Miércoles, 4 de septiembre de 2019
Lo
que me dice el Evangelio de Lucas 4,38-44. Ciclo C («También a
los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han
enviado »).
*El guardián de Israel no duerme ni reposa, ni de día, ni de noche.
Puedo notar que en la mirada del Señor siempre está llena de amor. Frente a mi
dolor, siempre me trata con compasión y misericordia, siempre dispuesto para
ayudarme, tanto con mis pecados, como también en la salud, en mi enfermedad. Es
impresionante como el Señor, sabe limpiar todas mis sucias maldades y purificar
todas aquellas dolencia, que hacen enfermar este corazón de piedra que
constantemente se resiste a la voluntad de Dios, si yo pudiera dar un gran
suspiro y en medio de ese suspiro, sentir cuanto amor, cuanto consuelo, cuanta
esperanza, hay para mí en el Señor. Este deseo de trabajar del Señor, siempre
pendiente de mí, tan ocupado siempre en cargar con mis dolencias, y lo más
hermoso es, que siempre tiene tiempo para mí, con amor, con dulzura. La buena
noticia es que Señor quiere mostrarme que el siempre está pendiente de mi vida*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》