete hoy a
trabajar en la viña."
29 Y él respondió: "No quiero",
pero después se arrepintió y fue.
30 Llegándose al segundo, le dijo lo mismo.
Y él respondió: "Voy, Señor", y no fue.
31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del
padre?» - «El primero» - le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los
publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios.
32 Porque vino Juan a vosotros por camino de
justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las rameras
creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer
en él.
Palabra del Señor
("No quiero", pero después se arrepintió y fue)
*El Señor me invita a
trabajar; pero hay momento en mi vida que cuando recibo esta invitación de ir a
trabajar me niego, digo que no, porque en ese momento estoy pasando por alguna
situación un tanto difícil, que no me permite ni levantarme. También he tenido este
llamado de ir a trabajar; pero la alegría que me ofrece este mundo le digo: (Sí
Señor, como usted diga), pero estoy muy entregado a mis negocios, a mis amigos,
a mis parrandas, a mis fiestas, a mis tragos, y como estoy bien, estoy en gozo
me olvido del compromiso. El Señor me invita a trabajar en su viña, que es también
mi viña, porque él es mi Padre, que no importa lo mal que me sienta, me invita
a tener amor por las cosas de mi Padre. Siento mucha alegría porque el Señor me
da la oportunidad y el tiempo necesario para que pueda recapacitar y decir si*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.