Musica Para el Alma
lunes, 31 de agosto de 2020
EVANGELIO DE LUCAS 4,31-37 CICLO A
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (4,31-37):
31 Bajó a Cafarnaúm,
ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.
32 Quedaban asombrados de su doctrina,
porque hablaba con autoridad.
33 Había en la sinagoga un hombre que tenía
el espíritu de un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes voces:
34 «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo,
Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de
Dios.»
35 Jesús entonces le conminó diciendo:
«Cállate, y sal de él.» Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin
hacerle ningún daño
36 Quedaron todos pasmados, y se decían unos
a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus
inmundos y salen.»
37 Y su fama se extendió por todos los
lugares de la región.
Palabra del Señor
(«Sé quién eres tú: el Santo de Dios »).
*Yo me
puedo preguntar ¿que buscaba un demonio dentro de la iglesia?, y no cualquier
demonio, sino uno que estudiaba las escrituras. Dice el apóstol san Juan: Quien
dice que ama al Señor a quien no ve y aborrece a sus hermanos a quien puede ver
es un mentiroso y la verdad no está en él. Soy un mentiroso, y el jefe y
príncipe de los mentiroso es el demonio, y es muy cierto el Señor ha
venido acabar, con mi mentira, con mi tristeza, con mi odio, con mis afanes,
con mis miedo, si me sueño algo malo paso el día nervioso y mal, y el demonio
me tira por tierra. Pero tengo la esperanza de que hay uno, que siempre
me levanta, no importa cuántas veces caiga, el gozo del Señor es siempre
levantarme, de todas mis caídas y tropiezo, él es mi abogado defensor delante
del padre y vive rogando al Padre día y noche por mí, porque sabe y
conoce todas mi debilidades y dificultades. En el Señor pongo mi esperanza y él
se inclina y escucha mi llamado y usa de misericordia de mí*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
ORACION AL MEDIO DIA EL ANGELUS
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL MARTES 1 DE SEPTIEMBRE. ORACIONES DEL DIA
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
MARTES SEMANA II
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle.
Himno: TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR
Te damos gracias, Señor,
porque has depuesto la ira
y has detenido ante el pueblo
la mano que lo castiga.
Tú eres el Dios que nos salva,
la luz que nos ilumina,
la mano que nos sostiene
y el techo que nos cobija.
Y sacaremos con gozo
del manantial de la Vida
las aguas que dan al hombre
la fuerza que resucita.
Entonces proclamaremos:
«¡Cantadle con alegría!
¡El nombre de Dios es grande!
¡Su caridad infinita!
¡Que alabe al Señor la tierra!
Cantemos sus maravillas.
¡Qué grande, en medio del pueblo
el Dios que nos justifica!». Amén.
SALMODIA
Ant 1. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Salmo 42 - DESEO DEL TEMPLO
Hazme justicia, ¡oh Dios!, defiende mi causa
contra gente sin piedad,
sálvame del hombre traidor y malvado.
Tú eres mi Dios y protector,
¿por qué me rechazas?
¿Por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?
Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada.
Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Señor, Dios mío.
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Ant 2. Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.
Cántico: ANGUSTIA DE UN MORIBUNDO Y ALEGRÍA DE LA CURACIÓN Is 38,
10-14. 17-20
Yo pensé: «En medio de mis días
tengo que marchar hacia las puertas del abismo;
me privan del resto de mis años.»
Yo pensé: «Ya no veré más al Señor
en la tierra de los vivos,
ya no miraré a los hombres
entre los habitantes del mundo.
Levantan y enrollan mi vida
como una tienda de pastores.
Como un tejedor devanaba yo mi vida,
y me cortan la trama.»
Día y noche me estás acabando,
sollozo hasta el amanecer.
Me quiebras los huesos como un león,
día y noche me estas acabando.
Estoy piando como una golondrina,
gimo como una paloma.
Mis ojos mirando al cielo se consumen:
¡Señor, que me oprimen, sal fiador por mí!
Me has curado, me has hecho revivir,
la amargura se me volvió paz
cuando detuviste mi alma ante la tumba vacía
y volviste la espalda a todos mis pecados.
El abismo no te da gracias,
ni la muerte te alaba,
ni esperan en tu fidelidad
los que bajan a la fosa.
