Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (16,24-28):
24 Entonces dijo Jesús a sus
discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
25
Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por
mí, la encontrará.
26 Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar
el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su
vida?
27 «Porque el Hijo del hombre ha de venir en
la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su
conducta.
28 Yo os aseguro: entre los aquí presentes
hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir
en su Reino.»
Palabra del Señor
(Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame).
*Estas
son unas palabras que están llenas de luz, de verdad y muestran el camino
verdadero. Cuando el Señor me dice que cargue con mi cruz y lo sigua, no es una
exigencia que me hace, sino que él quiere a como dé lugar, que yo pueda obtener
la salvación. Perder la vida por el Señor no es más que negarme a mí mismo,
porque mi alma está diseñada totalmente para dejarse amar y amar. Para mí,
perder la vida es: reconocer que me equivoco, es reconocer que me niego amar
desinteresadamente, es reconocer que actuó por interés, es reconocer que el
otro a mí no me importa. La buena noticia para mi están en las palabras del
Señor que dicen: “Si quieres venir conmigo” El Señor no me presiona, no me
obliga, puedo sentir amor con esta palabra, porque el Señor no me miente, él me
dice la verdad y me muestra el camino correcto. Me deja ver muy claro que tengo
una libertad, y en mi libertad puedo elegir seguir al Señor o no*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.