Viernes, 1 de mayo de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Juan (6,52-59):
52 Discutían entre sí los judíos y decían: « ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
52 Discutían entre sí los judíos y decían: « ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os
digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no
tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
55 Porque mi carne es verdadera comida y mi
sangre verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre,
permanece en mí, y yo en él.
57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha
enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
58 Este es el pan bajado del cielo; no como
el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para
siempre.»
59 Esto lo dijo enseñando en la sinagoga,
en Cafarnaúm.
Palabra del Señor
*(El que come mi carne y bebe mi
sangre habita en mí y yo en él)*
*Esto me
llena de esperanza, porque comiendo y bebiendo lo verdadero del Señor, el entra
dentro de mí, dentro de mi cuerpo, dentro de mi alma, dentro de mí ser y me va
purificando y va saneando todo lo falso que hay dentro de mí. (A la culebra le
llega un tiempo tiene donde tiene que mudar la piel para poder seguir viviendo
y cuando le llega ese tiempo busca un lugar muy estrecho para forzar su cuerpo
a penetrar por ese lugar muy angosto y es un proceso muy doloroso donde se va
arrancando toda la piel). A ese lugar me invita el Señor a que yo pueda entrar
entre su carne y su sangre, que es un lugar sumamente muy estrecho donde no
cavemos los dos sino uno solo, el proceso es muy doloroso porque eso significa
que tengo que desprenderme de mi propia vida para que pueda aparecer en mí, la
carne y la sangre del Señor, ahora puedo entender las palabras del al Apóstol
Pablo cuando dice: “No vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mi”*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.