Los vivos, los vivos son quienes te alaban:
como yo ahora.
El Padre enseña a sus hijos tu fidelidad.
Sálvame, Señor, y tocaremos nuestras arpas
todos nuestros días en la casa del Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.
Ant 3. ¡Oh Dios!, tu mereces un himno en Sión.
Salmo 64 - SOLEMNE ACCIÓN DE GRACIAS.
¡Oh Dios!, tú mereces un himno en Sión,
y a ti se te cumplen los votos,
porque tú escuchas las súplicas.
A ti acude todo mortal
a causa de sus culpas;
nuestros delitos nos abruman,
pero tú los perdonas.
Dichoso el que tú eliges y acercas
para que viva en tus atrios:
que nos saciemos de los bienes de tu casa,
de los dones sagrados de tu templo.
Con portentos de justicia nos respondes,
Dios, salvador nuestro;
tú, esperanza del confín de la tierra
y del océano remoto;
Tú que afianzas los montes con tu fuerza,
ceñido de poder;
tú que reprimes el estruendo del mar,
el estruendo de las olas
y el tumulto de los pueblos.
Los habitantes del extremo del orbe
se sobrecogen ante tus signos,
y a las puertas de la aurora y del ocaso
las llenas de júbilo.
Tú cuidas de la tierra, la riegas
y la enriqueces sin medida;
la acequia de Dios va llena de agua,
preparas los trigales;
riegas los surcos, igualas los terrones,
tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes;
coronas el año con tus bienes,
las rodadas de tu carro rezuman abundancia;
rezuman los pastos del páramo,
y las colinas se orlan de alegría;
las praderas se cubren de rebaños,
y los valles se visten de mieses,
que aclaman y cantan.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Oh Dios!, tu mereces un himno en Sión.
LECTURA BREVE 1Ts 5, 4-5
No viváis, hermanos, en tinieblas para que el día del Señor no os sorprenda
como ladrón; porque todos sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la
noche ni de las tinieblas.
RESPONSORIO BREVE
V. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
V. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
R. Espero en tu palabra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
Primera Lectura
De la primera carta a Timoteo 6, 11-21
LOS RICOS NO SEAN ALTERADOS, SINO GENEROSOS
Hermano: Como hombre de Dios que eres, huye de la codicia del
dinero, corre al alcance de la justicia, de la piedad, de la fe, de la caridad,
de la paciencia en el sufrimiento, de la dulzura. Combate el buen combate de la
fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste
aquella solemne profesión delante de muchos testigos.
Te recomiendo en la presencia de Dios que da vida a todas las cosas, y de
Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan solemne testimonio, que conserves
el mandato sin tacha ni culpa hasta la manifestación de nuestro Señor
Jesucristo, manifestación que a su debido tiempo hará ostensible el bienaventurado
y único monarca, Rey de reyes y Señor de los señores, el único inmortal, el que
habita en la luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A él sea
el honor y el imperio eterno, Amén.
A los ricos de este mundo incúlcales que no sean altaneros y que no tengan
puesta su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, que nos
provee espléndidamente de todo, para que lo disfrutemos. Que practiquen la
beneficencia, que se hagan ricos en buenas obras, que sean generosos y dadivosos,
y que vayan atesorando para sí un excelente caudal de bienes para el futuro,
con el que podrán adquirir la vida verdadera.
Timoteo, guarda el depósito de la fe a ti confiado. Evita las inútiles y
perniciosas discusiones y las objeciones de una falsa ciencia. Algunos que se
adhirieron a ella se han desviado de la fe. La gracia sea con vosotros.
Responsorio Col 2, 6. 7; Mt 6, 19.
20
R. Vivid según Cristo Jesús, el Señor, tal como os lo
enseñaron, enraizados y cimentados en él y apoyados en la fe, como se os
instruyó, * y rebosad en continua acción de gracias.
V. No alleguéis tesoros en la tierra, sino atesorad tesoros en
el cielo.
R. Y rebosad en continua acción de gracias.
Segunda Lectura
Del libro de la Imitación de Cristo
(Libro 3, cap. 14)
LA FIDELIDAD DEL SEÑOR DURA POR SIEMPRE
Señor, tus juicios resuenan sobre mí con voz de trueno; el temor y el temblor
agitan con violencia todos mis huesos, y mi alma está sobrecogida de espanto. Me
quedo atónito al considerar que ni el cielo es puro a tus ojos. Y si en los
mismos ángeles descubriste faltas, y no fueron dignos de tu perdón, ¿qué será
de mí? Cayeron las estrellas del cielo, y yo, que soy polvo, ¿qué puedo presumir?
