Lunes, 11 de mayo de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Juan (14,21-26):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama será amado mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Le dijo Judas, no el Iscariote:
«Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?»
Respondió Jesús y le dijo:
«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho».
Palabra del Señor
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama será amado mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Le dijo Judas, no el Iscariote:
«Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?»
Respondió Jesús y le dijo:
«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho».
Palabra del Señor
*(El que me
ama guardará mi palabra)*
*Pensando
en esta palabra lo primero que llega a mí mente es la palabra fidelidad. Para
que un gobernante se mantenga en su puesto gobernado, necesita que todo el
personal que está bajo su mando se mantenga fiel, desde el general hasta el
raso. Pero el gobernante tiene que dar garantía de su buenas intenciones y no
debe haber nada oculto, ni oscuro en sus gestión que pueda llevar a la duda a
los que están bajo su mando. Esas son las garantías que me ofrece el Señor, si
yo guardo su palabra. Primero: su Padre me amara. Segundo: vendrán a mí.
Tercero: harán su morada en mí. El Señor me ofrece tres cosas donde se
encuentra el tesoro inagotable del amor, y me pone un guía que es el Espíritu
Santo que me lo enseñara todo, yo solo tengo que hacer una sola cosa ser fiel
en todo*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará
a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.