Viernes,
31 de mayo de 2019
Lo
que me dice el Evangelio de Lucas 1,39-56. Ciclo C (« ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?»). *Hay
visitas que son tan agradable, que producen una alegría que no tiene explicación,
esta alegría se puede manifestar de muchas manera, dependiendo lo que uno pueda
sentir por esa visita, puede ser una alegría tan hermosa y grata que pueda
producirme la muerte a este mundo y regalarme la entrada al mundo verdadero,
puede ser que esta alegría se convierta en una risa que no hay manera de pararme,
puede ser que esta alegría me cambie los planes y los proyectos para siempre,
puede ser que esta alegría me traiga la libertad, puede ser una alegría que me
haga perder la noción del tiempo y pierda la memoria. La alegría que trajo la
visita de María a su prima Isabel cambio por completo los planes del dueño de
la oscuridad, porque con esta visita comenzó la manifestación del sol que nace
de lo arto, la llegada de la luz que no conoce el ocaso. Una buena noticia para
mí, ya no tendré que usar lámpara, porque está llegado la luz a mi vida. Ahora
me siento acomplejado, lleno de confusión y de miedo porque: ¿Quién soy yo para
que me visite la madre de mi Señor?*
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》