Se precipitaron en la vorágine de los vicios aun aquellos cuyas obras parecían
dignas de elogio; y a los que comían el pan de los ángeles los vi deleitarse
con las bellotas de animales inmundos. No es posible, pues, la santidad en el
hombre, Señor, si retiras el apoyo de tu mano. No aprovecha sabiduría alguna, si
tú dejas de gobernarlo. No hay fortaleza inquebrantable, capaz de sostenernos,
si tú cesas de conservarla.
Porque, abandonados a nuestras propias fuerzas, nos hundimos y perecemos; mas, visitados
por ti, salimos a flote y vivimos.
Y es que somos inestables, pero gracias a ti cobramos firmeza; somos tibios,
pero tú nos inflamas de nuevo.
Toda vanagloria ha sido absorbida en la profundidad de tus juicios sobre mí. ¿Qué
es toda carne en tu presencia? ¿Acaso podrá gloriarse el barro contra el que lo
formó? ¿Cómo podrá la vana lisonja hacer que se engría el corazón de aquel que
está verdaderamente sometido a Dios? No basta el mundo entero para hacer
ensoberbecer a quien la verdad hizo que se humillara, ni la alabanza de todos
los hombres juntos hará vacilar a quien puso toda su confianza en Dios.
Porque los mismos que alaban son nada, y pasarán con el sonido de sus palabras.
En cambio, la fidelidad del Señor dura por siempre.
Responsorio Sal 118, 114-115. 113
R. Tú eres mi refugio y mi escudo, yo espero en tu palabra. * Apartaos
de mí los perversos, cumpliré los mandatos de mi Dios.
V. Detesto la doblez de corazón y amo tu voluntad.
R. Apartaos de mí los perversos, cumpliré los mandatos de mi
Dios.
Martes, 1 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (4,31-37):
31 Bajó a Cafarnaúm,
ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.
32 Quedaban asombrados de su doctrina,
porque hablaba con autoridad.
33 Había en la sinagoga un hombre que tenía
el espíritu de un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes voces:
34 «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo,
Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de
Dios.»
35 Jesús entonces le conminó diciendo:
«Cállate, y sal de él.» Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin
hacerle ningún daño
36 Quedaron todos pasmados, y se decían unos
a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus
inmundos y salen.»
37 Y su fama se extendió por todos los
lugares de la región.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.
PRECES
Bendigamos a nuestro Salvador, que con su resurrección ha
iluminado el mundo, y digámosle suplicantes:
Haz, Señor, que caminemos por tu senda.
Señor Jesús, al consagrar nuestra oración matinal en memoria de tu santa
resurrección,
te pedimos que la esperanza de participar de tu gloria ilumine todo nuestro
día.
Te ofrecemos, Señor, los deseos y proyectos de nuestra jornada:
dígnate aceptarlos y bendecirlos como primicia de nuestro día.
Concédenos crecer hoy en tu amor,
a fin de que todo concurra para nuestro bien y el de nuestros hermanos.
Haz, Señor, que el ejemplo de nuestra vida resplandezca como una luz ante los
hombres,
para que todos den gloria al Padre que está en los cielos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Porque deseamos que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres, pidamos al
Padre que su reino llegue a nosotros:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Jesucristo, luz verdadera que alumbras a todo hombre y le
muestras el camino de la salvación: concédenos la abundancia de tu gracia para
que preparemos, delante de ti, sendas de justicia y de paz. Tú que vives y
reinas con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los
siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
MARTES SEMANA II
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: MENTES CANSADAS.
Mentes cansadas,
manos encallecidas,
labriegos al fin de la jornada,
jornaleros de tu viña,
venimos, Padre,
atardecidos de cansancio,
agradecidos por la lucha,
a recibir tu denario.
Llenos de polvo,
el alma hecha girones,
romeros al filo de la tarde,
peregrinos de tus montes,
venimos, Padre,
heridos por los desengaños,
contentos por servir a tu mesa,
a recibir tu denario.
