Martes, 29 de enero de 2019
Lo
que me dice el Evangelio de Marcos 3,31-35 ciclo C. (El que haga
la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre) *El
deseo del Señor es inmensamente muy grande el desea tener una gran familia,
donde se haga visible la voluntad de Dios. El Señor me muestra cual es el
camino correcto para estar muy cerca de él. Puedo ver que él no me obliga a
estar en su familia que, eso de pende de mí, soy yo quien tiene que tomar esa decisión.
Toda decisión viene acompañada de ganancia y perdida. También para mí esta decisión
de hacer la voluntad de Dios implica en mi ganancia y pérdida, ganancia, ser
libre, vivir en la verdad, y sin miedo, pérdidas que voy a tener: aunque me cueste
y me duela tendré que desprenderme de los afanes, desligarme de las
preocupaciones. Hacer la voluntad de Dios es igual a: Amar a Dios y amar al prójimo,
es como la cabeza y el cuerpo si se separan mueren*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》