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sábado, 18 de julio de 2020

LAS LECTURAS DEL DOMINGO 19 DE JULIO 2020


Lecturas del Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Domingo, 19 de julio de 2020

Primera lectura

Lectura del libro de la Sabiduría (12,13.16-19):

Fuera de ti, no hay otro dios al cuidado de todo, ante quien tengas que justificar tu sentencia. Tu poder es el principio de la justicia, y tu soberanía universal te hace perdonar a todos. Tú demuestras tu fuerza a los que dudan de tu poder total, y reprimes la audacia de los que no lo conocen. Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres. Obrando así, enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano, y diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 85,5-6.9-10.15-16a

R/.
 Tú, Señor, eres bueno y clemente

Tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia, con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende la voz de mi súplica. R/.


R/. Tú, Señor, eres bueno y clemente


Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.» R/.


R/. Tú, Señor, eres bueno y clemente


Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí. R/.

 

R/. Tú, Señor, eres bueno y clemente

 

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,26-27):

El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios.

Palabra de Dios

 

Lecturas del Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,24-43):

   24 Otra parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo.

   25 Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue.

   26 Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña.

   27 Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?"

   28 El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?"

   29 Díceles: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo.

   30 Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."»

   31 Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo.

   32 Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.»

   33 Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»

   34 Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas,

   35 para que se cumpliese el oráculo del profeta: = Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. =

   36 Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.»

   37 El respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre;

   38 el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno;

   39 el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

   40 De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo.

   41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad,

   42 y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.

   43 Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.



Palabra del Señor

 

«Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»  

 

*El Señor me quiere mostrar cual es mi lugar, aunque de momento me encuentro en este mundo. Pero me invita a desear mi verdadera patria que está en el cielo. Pero tengo que demostrar que soy, y a quien pertenezco y donde quiero terminar cuando concluyan mis días en este mundo, si quiero la vida eterna. Tengo que ser consciente que es aquí en este mundo donde recibo el sol, la lluvia y los alimentos, y existe algo dentro de mí que se llama libertad, y en mi libertad yo decido, si quiero ser trigo o cizaña (si quiero ser buena persona o mala persona). El Señor manda su sol sobre justo e injusto y manada también la lluvia sobre los pecadores. Esa es una ventaja que puedo usar, de que el Señor ama atados por igual, y es de mí, que depende si quiero hacer el bien o hacer el mal. Así como existen grandes cantidades y variedades de equipos, al final soy yo quien decide de quien quiero ser fanático*.    

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.