Hartos de todo,
llenos de nada,
sedientos al brocal de tus pozos
y hambrientos de tu casa,
venimos, Padre,
el corazón entre tus brazos,
la frente humilde de delitos,
a recibir tu denario. Amén.
SALMODIA
Ant 1. No podéis servir a Dios y al dinero.
Salmo 48 I - VANIDAD DE LAS RIQUEZAS
Oíd esto, todas las naciones,
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres;
mi boca hablará sabiamente,
y serán muy sensatas mis reflexiones;
prestaré oído al proverbio
y propondré mi problema al son de la cítara.
¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y me acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas,
si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?
Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.
Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños.
El sepulcro es su morada perpetua
y su casa de edad en edad,
aunque hayan dado nombre a países.
El hombre no perdura en la opulencia,
sino que perece como los animales.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. No podéis servir a Dios y al dinero.
Ant 2. «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor.
Salmo 48 II
Éste es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:
son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor,
y bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura
y el abismo es su casa.
Pero a mí, Dios me salva,
me saca de las garras del abismo
y me lleva consigo.
No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.
Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.
El hombre rico e inconsciente
es como un animal que perece.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor.
Ant 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
LECTURA BREVE Rm 3, 23-25a
Todos pecaron y se hallan privados de la gloria de Dios; son justificados
gratuitamente, mediante la gracia de Cristo, en virtud de la redención
realizada en él, a quien Dios ha propuesto como instrumento de propiciación.
RESPONSORIO BREVE
V. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
V. De alegría perpetua a tu derecha.
R. En tu presencia, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y
tu nombre es santo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y
tu nombre es santo.
PRECES
Alabemos a Cristo, pastor y obispo de nuestras vidas, que vela
siempre con amor por su pueblo, y digámosle suplicantes:
Protege, Señor, a tu pueblo.
Pastor eterno, protege a nuestro obispo N.
y a todos los pastores de la Iglesia.
Mira con bondad a los que sufren persecución
y líbralos de todas sus angustias.
Compadécete de los pobres y necesitados
y da pan a los hambrientos.
Ilumina a los que tienen la misión de gobernar a los pueblos
y dales sabiduría y prudencia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
No olvides, Señor, a los difuntos redimidos por tu sangre
y admítelos en el festín de las bodas eternas.
Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos al Padre
común:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, Señor del día y de la noche,
humildemente te pedimos que la luz de Cristo, verdadero sol de justicia,
ilumine siempre nuestras vidas para que así merezcamos gozar un día de aquella
luz en la que tú habitas eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 1 DE SEPTIEMBRE 2020
Martes, 1 de septiembre de 2020
Primera lectura
Lectura de
la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (2,10b-16):
El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios. ¿Quién conoce lo
íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Pues, lo
mismo, lo íntimo de Dios lo conoce sólo el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos
recibido un Espíritu que no es del mundo, es el Espíritu que viene de Dios,
para que tomemos conciencia de los dones que de Dios recibimos. Cuando
explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el
lenguaje que enseña el saber humano, sino en el que enseña el Espíritu,
expresando realidades espirituales en términos espirituales. A nivel humano,
uno no capta lo que es propio del Espíritu de Dios, le parece una necedad; no
es capaz de percibirlo, porque sólo se puede juzgar con el criterio del
Espíritu. En cambio, el hombre de espíritu tiene un criterio para juzgarlo
todo, mientras él no está sujeto al juicio de nadie. «¿Quién conoce la mente
del Señor para poder instruirlo?» Pues bien, nosotros tenemos la mente de
Cristo.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 144,
8-9. 10-11. 12-13ab. 13cd-14
R/. El Señor es justo en todos sus caminos
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
R/. El Señor es justo en todos sus caminos
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
R/. El Señor es justo en todos sus caminos
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
R/. El Señor es justo en todos sus caminos
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R/.
R/. El
Señor es justo en todos sus caminos
Martes, 1 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (4,31-37):
31 Bajó a Cafarnaúm,
ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.
32 Quedaban asombrados de su doctrina,
porque hablaba con autoridad.
33 Había en la sinagoga un hombre que tenía
el espíritu de un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes voces:
34 «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo,
Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de
Dios.»
35 Jesús entonces le conminó diciendo:
«Cállate, y sal de él.» Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin
hacerle ningún daño
36 Quedaron todos pasmados, y se decían unos
a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus
inmundos y salen.»
37 Y su fama se extendió por todos los
lugares de la región.
Palabra del Señor
(«Sé quién eres tú: el Santo de Dios »).
*Yo me
puedo preguntar ¿que buscaba un demonio dentro de la iglesia?, y no cualquier
demonio, sino uno que estudiaba las escrituras. Dice el apóstol san Juan: Quien
dice que ama al Señor a quien no ve y aborrece a sus hermanos a quien puede ver
es un mentiroso y la verdad no está en él. Soy un mentiroso, y el jefe y
príncipe de los mentiroso es el demonio, y es muy cierto el Señor ha
venido acabar, con mi mentira, con mi tristeza, con mi odio, con mis afanes,
con mis miedo, si me sueño algo malo paso el día nervioso y mal, y el demonio
me tira por tierra. Pero tengo la esperanza de que hay uno, que siempre
me levanta, no importa cuántas veces caiga, el gozo del Señor es siempre
levantarme, de todas mis caídas y tropiezo, él es mi abogado defensor delante
del padre y vive rogando al Padre día y noche por mí, porque sabe y
conoce todas mi debilidades y dificultades. En el Señor pongo mi esperanza y él
se inclina y escucha mi llamado y usa de misericordia de mí*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
domingo, 30 de agosto de 2020
EVANGELIO DE LUCAS 4,16-30 CICLO A
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (4,16-30):
16 Vino a Nazará, donde se había
criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se
levantó para hacer la lectura.
17 Le entregaron el volumen del profeta
Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:
18 = El Espíritu del Señor sobre mí, porque
me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a
proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la
libertad a los oprimidos =
19 = y proclamar un año de gracia del Señor.
=
20 Enrollando el volumen lo devolvió al
ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.
21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta
Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.»
22 Y todos daban testimonio de él y estaban
admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían:
«¿No es éste el hijo de José?»
23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir
el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en
Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria.»
24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún
profeta es bien recibido en su patria.»
25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había
en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis
meses, y hubo gran hambre en todo el país;
26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías,
sino a = una mujer viuda de Sarepta de Sidón. =
27 Y muchos leprosos había en Israel en
tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el
sirio.»
28 Oyendo estas cosas, todos los de la
sinagoga se llenaron de ira;
29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la
ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba
edificada su ciudad, para despeñarle.
30 Pero él, pasando por medio de ellos, se
marchó.
Palabra del Señor
《Al oír esto, todos se pusieron furiosos y,
levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio,
con intención de despeñarlo》
*El Señor quiere sacarme de esta manera
engañosa de amar, como tengo una manera retorcida de amar, me pongo furioso y
digo, como es posible que el Señor, haga milagro, regale bendiciones y premios
a personas que no están, ni van a la iglesia, pienso que no se lo merecen. Esto
descubre en mí, la parte oscura que tengo, que se llama egoísmo, ¿y por qué me
sale tanto egoísmo? Porque pienso que como estoy en la iglesia, me siento con
derecho, pienso que soy bueno, que tengo derecho sobre el Señor, y si no hace
las cosas como a mí me conviene, lo saco fuera, lo empujo. La buena noticia es
que el Señor quiere abrir mis ojos, desea purifica mi alma, desea limpiar todo
mi ser, desea que aprenda hacer fiel a él en esta vida, y todo esto es para que
me deje amar y pueda amar al que es diferente mí*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
ORACION AL MEDIO DIA EL ANGELUS
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL LUNES 31 ORACIONES DEL DIA
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
LUNES SEMANA II
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo con cantos.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo con cantos.
Himno: ALFARERO DEL HOMBRE, MANO TRABAJADORA
Alfarero del hombre, mano trabajadora
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto los primeros animales.
De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro, vigor, origen, meta
de los profundos ríos de la vida.
El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.
No hay brisa si no alientas, monte si no estás dentro,
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia; vivir es este encuentro:
tú, por la luz; el hombre, por la muerte.
¡Que se acabe el pecado! ¡Mira que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra. Amén.
SALMODIA
Ant 1. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Salmo 41 - DESEO DEL SEÑOR Y ANSIAS DE CONTEMPLAR EL TEMPLO
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
Las lágrimas son mi pan
noche y día,
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios?»
Recuerdo otros tiempos,
y mi alma desfallece de tristeza:
cómo marchaba a la cabeza del grupo,
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta.
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Cuando mi alma se acongoja,
te recuerdo,
desde el Jordán y el Hermón
y el Monte Menor.
Una sima grita a otra sima
con voz de cascadas:
tus torrentes y tus olas
me han arrollado.
De día el Señor
me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza
del Dios de mi vida.
Diré a Dios: Roca mía,
¿por qué me olvidas?
¿Por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?
Se me rompen los huesos
por las burlas del adversario;
todo el día me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Ant 2. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.
Cántico: SÚPLICA EN FAVOR DE LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN Sir. 36,
1-7. 13-16
Sálvanos, Dios del universo,
infunde tu terror a todas las naciones;
amenaza con tu mano al pueblo extranjero,
para que sienta tu poder.
Como les mostraste tu santidad al castigarnos,
muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos:
para que sepan, como nosotros lo sabemos,
que no hay Dios fuera de ti.
Renueva los prodigios, repite los portentos,
exalta tu mano, robustece tu brazo.
Reúne a todas las tribus de Jacob
y dales su heredad como antiguamente.
Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre,
de Israel, a quien nombraste tu primogénito.
Ten compasión de tu ciudad santa,
de Jerusalén, lugar de tu reposo.
Llena a Sión de tu majestad
y al templo de tu gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.
Ant 3. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
SALMO 18 A - ALABANZA AL DIOS CREADOR DEL UNIVERSO.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo murmura.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Allí le ha puesto su tienda al sol:
él sale como el esposo de su alcoba,
contento como un héroe, a recorrer su camino.
Asoma por un extremo del cielo,
y su órbita llega al otro extremo:
nada se libra de su calor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
LECTURA BREVE Jr 15, 16
Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la
alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, ¡Señor, Dios
de los ejércitos!
RESPONSORIO BREVE
V. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
V. Cantadle un cántico nuevo.
R. Que merece la alabanza de los buenos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
Primera Lectura
De la primera carta a Timoteo 6, 1-10
TENIENDO CON QUÉ ALIMENTARNOS Y CON QUÉ CUBRIRNOS ESTEMOS CONTENTOS
Hermano: Los que tienen que prestar servidumbre miren a sus amos
como dignos de todo respeto. Así no se hablará mal del nombre de Dios ni de
nuestra doctrina.
Los que tienen amos cristianos no los tengan en menos por ser hermanos. Al
contrario, deben servirlos mejor; porque quienes reciben sus buenos servicios
son cristianos y amigos de Dios. Esto debes enseñar e inculcar.
Quien va enseñando doctrinas erróneas y no presta su adhesión a las palabras de
salvación de Jesucristo, Señor nuestro, y a la recta doctrina de la fe es un
orgulloso que nada sabe, un maniático inclinado a las discusiones inútiles y a
los juegos de palabras. De esto no nace otra cosa sino envidias, riñas e
insultos, sospechas malignas y continuos altercados propios de personas de
mente tarada, faltas de verdad y que consideran la religión sólo como un
negocio.
¡Y en verdad que es fuente de ganancias nuestra religión para quien se contenta
con lo suyo! Nada trajimos al mundo; de modo que nada podemos llevarnos de él.
En teniendo con qué alimentarnos y con qué cubrirnos estemos contentos. Los que
a toda costa quieren almacenar riquezas sucumben a la tentación, caen en la
trampa en muchos afanes locos y perniciosos que hunden a los hombres en la
ruina y en la perdición. Raíz de todos los males es el afán del dinero; y
algunos, por dejarse llevar a él, se han desviado de la fe y han quedado
sumergidos en un mar de tormentos.
Responsorio Mt 6, 25; cf. 1 Tm 6, 8
R. No os apuréis por vuestra vida, pensando si tendréis para
comer, ni por vuestro cuerpo, pensando si tendréis con qué vestiros. * ¿No
es acaso la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?
V. Mientras tengáis con qué alimentaros y con qué cubriros
estad contentos con eso.
R. ¿No es acaso la vida más que el alimento y el cuerpo más que
el vestido?
Segunda Lectura
Del libro de la Imitación de Cristo
(Libro 3; cap. 3)
YO INSTRUÍ A MIS PROFETAS
Escucha, hijo mío, mis palabras, palabras suavísimas, que
trascienden toda la ciencia de los filósofos y letrados de este mundo.
Mis palabras son espíritu y son vida, y no se pueden ponderar partiendo del
criterio humano. No deben usarse con miras a satisfacer la vana complacencia,
sino oírse en silencio, y han de recibirse con humildad y gran afecto del
corazón.
Y dije: Dichoso el hombre a quien tú educas, al que enseñas tu ley, dándole
descanso tras los años duros, para que no viva desolado aquí en la tierra.
Yo -dice el Señor-instruí a los profetas desde antiguo, y no ceso de hablar a
todos hasta hoy; pero muchos se hacen sordos a mi palabra y se endurecen en su
corazón.
Los más oyen de mejor grado al mundo que a Dios, y más fácilmente siguen las apetencias
de la carne que el beneplácito divino.
Ofrece el mundo cosas temporales y efímeras, y, con todo, se le sirve con
ardor. Yo prometo lo sumo y eterno, y los corazones de los hombres languidecen
presa de la inercia. ¿Quién me sirve y obedece a mí con tanto empeño y
diligencia como se sirve al mundo y a sus dueños? Sonrójate, pues, siervo
indolente y quejumbroso, de que aquéllos sean más solícitos para la perdición
que tú para la vida.
Más se gozan ellos en la vanidad que tú en la verdad. Y, ciertamente, a veces
quedan fallidas sus esperanzas; en cambio, mi promesa a nadie engaña ni deja
frustrado al que funda su confianza en mí.
Yo daré lo que tengo prometido, lo que he dicho lo cumpliré. Pero a condición
de que mi siervo se mantenga fiel hasta el fin.
Yo soy el remunerador de todos los buenos, así como el fuerte que somete a
prueba a todos los que llevan una vida de intimidad conmigo.
Graba mis palabras en tu corazón y medítalas una y otra vez con diligencia,
porque tendrás gran necesidad de ellas en el momento de la tentación.
Lo que no entiendas cuando leas lo comprenderás el día de mi visita. Porque de
dos medios suelo usar para visitar a mis elegidos: la tentación y la
consolación.
Y dos lecciones les doy todos los días: una consiste en reprender sus vicios,
otra en exhortarles a progresar en la adquisición de las virtudes.
El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue en el último
día.
Responsorio Pr 23, 26; 1, 9; 5, 1
R. Hijo mío, haz caso, acepta de buena gana mi camino, *pues será
hermosa diadema en tu cabeza.
V. Hijo mío, haz caso de mi sabiduría, presta oído a mi
inteligencia.
R. Pues será hermosa diadema en tu cabeza.
Lunes, 31 de agosto de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (4,16-30):
16 Vino a Nazará, donde se había
criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se
levantó para hacer la lectura.
17 Le entregaron el volumen del profeta
Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:
18 = El Espíritu del Señor sobre mí, porque
me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a
proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la
libertad a los oprimidos =
19 = y proclamar un año de gracia del Señor.
=
20 Enrollando el volumen lo devolvió al
ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.
21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta
Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.»
22 Y todos daban testimonio de él y estaban
admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían:
«¿No es éste el hijo de José?»
23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir
el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en
Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria.»
24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún
profeta es bien recibido en su patria.»
25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había
en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis
meses, y hubo gran hambre en todo el país;
26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías,
sino a = una mujer viuda de Sarepta de Sidón. =
27 Y muchos leprosos había en Israel en
tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el
sirio.»
28 Oyendo estas cosas, todos los de la
sinagoga se llenaron de ira;
29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la
ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba
edificada su ciudad, para despeñarle.
30 Pero él, pasando por medio de ellos, se
marchó.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y
redimido a su pueblo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y
redimido a su pueblo.
PRECES
Demos gracias a nuestro salvador que ha hecho de nosotros un
pueblo de reyes y sacerdotes, y digámosle:
Consérvanos, Señor, en tu servicio.
Señor Jesús, sacerdote eterno, que has querido que tu pueblo participara de tu
sacerdocio:
haz que ofrezcamos siempre sacrificios espirituales, agradables al Padre.
Danos, Señor, la abundancia de los frutos del Espíritu Santo:
comprensión, bondad, amabilidad.
Que la luz de la fe ilumine este nuevo día
y que durante el mismo caminemos por las sendas del amor.
Haz que busquemos siempre el bien de nuestros hermanos
y les ayudemos a progresar en su salvación.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Con el gozo que nos da el sabernos hijos de Dios, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Dios todopoderoso, que nos has hecho llegar al comienzo de
este día: danos tu ayuda para que no caigamos hoy en pecado, sino que nuestras
palabras, pensamientos y acciones sigan el camino de tus mandatos. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LUNES SEMANA II
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: PRESENTEMOS A DIOS NUESTRAS TAREAS.
Presentemos a Dios nuestras tareas,
levantemos orantes nuestras manos,
porque hemos realizado nuestras vidas
por el trabajo.
Cuando la tarde pide ya descanso
y Dios está más cerca de nosotros,
es hora de encontrarnos en sus manos,
llenos de gozo.
En vano trabajamos la jornada,
hemos corrido en vano hora tras hora,
si la esperanza no enciende sus rayos
en nuestra sombra.
Hemos topado a Dios en el bullicio,
Dios se cansó conmigo en el trabajo;
es hora de buscar a Dios adentro,
enamorado.
La tarde es un trisagio de alabanza,
la tarde tiene fuego del Espíritu:
adoremos al Padre en nuestras obras,
adoremos al Hijo. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la
gracia.
Salmo 44 I - LAS NUPCIAS DEL REY.
Me brota del corazón un poema bello,
recito mis versos a un rey;
mi lengua es ágil pluma de escribano.
Eres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia,
el Señor te bendice eternamente.
Cíñete al flanco la espada, valiente:
es tu gala y tu orgullo;
cabalga victorioso por la verdad y la justicia,
tu diestra te enseñe a realizar proezas.
Tus flechas son agudas, los pueblos se te rinden,
se acobardan los enemigos del rey.
Tu trono, ¡oh Dios!, permanece para siempre;
cetro de rectitud es tu cetro real;
has amado la justicia y odiado la impiedad:
por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido
con aceite de júbilo entre todos tus compañeros.
A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,
desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina
enjoyada con oro de Ofir.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la
gracia.
Ant 2. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Salmo 44 II
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna:
prendado está el rey de tu belleza,
póstrate ante él, que él es tu señor.
La ciudad de Tiro viene con regalos,
los pueblos más ricos buscan tu favor.
Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras:
las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra.»
Quiero hacer memorable tu nombre
por generaciones y generaciones,
y los pueblos te alabarán
por los siglos de los siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Ant 3. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por
cabeza, cuando llegase el momento culminante.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por
cabeza, cuando llegase el momento culminante.
LECTURA BREVE 1Ts 2, 13
Nosotros continuamente damos gracias a Dios; porque habiendo recibido la
palabra de Dios predicada por nosotros, la acogisteis, no como palabra humana,
sino - como es en realidad- como palabra de Dios, que ejerce su acción en
vosotros, los creyentes.
RESPONSORIO BREVE
V. Suba, Señor, a ti mi oración.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
V. Como incienso en tu presencia.
R. A ti mi oración.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios mío.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios mío.
PRECES
Alabemos a Cristo, que ama a la Iglesia y le da alimento y calor,
y roguémosle confiados diciendo:
Atiende, Señor, los deseos de tu pueblo.
Haz, Señor, que todos los hombres se salven
y lleguen al conocimiento de la verdad.
Guarda con tu protección al papa Francisco y a nuestro obispo N.,
ayúdalos con el poder de tu brazo.
Ten compasión de los que no encuentran trabajo
y haz que consigan un empleo digno y estable.
Señor, sé refugio de los oprimidos
y protégelos en todas sus necesidades.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Te pedimos por el eterno descanso de los que durante su vida ejercieron el
ministerio para el bien de tu iglesia:
que también te celebren eternamente en tu reino.
Fieles a la recomendación del Salvador nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que has querido asistirnos en el
trabajo que nosotros, tus siervos inútiles, hemos realizado hoy, te pedimos
que, al llegar al término de este día, acojas benignamente nuestro sacrificio
vespertino de acción de gracias y recibas con bondad la alabanza que te
dirigimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.